«Quien diría... Quien diría que una noche lo arreglaría todo. Quien diría que llegarías tu a sanar mis heridas, y sin saberlo yo he curado muchas que monstruos del pasado han dejado. Quien diría que en ese bar, repleto de personas... Tu me elegirás...
Un fragmento de luz se cuela por la ventana, a través de las extensas cortinas que cubren los ventanales del cuarto. Con el objetivo de evitar la entrada de luminosidad al mismo. De no ser por esto, no me despertaba ni un ejercito gritando sobre mi. A continuación, fije mi vista en el reloj, el cual marcaba casi las diez... todas las alarmas se encendieron en mi cabeza, llegando a mi mente el mensaje que ayer por la noche llego:
"Te precisamos aquí antes de las once por la junta que fue pospuesta."
Busque el primer conjunto formal en la poca ropa que aquí tenia, me sentí raro ya que estos meses han sido trabajar a través de llamadas que solo se basaban en repudiar a cada empleado por no poder cumplir con su objetivo trabajo. Baje las escaleras y un aroma a galletas, inundo mis fosas nasales. Georgia estaba sobre el suelo jugando con Oliver, al escucharme bajar las escaleras, su mirada se dirigió a mi y una sonrisa se formo en sus labios.
—Oh, se despertó la bella durmiente- Dijo ella con una pizca de burla en sus palabras.
—Se que soy bello pero no me llames asi-
Ella emitió una risa que sonó de lo mas dulce a mis oídos, pero note que era por los extraños movimientos del felino.
—Tu desayuno esta en la cocina, noto que estas apurado-
—Te lo agradezco- Declare, entrando a la cocina. Bebi mi te lo mas rápido que pude y comí una galleta de las que había horneado, hacia maravillas.
Luego de unos minutos me encontraba tecleando un mensaje a mi asistente, necesitaba que estuviera presente para generar el informe de la reunión, que si la pospusieron; no fue por ansias de concretarla.
—Si por cualquier motivo, me llamas a mi o a la oficina, no lo dudes- Exprese dejando un beso en su mejilla.
—Lo hare...se que estas muy apurado pero necesito hacerte una pregunta- Asentí con la intención de escucharla a lo que sus labios formularon: —¿Por que no me besas? Es demasiado quizás, discúlpame-
—No hay acto que se asemeje al de besarte... Pero no quiero ni presionarte ni tampoco exceder limites, limites que me he propuesto por tus vivencias-
Sus ojos se profundizaron en una mirada de ternura, una lagrima descendió de uno de ellos.
—¿Dónde has estado todos estos años? Gracias por ser así conmigo-
—Buscando a alguien como tu, pero te encontré y no necesite mas nada. Eres mas de lo que siempre quise- Declare, acercando nuestros labios en un beso corto pero dulce, así eran los acercamientos con ella. Nada podía ser mejor que esto.
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Siendo las cinco pm, pude regresar a casa. Georgia se había quedado con Mary y eso calmo un poco mi nerviosismo, ya que no quería que estuviera sola. Decidí contratar un móvil de la policía que rodearían en los alrededores, aunque confirmaban que quien podría volver a hacerle daño, se encontraba en la cárcel. Poseer dinero mueve todo mas rápido y no me importa invertir todo mi dinero en encarcelarlo, pero el no volverá a dañarla, es un hecho.
Tema que al instante tuve que dejar de lado gracias a que, aun no habíamos resuelto los problemas que Mark dejo. Ya que debíamos definir como proseguir ahora, aunque el ADN haya dado positivo y Mark haya quebrantado parte de su reputación, el quería algo y no pararía hasta conseguirlo. —Sin importar que hayamos resuelto un problema, presiento que es comienzo de uno mas grande- Menciono mi madre como si me hubiera leído la mente.
—¿Ósea que en uno de los casos, el podría hacer algo peor?- Puso en cuestionamiento Georgia, deduzco, refiriéndose a Mark.
—Nunca sabremos cuales son sus planes, ya que su asquerosa y retorcida cabeza, le hace planear e idealizar futuras intenciones estratégicas, que claramente van en contra de sus propios principios y virtudes- Explique, remarcando con sarcasmo estas ultimas características.
—Exacto, frente a una cámara siempre fingirá ser alguien pero detrás de el y sus matones, hay cosas verdaderamente nefastas- Complemento mi madre, quien lo conocía desde la preparatoria, lugar en el que ya tenia actitudes psicópatas.
El tiempo que nos quedo del día, fue utilizado en cosas productivas. Cada uno se vio en la obligación de volver a sus responsabilidades cotidianas. Georgia ansiaba conocer a Emma pero esta ultima, debía recuperarse de los malos ratos. Los cuales ella juro no existían, ya que nos comento que Mark le había ubicado en un cuarto para que pudiera divertirse, "no estuve sola", declaro ella, agregando que se la pasaba con unas señoras que a su parecer, trabajaban para ese señor.
A pesar de que quise ir a interrogarlo por mi cuenta para saber si le había hecho algo a Emma, el se encargo de enviar un fax explicando que si quería que supiéramos sus intenciones, que me uniera a su campaña, que no era capaz de hacerle daño a una niña que ni quiera tenia su sangre. Me hirvió la sangre, tranquilamente podía decirme las cosas, tratarlas conmigo, a pesar de que fuera a negarme. Pero para Mark, las cosas debían ser mas desastrosas. Su excusa fue ignorada, ya que bien sabia por que hizo sufrir a mi madre. Lo entendía a la perfección, y cada lagrima que le hizo pasar, la pagaría una por una.
Me encontraba ahora mismo, recogiendo los juguetes del pequeño Oliver, buscando a Gigy por toda la casa. Al subir las interminables escaleras, supuse estaba leyendo. Abrí la puerta de golpe y la encontré semi desnuda, ¡mierda! —Lo siento, discúlpame- Exclame dándome la vuelta, no pudiendo borrar su imagen de mi cabeza... es perfecta.
No, piensa en fresco. Pensamientos así no.
—Lo lamento- Murmure cuando ella salió de la habitación, roja como un tomate —Es que Sophie esta al teléfono-
—Esta bien, tranquilo. Al fin y al cabo, eres mi novio- Respondió ella avergonzada.
—Que lo sea, no me da derecho de entrar sin golpear. Discúlpame- Establecí, algo frustrado.
Ella mordió sus labios y asintió —Bien-, luego fue a contestar su llamada.
