-𝕊𝕖𝕘𝕦𝕟𝕕𝕒 𝕋𝕖𝕞𝕡𝕠𝕣𝕒𝕕𝕒 𝕕𝕖 𝕋𝕙𝕖 𝕆𝕣𝕚𝕘𝕚𝕟𝕒𝕝 𝕋𝕣𝕚𝕓𝕣𝕚𝕕
Al enterarse de que su madre fue quien mandó a matar a su hijo, Hannia Mikaelson se siente atrapada entre la espada y la pared, sin saber si debe decírselo a sus hermano...
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Stephen le había avisado a Freya de lo que le había pasado a Hannia. Después de lo sucedido con Dahlía, Loki se había ido a buscar el paradero de Bucky, pero no encontró nada.
Cuando él regresó al Santuario, escuchó lo que Stephen le había dicho a Freya por teléfono y rápidamente se fue con ella, no sin antes prepararse con las cosas que iban a necesitar.
—Freya, acabas de luchar contra tu tía; creo que mereces descansar un momento —habló Loki poniéndose a su lado.
—Es lo mismo que le digo, pero es necia —comentó Stephen desde el otro lado de Freya.
Ambos hombres se miraron, pero Freya seguía observando a Hannia por la ventana.
—Christine ya te dijo que no hay nada fuera de lo normal, solo son contracciones —dijo mirándola, pero ella no volteó a verlo. Freya negó levemente.
—Hay algo más. . .
—Freya, si sabes algo, dilo ya —habla Loki con preocupación.
—No se preocupen, todo saldrá bien —dice Strange.
—Entonces, ¿por qué la están revisando de nuevo? —cuestiona Loki con cierto enojo.
—Porque alguien está histérica —responde viendo a Freya.
—Como dije, algo no está bien.
Cuando Christine salió, Freya casi se tambaleó hacia ella; quería asegurarse de que todo estuviera bien.
—Como les dije, su corazón está débil, pero los bebés parecen estar bien.
—¿Segura? —vuelve a preguntar Loki—. Se colapsó, ¿es normal?
—Tampoco es anormal, sus vasos sanguíneos se dilataron y eso puede bajar la presión.
Freya hizo una mueca y miró a su hermana, negó con la cabeza nuevamente y se sentó en las sillas de enfrente.
—Freya aún no parece segura de eso —comenta Loki.
—Gracias, Christine —sonríe Strange. Christine le devolvió la sonrisa, después se fue.
—¿Por qué estaba ella aquí? —cuestiona Freya, ladeando un poco la cabeza—. Dijiste que era cirujana.
—Sí, pero. . .
—Hannia ha despertado —habla Loki, entrando primero a la sala.
Hannia se movió un poco mientras se estiraba y se quitaba las sábanas de encima. Cuando vio entrar a Loki, le sonrió.
—Hey —dice con una sonrisa, notando lo adormilada que estaba Freya.
—Nos diste un susto —dice Freya, acercándose al lado del pelinegro.
—No como el que Stephen me dio al decirme que los bebés posiblemente ya querían nacer.
—¿Por qué el susto? —pregunta Loki, sentándose en el borde de la cama.
