Veni Vidi Vici

❤️CAPÍTULO 20👑

—Creo que hubo problemas con este banquete. O bien, no estuvo lo suficientemente delicioso.

La voz de Kiera suena acusadora e imperativa a partes iguales mientras se acerca a su hijo y a la joven Axya que mantiene un gesto similar al de haber visto a un ejército de fantasmas asomando por la ventana.

Lo que en verdad ha visto, es un mástil de carne envuelto en cuero con la dureza de una piedra metiéndoselo a la boca con frenesí como un alcohólico envolviendo su droga y ansiando con locura lo que tiene delante de su mirada.

—Algo he comido, pero está raro el efecto—determina Victorio con la voz pedante y de suficiencia, tras la visita que le acaban de dar en su oficina principal. Fue un banquete de largas horas, dos y media para ser exactos, luego de pelear, terminó el asunto en una felación para luego comer con ganas.

Axya se sigue sintiendo un poco extraña, sobre todo por el sabor. No sabe si conviene lavarse los dientes en este momento, después de todo, es lo que suelen hacer las protagonistas femeninas luego de mamar una verga en los libros que suele leer con contenido adulto.

Ella jamás lo había hecho antes.

Sentir en su boca la boca de otro hombre ni la sensación de una verga entrando entre sus labios más la desquiciada sensación de querer ordeñarla y sacarle absolutamente todo, hasta la última gota.

Para tener luego su semen entre lengua y paladar y accediendo a tragárselo. Es curioso, pero sigue extasiada. Quizá porque su cuerpo mismo pide más, pero no puede andar por ahí reclamando sexo a cualquiera que vea.

Victorio parece saber algo más.

Parece conocer de esos apetitos y entender al pie de la letra por qué ella se siente así. Mientras que en Axya permanece el interrogante acerca de si es esto lo que se percibe cuando se accede a relaciones sexuales...

Porque el sexo oral es una relación sexual también, ¿verdad? Ni siquiera se puede imaginar lo que significaría ir a más, pedir más, desear otras cosas igual de ricas o superando los niveles de lo que ya ha conocido.

—Axya—le grita ella—. ¿Estás aquí con nosotros?

La chica parpadea y levanta la mirada. Inspira profundamente y se excusa:

—L-lo siento. Estoy pensando en...libros.

¿Libros?

Claro que sí.

En libros con mucho material de alto voltaje.

Kiera levanta una ceja y declara:

—Oh, cierto. Debes de tener obligaciones que cumplir. Pediré que las traigan al palacio para que sigas con tu carrera desde acá, necesitamos que sigas manteniendo vigencia en redes sociales con todo el coraje y la actitud que siempre has sostenido.

—¿Mis libros?

—Así es.

—Pero... por qué...

Victorio se vuelve a ella. También cruza una mirada con él. Ya no lo nota molesto, solo puede percibir sus labios hinchados y los ojos medio rojizos. ¿Es que ella también se ve así? Por otra parte, Victorio no muestra el entrecejo fruncido y la furia que tenía con anterioridad a que el banquete pudiera acontecer.

Se lo ve más relajado.

Casi adormilado.

Piensa Axya que podría tratarse del efecto posterior que tiene la descarga de tensiones en los hombres.

Ella no ha podido descargar tensiones, así que no sabe cómo se siente.

De lo que sí está segura es que no tendrá más opciones.

—Debo decirle a mi mamá—comenta la joven.

—Su madre estará al tanto y protegida por el alcance de la guardia real—comenta ella—. Todo listo para que mañana por la mañana se haga el anuncio de la boda.

Parece ser que esto es lo más cercano a sentirlo como una bofetada luego de la lluvia de sensaciones exòticas que ha pasado por su ser.

—¿La...boda?—pregunta, mientras los pensamientos sexuales dejan de estar por un mínimo momento en su cabeza.

—Así es. Pasarán la noche en una habitación real como cualquier matrimonio cercano a heredar La Corona.

Ella se vuelve a Victorio.

—Tú...dijiste que ya tenías novia...

¿Qué pasó con el plan? El plan de dejarlo todo de lado, de no volver a creer en que esto podría caber como posibilidades dentro del futuro de Heaven's Ville.

Qué pasó con la idea de escapar.

Qué pasó con la mujer a la que va a odiar luego por haberla traicionado.

El rostro de Victorio parece cada vez más perdido y entumecido. Axya solo consigue vincularlo a una sola cosa luego de saber, mediante la historia de su vida escolar tras haber tenido compañeros un tanto rebeldones, que el muchacho está drogado.

¿En qué momento pasó?

Se lo ve embotado.

Intenta hablar Victorio, pero su lengua va demasiado arrastrada, cada vez más y más. Kiera es quien contesta:

—Tranquila, está todo bajo control. Esa chica no es molestia en nuestros planes de sostener un reino con un matrimonio feliz y fundado en el amor.

Axya se vuelve a ella.

—Yo... No hay amor entre los dos...

—Pero te casas y luego te enamoras.

—¿No funcionan al revés las cosas?

—A veces se puede ser la excepción a la regla. La mayoría de los matrimonios que comienzan en amor, terminan en odio.

—¡Tampoco odio a Victorio...ni a nadie! ¡Ni quiero hacerlo!

—Solo deja que suceda.

—Yo...

—Ya se pueden marchar.

Los integrantes de la guardia se van contra los jóvenes para sacarlos del despacho de la reina.

Les obligan a retroceder y desaparecer de la vista de ella.

Sin embargo, el corazón de Axya se encoge al percibir un grito de desesperación y dolor de parte de una voz que conoce muy bien.

Muy bien...

Es el Teniente.

El que la invadió en el ascensor, antes de llegar al hotel donde se está quedando gracias a la intervención de la reina, pero quien supo burlar al sistema de seguridad para encontrarla y amenazarla. ¿Fue culpa de ella que está él acá? ¿Qué causó toda esta situación? ¿Le ha tomado de rehén, qué otra cosa se supone que hace en el palacio en medio de todo un conflicto que podría desatar una revolución armada, acudiendo a la violencia en todo su esplendor despiadado?

Algo más.

Una parte de sí está segura de que le están torturando. ¿No era objetivo de Kiera vencer toda esta situación de acceso por la fuerza?

"¡KIERA LO CONSIGUIÓ! ¡LE HA CAPTURADO!" Y ahora ellos mismos serían sus prisioneros.

Y otra preocupación: ¿cómo conseguiría Axya pasar la noche con Victorio estando ambos medio groguis? O mejor dicho, literalmente, extasiados y drogados hasta la médula.

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#EsclavaDelRey