Capitulo Tres

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Cuando llegamos a mi casa, su ceño se frunció al ver que alguien estaba sentado en las escaleras con una botella de algo que parecía ser cerveza. El me pregunto que si sabia quien era y al girarme a ver solo pude asentir por que claro que lo conocía, era Liam y era claro que el no aceptaría que yo le había terminado. 

Pase mis manos con frustración sobre mis piernas, hacia algo de frio y los nervios estaban ocupando el lugar que hace rato estaba lleno de tranquilidad. Al acercarme a el, solte con algo de enojo: —¿Qué quieres ahora? Vete por favor-

—Por que me hablas así, vamos Gigy te extraño quiso abrazarme pero lo empuje, enseguida Matthew se acerco a mi y Liam lo miro con desprecio antes de soltar que quien era y por que se acercaba a mi.

—Ya puedes irte niñito rico, yo cuidare de ella por que es mi novia- Remarco el "mi" cuando bien sabíamos que yo ya había terminado con el, Matthew no hizo caso omiso a la orden de el y se quedo al lado mío, su mirada volvía a ser intimidante. 

—Tu no eres mi novio y sabes bien, mejor que nadie por que, así que ya lárgate. Harta de ti y de tus estupideces, así que dígnate a irte o llamare a la policía y hablo enserio- El al escuchar mis palabras, su rostro se torno furioso y me tomo del brazo, gritándome que yo le pertenecía y que nadie me escucharía. Matthew rápidamente lo empujo y ambos comenzaron a golpearse, una vez teniendo a Liam en el suelo, Matthew le dijo muy enojado: —Si ella te dice que te vayas, te vas. No tienes por que obligarla a nada, respétala imbécil.- Con desprecio lo soltó, llegando rápidamente un móvil de la policía.

Supe que era lo mejor cuando lograron meterlo al coche y se lo llevaron, con preocupación me gire a ver a Matthew, al cual le sangraba la nariz. De la nada un fuerte mareo volvió a hacerme sentir una molestia en la cabeza, el intento sostenerme y solté una queja ya que había tocado justo donde Liam me había lastimado dos días atrás.

—Vamos adentro, debes curarte esa ceja también- Demandante le anuncie y el se noto preocupado al haber evitado el tema

Al entrar a la casa, el observo todo expectante. Busque el botiquín para curarlo cuando de la nada, tocaron a la puerta. Del otro lado se encontraba Mary, la cual se veía preocupada: —Tomaste una decisión sobre realizar una denuncia? El no te hace bien y lo sabes, no solo por eso, hasta las marcas en tu cuerpo lo hacen- No quería que nadie mas lo supiera pero al parecer Matthew si escucho, por que cuando termine de hablar con Mary, el se quedo en silencio.

—Discúlpame por lo de hace rato- Susurre sintiendo un nudo en la garganta, sabiendo que el no querría una amistad luego de lo que paso, sabiendo que nadie quiere acercarse a mi por cosas como estas.

—No te disculpes, agradece por que estuve alli para evitar que el te siguiera gritando- Supuse que el no diría eso, creí que sabia que Liam me golpeaba ya que supuse que habia escuchado la conversación con Mary, aunque esa suposición se derrumbo cuando el dijo: —Quítate la camisa- Mis nervios aumentaron y con algo de gracia, le conteste: —Invítame un café primero- Y no pude evitar reírme demasiado y quizás malpensé algunas cosas.

—Ya lo hice pero no va al caso, hace unos minutos te quejaste cuando te sostuve y no creo haber utilizado fuerza en ti- Deje de reírme al escuchar eso, instantáneamente —¿O acaso si fui algo bruto?- 

Mierda.

—Claro que no, es complicado- Así que sentí que no me quedo mas remedio que quitarme la camisa y el suspiro al ver los hematomas en mi estomago, y uno de mis brazos estaban algo marcados. Sus ojos viajaron por cada marca y se quedo algo pensativo, me incomode un poco así que volví a vestirme. Esto no era nada comparado a cuando estaban recién hechas las marcas o moretones.

Pasaron unos minutos y termine de curarlo, el me miro y sin mas rodeos, pregunto: —¿Por que se lo permites?- 

—Esto no se trata de permitir o limitar, créeme- Murmure.

—Y entonces de que  se trata, por que no creo que adores que el te deje así de marcada. Y eso no es todo, estoy seguro de que hay mas- El estaba algo alterado, era lógico. —¿Harás esa denuncia?-

Solo negué con la cabeza.

—Claro, seguirás permitiendo todo esto- Dijo alzando la voz.

Di un paso hacia atrás y el noto que lo hice por que soltó un suspiro.

—No te metas en esto, al fin y al cabo, mañana te iras y olvidaras esto. ¿Quieres un estúpido agradecimiento? Bien, gracias-

—¿Qué te hace creer eso?- 

—¿Te importa?, ya mira deja todo así, te traeré las cosas así puedes dormir- 

Fui quien dio por finalizado el tema, subí las escaleras y al cabo de unos minutos traje un almohadón, y una manta. Encendí la calefacción y todo fue mas acogedor aquí adentro. También encontré una muda de ropa similar a un pijama que es de Ethan, no se daría cuenta así que se lo tendí en el sillón y el solo murmuro un "gracias". —Cualquier cosa estaré arriba, si necesitas otra manta o lo que sea, siéntete en tu casa, buenas noches.- 

Las palabras de Teo, resonaron en mi cabeza hasta que logre conciliar el sueño. A la mañana siguiente luego de vestirme, fui hacia el baño arrastrando los pies, al entrar había algo de vapor adentro por lo que comencé a lavarme los dientes en el lado de afuera donde esta el lavabo, al abrir el grifo para enjuagar el cepillo, alguien grito "mierda esta caliente" dentro del baño, ahí note que quizás Matthew estaba dentro.

—Lo siento, ¿estas bien?- Dije desde la puerta, ya que si se estaba bañando, no era correcto entrar.

—No disculpa, iba a pedirte permiso pero sinceramente estabas muy dormida, podrías...- Se quedo en silencio unos cinco segundos.

 —Oh, ya salgo... ¿necesitas un toallon?-

—Si, por favor-

Luego de entregarle el toallon, salí pero antes de eso me di vuelta y me encontré con su espalda desnuda, mierda no podía verlo. Por lo que cerré los ojos y con algo de nervios, dije: —Puedes ocupar mi habitación para vestirte- Y el comenzó a reírse —Oye, que es tan gracioso-

—Nada nada, es que tienes- Su dedo toco el borde de mis labios y admito, se me erizo el cuerpo con su toque repentino —Dentífrico- Solo le agradecí y lo deje a solas.










Al final, ¿caerias conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora