12 ── A.M

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Al final llega la temida época navideña, no es una blanca navidad, pero las personas están felices como no lo han estado en años. Hay millones celebrando como una familia completa, después de tanto tiempo separados.

Mis preocupaciones no han tenido sentido después de todo, si bien Robert es un poco más melancólico y mi hermana mayor nos ha abandonado para pasar las fiestas con su novio el snob, la casa no se siente vacía. Alicia y Holly han venido conmigo para llenar los dos lugares libres en nuestra mesa.

—Oh Dios mío. Se ven más delgadas niñas —se quejó mamá en el momento que abrió la puerta, seguido me atrapó en un abrazo—. ¡Seguro están pasando hambre allá!

Mis amigas no tardaron en abrazarla también, contentas de verla.

Escuché unos apresurados pasos resonando por el suelo de manera.

— ¡Hermana, volviste!

No entraré en detalles, pero hubo muchas lágrimas en la primera media hora. Mi hermano Robert "Rob" y yo nos la pasamos burlándonos de mamá y Holly por sus narices rojas como Rodolfo.

Fue agradable tener a Holly con nosotros, llenaba el lugar de Katherine en la cocina y de repente la escena se sentía como estar en la secundaria de nuevo. Mi hermana, mamá y yo en la cocina, papá y Robert haciendo los últimos recados con la pequeña Dahlia.

Y no es que no agradeciera la presencia de Alicia, es solo que ella odiaba la cocina tanto como la cocina la odia a ella.

En nuestra acogedora sala de estar, Alicia le contaba a Robert y Dahlia con oídos atentos, sobre su vida como periodista en Nueva York. Una parte de mi espera que esa charla le animara a retomar sus estudios, él tenía un futuro brillante y me entristece verlo tirar todo por la borda. Y no es que recriminara sus decisiones, solo anhelaba ver un poco de esa vitalidad que le distinguía, de nuevo.

La cena es maravillosa, la comida exquisita como siempre y comemos hasta saciarnos con el famoso pastel de nueces de Holly.

Al recibir la media noche, compartimos un abrazo más, antes de que Robert, Dahlia y mamá se vayan a sus habitaciones. Nos quedamos las chicas y yo desparramadas en la alfombra con una copa de vino en las manos.

—Creo que Sean me propondrá matrimonio este año —dice Alicia con una mueca detrás de su copa.

— ¿Y no es eso algo bueno?

— ¿Ya no lo amas? —Holly le pregunta—. ¿O no te sientes lista para el compromiso?

—No, no, claro que quiero casarme —la pelirroja niega con gesto pensativo—, pero es complicado. Él me gusta, muchísimo. Y es agradable e inteligente, pero creo que podría hacerlo mejor. No lo sé.

A.M. ✦ Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora