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Narrador: Protagonista.

Quiero considerar que por el momento me encuentro mucho más estable de lo que estaba hace unas horas en las que transcurrí llorando para pasar a regular mis emociones y meditar la posición en la que me sitúo.

Empezando por el hecho de que he sido desechado por Na JaeMin. No podía enojarme con él solo por eso, lo único afectado en ello es mi orgullo, mi dignidad quizá solo un poco, especulé detalles que para mi fueron diferentes y llegué a creer que JaeMin podría sentirse justo como yo. Pfff, por favor. Las cosas estaban claras desde un principio, ¿No es así? No comprendo el porqué debería afectarme tanto.

O bueno, sí. Es la primera vez que he sido rechazado, este sentimiento en mi vida lo había vivido. Fue como un golpe repentino, aunque era de esperarse, no creí que doliera tanto al grado de no querer darle la cara a JaeMin porque me expondría de la manera más vergonzosa en mi vida y no creo estar preparado para eso. Es mucho al mismo tiempo.

Es cierto, mis esperanzas subieron demasiado y con ilusión cuando JaeMin confesó que también le gustaba, eso sin duda fue lo más abrupto que me había pasado, porque como repito, nunca en mi vida me habían rechazado hasta ahora. Agregando que, la única relación formal que he tenido -junto a JeNo-, el primero en confesarse fui yo, tuve otras, aunque fueron muy simples y duraban menos de un mes, sin embargo, el que constantemente se confesaba primero era yo, ver a alguien confesarse antes que yo fue desemejante.

No había otra salida más que superarlo, talvez y yo sí le gusto a JaeMin, puede y él sí haya sido sincero al momento de expresarse aquel día. Pero no es lo mismo gustar a amar... evidentemente no lo es. Por el momento no quiero ni topármelo, guardo el rencor de mi estima ahora estropeada.

Sumando a todo esto: JeNo.

No puedo protestar mucho cuando ambos nos hemos estado engañado de la misma manera, pese que, creo que lo de JeNo es un poco más extremo. Ahora que lo considero, el tema con JeNo había sido la causa de mi desplome. Muchos pensamientos habían arribado en mi cabeza. Como el hecho de que, para estar comprometido con una familia adinerada, él también debía serlo, ¿No? Nunca supe de ello, menos lo esperé. O también el acto de comprometerse entre familias, ¿Hay un tiempo determinado? Es decir, puede que desde mucho antes JeNo estuvo comprometido y no me dio ni la más mínima pista de que algo así sucedía. Necesito aclarar muchas de esas dudas y el único que puede responderlas es él.

Miro hacia el techo blanco de la habitación, respiro hondo y abandono de golpe todo el aire retenido. Doy un pequeño salto en la camilla cuando escucho que tocan la puerta. La voz de Mark resuena a través de la puerta y desato un quejido, aún quiero estar solo. Él parece ignorarlo y entra mirándome raro, como si estuviera molesto.

—Aún no es la hora de la cena, dije que quería-

—JaeMin y, especialmente JeNo, están aquí. —hace una mueca. Frunzo mi entrecejo ante lo dicho. ¿Esos dos juntos? La única manera en que suceda es que hayan hablado...

—No quiero que dejes entrar a JaeMin.

—Él no es el que insiste. —sí, bueno, quizá esa sinceridad me dolió un poco.

—¿JeNo?

—Él quiere hablar contigo, no lo he dejado pasar porque no sé qué es lo que creas o cómo te sientas con eso.

—Justo hace unos minutos estaba pensando en eso —miro hacia el techo de nuevo—. Déjalo pasar. —cierro y abro mis ojos pesadamente.

Mark asiente y está a punto de salir: —¡Oye! —le hablo nuevamente y voltea a mirarme, hago una seña hacia mi mismo con cuidado estando recostado.

departamento 119    [renmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora