-𝕊𝕖𝕘𝕦𝕟𝕕𝕒 𝕋𝕖𝕞𝕡𝕠𝕣𝕒𝕕𝕒 𝕕𝕖 𝕋𝕙𝕖 𝕆𝕣𝕚𝕘𝕚𝕟𝕒𝕝 𝕋𝕣𝕚𝕓𝕣𝕚𝕕
Al enterarse de que su madre fue quien mandó a matar a su hijo, Hannia Mikaelson se siente atrapada entre la espada y la pared, sin saber si debe decírselo a sus hermano...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Thor había logrado hablar con Elijah, mientras Loki buscaba a Hannia en todos los rincones de la mansión Mikaelson, pero no la encontró por ningún lado.
Elijah le dijo a Thor que buscaría a Rebekah; Thor haría lo mismo, pero a su manera. Ambos hermanos se marcharon dejando a Elijah solo. Había un enojo creciente dentro de Elijah, así que buscó una manera de desahogar sus frustraciones.
Mientras tanto, Natasha se tomaba un breve descanso en su búsqueda de Bucky para encontrar a Elijah y hablar sobre lo sucedido con Ekaterina.
Al llegar, encontró un sobre en la puerta y fue atendida por uno de los híbridos de Klaus, con quien discutió brevemente antes de que la dejara pasar. Le informaron que Elijah estaba en el segundo piso, en una habitación donde guardaban equipo de entrenamiento.
Elijah estaba entrenando con una bolsa de boxeo. Sus golpes eran tan fuertes que la bolsa terminó golpeando el estante de pesas y otras máquinas en el suelo. Mientras Natasha lo observaba desde lejos, no pudo evitar distraerse por su cuerpo sudoroso y la camisa que se adhería a su abdomen marcado por el sudor. Sacudió la cabeza para concentrarse y entró en la habitación.
—¿Algo te molesta, Elijah? ¿Hay algo de lo que quieras hablar? Como de Ekaterina. . . o de los Strix —Natasha bajó la mirada hacia la invitación y la leyó en voz alta.
"Espero que puedas venir, viejo amigo. Tristán.
PD: No olvides invitar a Hannia, recuerda que ella también es una importante integrante."
Elijah tomó la invitación y la leyó rápidamente.
—Yo solo vine a hablar contigo y me encontré con esto.
—Esto no te concierne —respondió en tono neutral, mientras iba a dejar la habitación.
—Yo creo que sí —Natasha tomó el brazo de Elijah, deteniéndolo —Sabes que será difícil que me saques de esto.
Elijah la miró a los ojos. Los ojos de la pelirroja mostraban determinación, indicando que estaba hablando en serio y no se detendría hasta saber qué estaba pasando. Él le sonrió.
—¿Qué deseas saber?
—Primero que nada, me gustaría saber qué quería esa tal Ekaterina. Después de todo lo que me contó Hannia sobre tu historia con ella, me dio curiosidad saber por qué te citó a ti para explicarte lo de la cura.
—¿Celosa? Por eso no me has hablado en días e ignorado mis llamadas.
Natasha guardó silencio.
—Y ¿qué si lo estoy?
Elijah rio, tomó a Natasha en sus brazos y mientras le acariciaba su melena roja dijo:
—No tienes por qué preocuparte. Ekaterina es cosa del pasado y tú eres mi presente.
