departamento 119 [renmin]

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Narrador: Protagonista

Una semana pasó muy rápido, anduve triste todo el día. Por más que intentara hablar con Mark, me ignoraba. Si iba a su casa, no estaba, o quizá sí pero no me quiere ver. Si le envío mensajes, no contesta. Algunos los deja en leído y a veces noto que ni siquiera entra al chat, de hecho, ayer me bloqueó. A parte de estar ignorándome a mi, también lo está haciendo con ChenLe.

—¡Esto debe ser una pesadilla! —ChenLe se retuerce en el suelo del living, jalando sus cabellos. Lo observo desde el marco de la cocina y me burlo.

Al menos no me la he pasado solo esta semana. ChenLe ha estado conmigo. Como dije, muy a parte de que Mark lo ignora, la razón de esto es porque ChenLe nunca se inmutó en decirle a Mark sobre el tema de JaeMin conmigo. Dijo que quería su propio espacio, ChenLe mencionó que se enfureció con él un poco, no tanto como conmigo y como castigo no quiere ni verlo, ni hablarlo. ChenLe sufre silenciosamente, claro, a él probablemente lo hable después de esto. ¿Pero a mí? Sé que en algún momento volveremos a hablar, sin embargo, tardará mucho recuperarlo. Eso supongo.

—Es tu culpa, RenJun. Te dije que debías decirle.

—Tu nunca me dijiste eso, mentiroso.

—Lo que sea, debiste decirle. Por mientras estoy pagando tu castigo Premium incluido conmigo.

—¿Premium?

—Es muy caro, ya no resisto estar lejos de Mark. Ahora mismo estaría en su casa, jugando, besándonos, comiendo, de salida, es decir, no aburriéndome aquí por culpa de alguien.

—Ey, ¿Acaso te tengo atado aquí? —le pregunto—. No verdad, la puerta está disponible para ti, ábrela y salte.

—¿Ahora me echas?

—Deja de quejarte.

—Solo espero que JaeMin en verdad valga mucho para ti como para tener que pasar esto.

—¿Tanto extrañas a Mark?

—¿Tu no extrañarías a JaeMin si te separaras de él por culpa de alguien? —arrugó mis cejas, no lo comprendí.

—No lo sé.

—Es porque lo ves a diario.

—¿A diario? Estás aquí desde hace una semana, no lo he visto en ese tiempo, creo y hasta un poco más.

—Uh, ya te olvidó.

—ChenLe, te voy a sacar a patadas.

—¿Y si salimos? —se levanta del suelo, sentándose en el mismo—. ¡Vamos a salir! Por favor… distráeme un rato o moriré. —resoplo ante lo absurdo que suena eso.

—Está bien.

En realidad, sí quería salir. Llevo días enteros aburridos junto a ChenLe. No sé porqué razón vino a refugiarse conmigo pero duerme y come aquí desde hace días, justo después de que pasó lo de Mark, vino llorando a mi departamento. Un poco dramático al principio, aunque me he acostumbrado a ello.

—¡Abrieron un nuevo parque de diversiones! —se exalta y se incorpora completamente del suelo—. ¡Yo pago los juegos y tú la comida! O como quieras…