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Una nueva normalidad es lo que surge después del cumpleaños de mi vecino. Donde Bucky a veces toca la puerta para llegar, donde hay noches en las que entra vistiendo una camiseta de mangas cortas a mi piso, sin timidez alguna por su brazo. Es como si hubiéramos borrado la línea de timidez y, rayos, como me gusta la nueva normalidad.
De alguna manera nos hemos más táctiles. Y pasadas las primeras veces que me hicieron entrar en pánico y a él lucir culpable, comencé a derretirme por los gestos. De esa forma me di cuenta de los necesitados de cariño que habíamos estado los dos.
Entre mis esfuerzos por mantenerme firme para mamá y Dahlia, por años rehuí de las y del cariño que otra persona te puede dar, dejando solo a Holly penetrar mis defensas. Bucky al mismo tiempo no era muy distinto, con todo ese calvario vivido, estábamos hambrientos de tacto. De calor humano.
En este punto es cada vez más difícil disimular lo mucho que Bucky me gusta. Siento que cada persona que me ve lo puede notar en mi rostro.
Es un arduo trabajo ocultarlo cuando veo su gentileza, el modo en que sus ojos se cierran cuando ríe, la manera en que se convierte en un niño cuando hay tarta de por medio o lo dispuesto que está siempre a hacer todo lo que las señoras del edificio necesiten o se encaprichen con que él haga.
Con todo eso, es fácil ser su amiga, escucharlo y bromear con él. Pero no es sencillo tenerlo cerca, ser receptora de su protección y atenciones. Sentir que soy especial para él.
Una tarde que el café ha cerrado temprano por un compromiso de la supervisora, me dispongo a comprar una pizza en el camino y por fin penetrar la cueva en la que se esconde Bucky.
Toco un par de veces hasta que Bucky abre la puerta.
Está sorprendido por verme en su puerta, pero yo, yo estoy anonada de no ver más que un viejo televisor, una bolsa, dos cajas y un par de mantas en toda la sala de estar. ¿Así es como ha estado viviendo todo este tiempo?
—Hola, Bucky —Intento sonreír con normalidad.
—Tú... ¿Qué haces aquí?
—Iba a sorprenderte con pizza y eso —respondo distraída por la vista detrás de él—. ¿Vives aquí?
Todavía no me deja pasar, eso ya dice mucho por si solo.
—He vivido aquí desde el año pasado —se encoge de hombros, incómodo.
—Es cierto que hay cierto gusto por el minimalismo, pero eso es extremo hasta para ti —No parece entender de qué hablo y me voy directo al punto—. ¿No puedo pasar?
Con un quejido cansado se hace a un lado y sí, esto es grave. Aunque al menos tiene un televisor.
—¿No preferirías que comiéramos en tu casa?
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A.M. ✦ Bucky Barnes
Fanfic𝐀𝐌 | Bucky no puede dormir por las pesadillas y Dannika sufre insomnio, ambos hechos concluyen en ellos dos encontrándose en la escalera de incendios de su edificio. De la casualidad surgen grandes cosas. THE FALCON AND THE WINTER SOLDIER ...