—Teniente.
—Sí, su majestad.
Así era ella. Cuando llamaba por teléfono o le llamaban a ella, jamás decía "¿hola? ¿quién habla? ¿Cómo estás? ¿Qué tal la familia?". Nada de eso. Ella ni siquiera debía preguntar si quien estaba al otro lado era esa persona o no, por general, tenía teléfono directo con quien quisiese.
Y no es que no preguntase "cómo estás" por una cuestión de cortesía como lo hacen todos o porque realmente le interesaba saber si la otra persona tenía problemas o virtudes, de hecho, no le importaba en lo más mínimo. Es que tampoco le importaba que le importase, exudaba autoridad por los poros y tanta cortesía como una persona que jamás fue civilizada, a su gente ya no le era de extrañar.
—Dime—contesta ella—, cómo diantres es que pudieron desproteger a la señorita Alexya Larson.
—¿Disculpe, señora? ¿Quién?
—Axya Larson, quien vino hoy y con quien me reuní en el día de ayer.
—Oh, sí, la influencer de redes sociales. Ejem, no he tenido notificación alguna de riesgo en ella, ¿qué ha sabido al respecto, mi señora?
—Resulta que alguien la acompañó anoche hasta su habitación, dándole una linda charla en el ascensor del hotel. Un hotel que debería estar completamente blindado en armas y seguridad.
—Seguro fue uno de nuestros agentes, aunque no está permitido hablar con vuestros invitados a menos que se utilicen los comandos de seguridad.
—Oh, descuida, fue una charla de lo más amena. ¿Sabes el nombre del agente?
—Prometo sancionarle, dígame su nombre, por favor.
—Teniente comandante Brown.
—¿Q-qué? No es posible.
—Ella misma me lo dijo. Ah, y la amenazó con algo del orden de lo inaceptable para este país. Aún tratándose de la próxima reina.
—S-señora, yo me disculpo pero no comprend...
—No tienes que comprender nada. Solo hacer tu trabajo y proteger a toda la guardia real, por todos los cielos. E investiga de inmediato quién es el traidor que tienes entre tus tropas porque no es posible que una persona que ha entrado y salido desde los pasajes secretos al palacio haya sido captada y perseguida hasta la puerta de su habitación. ¡Envíale a ejecutar en cuanto le descubras!
***
Una vez que ellos estuvieron fuera de la biblioteca, su madre y un hombre de traje les estaba esperando en la puerta del comedor, junto a otros dos agentes que abrieron y cerraron al pasar. Victorio jamás se acostumbraría que alguien le haga ese tipo de cosas como si fuese una niñita.
—Victorio. Axya—dice ella con toda su elocuencia de siempre—. Es un placer presentarles a Ian, corresponsal primero del Comité de la guardia real.
Él la mira con asombro.
A Axya esto le llama la atención, pero no dice nada.
Solo cuando el hombre, que está pálido y sudoroso, parece tener pinta de asustado, se adelanta y le toma la mano, le permite que se la bese.
—Es un placer para mí conocerle, señorita Larson.
—G...gracias Señor Ian—dice ella con cierto tembleque en la voz. Aún no se le va del todo lo que Victorio le generó antes; es que tampoco lo conseguirá mientras le siga teniendo cerca.
—Señor—se vuelve luego al hijo de la reina.
***
Ian no lo podía creer.
La reina le había perdonado, después de todo.
Ella le habría dado una nueva oportunidad.
De confiar en él. ¿O de ponerlo a prueba? Esto último sin duda, todo el mundo está siempre a prueba de la mano de la reina.
O bien...la oportunidad de traicionarla, esta vez para siempre.
***
—Kiera.
Victorio avanza un paso, sin importarle dejar al corresponsal con la mano tendida en su dirección.
Ni siquiera repara en él
Axya se acerca y le dice algo como si le pidiera disculpas en su nombre. A Kiera, lejos de parecerle mal este gesto, consigue arrancarle una ligera risita.
—Hijo—contesta ella, consiguiendo amedrentar el corazón de él. Jamás le había llamado de ese modo en público.
—Tengo que hablar contigo a solas.
—No, hijo. Perdona, pero la mesa está lista, debemos comer o se nos enfría. Y tengo una agenda muy apretada. Todos acá la tenemos.
—Va en serio—insiste él—. O me largo de este lugar así deba arrojarme desde la punta más alta de este...palacio.
Ella no pone en duda de que lo hará.
Así que, contiene el aire, hasta que por fin accede.
—Ven por acá—le dice mientras se apartan en dirección a una puerta lateral.
Una vez acá, él la desafía:
—Dime qué diantres estás haciendo con esa chica para que quiera estar aquí.
—¿Yo?—ella levanta una ceja—. Ella es quien quiere estar, todo el mundo ansía lo que ella acaba de tener servido ahora.
—No es de esa clase de personas.
—¿La conoces?
—Está claro.
—Hijo—. Ella le señala en dirección a un despacho lateral, parecía ser que este palacio solo tendría muchas puertas, cual laberinto—. Haz de ella lo que quieras. Es tuya. Solo no pierdas de vista tus responsabilidades y que ella cumpla las que le corresponden.
—¿De qué hablas?
—Ella firmó un acuerdo para que hagas lo que desees. Te la estoy entregando. Es un regalo de una madre a su hijo, como un gesto de amor.
—¿Me...estás...entregando a una chica?
—Así es. Virgen e inteligente. ¿Cuánto crees que valdrá? Me ha costado una fortuna, pero ahí la tienes. Ya es tuya.
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#EsclavaDelRey
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Veni Vidi Vici
RomanceEl rey ha sido asesinado y la guerra se ha desatado en Heaven's Ville. Sin embargo, Victorio Ranquel parece ser el único heredero al trono cuando se descubre que este peligroso criminal es hijo bastardo del monarca eliminado. Ahora necesita de las a...