𝐀𝐌 | Bucky no puede dormir por las pesadillas y Dannika sufre insomnio, ambos hechos concluyen en ellos dos encontrándose en la escalera de incendios de su edificio. De la casualidad surgen grandes cosas.
THE FALCON AND THE WINTER SOLDIER
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Sin una nota, ni un rastro, abandono el piso de Bucky con un nudo en el estómago. No puedo distinguir si es hambre, angustia o una mezcla retorcida de ambas. Lo más probable es que sean las dos cosas. Lo único que me consuela es que mi mejor amiga, Holly, ha demostrado una habilidad casi paranormal para aparecer justo cuando la necesito. Ya viene en camino, después de ver con sus propios ojos la noticia del nuevo Capitán América.
Porque claro, nada dice "buenos días" como enterarte de que han sustituido a un ícono con un tipo que parece haber salido de un comercial de pasta de dientes.
Intento llamar a Bucky una, dos, diez veces. Holly, siempre dispuesta a ayudar, suma sus intentos al mío, pero es inútil. La única respuesta que recibimos es el insistente tono de llamada. No tengo idea de dónde ha ido, y la preocupación empieza a sentirse como un peso físico que no se disipa con el pasar de las horas.
—Tal vez solo quiere tiempo a solas —Siempre optimista, Holly lo intenta.
—O tal vez fue a hacer alguna locura porque nombraron a ese tonto egocéntrico como Capitán América —contraataco, fiel a mi naturaleza pesimista.
—Lo busqué en internet, tiene un historial increíble y parece ser una buena persona. Ha ayudado a mucha gente en su servicio.
Me encojo de hombros. El tal Walker me es indiferente, es bien sabido que poco le ha costado al mundo hacer como si nada a los años que perdimos y a los héroes que cayeron, es Bucky quien me importa en este momento.
El desorden en la sala de estar me lanza un recordatorio visual de lo que pasó anoche, de la promesa de la otra noche, de la felicidad que me hizo sentir. Qué diferente habría sido esta mañana si no fuera por esa noticia. Tal vez sería Bucky, y no Holly, quien estaría a mi lado ahora. Tal vez habríamos desayunado juntos, o habríamos ido más lejos y...
—¿Por qué tienes esa cara? —La voz de Holly me arranca de mi ensimismamiento.
Sabiendo que es inútil postergar lo inevitable, meto temporalmente bajo una alfombra imaginaria mis inquietudes y me sincero con felicidad.
—Anoche Bucky y yo nos besamos.
La reacción de Holly es inmediata, explosiva y, bueno, muy Holly. Salta del sofá como si el tapizado estuviera en llamas y aterriza a mi lado con sus ojos marrones enormes, rebosantes de curiosidad y emoción.
—¡Oh Dios mío! ¡He preparado mi discurso de compromiso desde el día que me lo presentaste!
—Holly, eso fue hace unas semanas —respondo, riéndome de su entusiasmo desmedido.
—¡Puedo olfatear el amor a distancia como Lottie!
—Tu perra no tiene sentido del olfato.
—¡Tienes que contarme todos los detalles antes de que él regrese! ¡Y tenemos que contarle a Alicia! —exclama aplaudiendo—. ¡Mi mejor amiga es novia de un superhéroe!