departamento 119 [renmin]

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Narrador: Omnisciente

—Deja de hacer eso. —reclama RenJun mientras JaeMin aprieta su pierna suavemente de manera divertida y concentrándose en manejar al mismo tiempo.

Están volviendo al edificio después de haber ido al súper de compras. En un principio, RenJun tenía planeado ir con Shotaro, pero al final lo canceló cuando JaeMin se ofreció a llevarlo pidiendo a cambio que cenaran juntos. RenJun aceptó, ya había pasado casi una semana sin ver a JaeMin y para ser sinceros, RenJun lo extrañaba un poquito.

—Me gustan tus piernas.

JaeMin lo mira por un momento y vuelve su mirada a la carretera. RenJun voltea a mirarlo, con ojos curiosos y una sonrisa que, aunque no se forma en sus labios, su rostro y ojos pareciera que lo hacen, brillando por solo mirar a JaeMin.

—Lo sé.

—¿Lo sabes? —la pregunta es un tanto socarrona y lasciva.

—Siempre haces eso.

—¿El qué? —da otro apretón y RenJun se queja porque este fue un poco más receptivo para vulnerable cuerpo.  

—Aprietas mis piernas cada que se te ocurre.

—Me gustan, aunque son delgadas tienen forma —sonríe—. Aún sigo con las ganas de que me ahorques con ellas.

—¡JaeMin! —alejó la mano de Na de un tirón y JaeMin rio aún más—. Solo concéntrate en manejar.

—Eso intento.

—¿Eso intentas?

—Tus shorts son muy ajustados, RenJun… no son cortos, pero-

—Pero, ¿qué? —interrumpe—. No me digas que…

—Sí —frenó la camioneta en unas calles un poco solitarias—. Y ya no aguanto.

—Por Dios, JaeMin. Eres un hormonal. Pareces un puberto de quince años.

—Perdón por eso.

Las ventanas de la camioneta eran polarizadas, RenJun agradeció por eso internamente y no dudó en también querer abalanzarse contra JaeMin para besarlo.

JaeMin le desabrochó el cinturón de seguridad a RenJun y el suyo al mismo tiempo para besarlo hambrientamente, mordiendo y lamiendo sus labios cada que tenía la oportunidad, acomodó el sillón del copiloto hacia atrás para tener espacio y así RenJun pudiese colocarse encima suyo, y eso mismo ocurrió.

Entre suspiros, roces, crearon una llama en sus cuerpos, llama que nunca se apagaba entre ambos, siempre persistía la pasión, el deseo, la lujuria y el fuego que recorre por sus interiores cuando están juntos. El aliento de JaeMin en el cuello de RenJun, repartiendo besos y mordidas suaves, todo mezclado y con una pequeña pizca de amor. El vehículo se atiborró de más suspiros, respiraciones agitadas y gemidos por parte de ambos.

Desnudos de la cadera para abajo y usando la debida protección, RenJun se hundió en JaeMin luego de haber sido preparado gentilmente, osciló contra el cuerpo de JaeMin con lentitud, buscando disfrutar del momento y, ante todo, que el vehículo no se moviera tanto, en cierto punto, se sentía avergonzado. Nunca en su vida pensó que terminaría haciéndolo en una camioneta.

Pero si era con JaeMin, lo valía.

Renjun comenzaba a sentir miedo, lo dejó pasar. Se concentró en cómo JaeMin lo miraba, descaradamente, con una sonrisa. Recibiendo sus besos lentos y suaves, los besos en las mejillas, el jugueteo con su cuerpo que solo lograba hacerlo delirar, era una mini tortura para él. Quería ir rápido, pero no quería dar indicios de lo que hacían ahí dentro.