Mirar, torcer y abrir.

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- ¿Quién se va a mudar a mi apartamento? – la actual inquilina hacia acto de presencia.

Momo y la agente giraron su cabeza inmediatamente. De hecho, la japonesa lo hizo tan rápido que le quedo doliendo el cuello, pero por supuesto que disimulo en dolor transformando la mueca en una sutil sonrisa.

Sin embargo, al contrario de las otras dos, Sana giro lentamente y con la suma tranquilidad que la caracterizada. No temblaba a la hora de hacer negocios por sumas gigantescas de dinero así que mucho menos lo iba a hacer a la hora de sacar a patadas al desagradable ocupante de su apartamento... o al menos eso creía.

El temblor, que digo temblor, el terremoto, que digo terremoto, el tsunami que recorrió todo su cuerpo en cuanto sus ojos encontraron el cuerpo y el rostro de la inquilina, tiro por la borda la tranquilidad y templanza anterior. En tan solo dos segundos, ese pequeño cuerpo que ese había quedado estancado en la puerta de entrada, había logrado hacerle sentir lo que en sus 25 años de vida no había sentido. Con solo una mirada, la castaña que tenia a tan solo dieciocho pasos, calculo Sana rápidamente, había hecho que la empresaria se sintiera desnuda como su madre la trajo al mundo.

- ¿Se puede saber que carajos eres? -la voz de Momo saco a las 3 mujeres de sus distintos pensamientos-. ¿Tuviste una cita con Chris Brown o algo así? -pregunto nuevamente la japonesa, que claramente se había centrado en los moretones, rasguños y pequeñas cortaduras que ocupaban la mayor superficie del rostro de la castaña. Aunque las heridas no eran recientes, le daban un aspecto tétrico a su rostro.

-Ella es Chou Tzuyu, es quien vive aquí -antes de que la inquilina pudiera contestar, la agente inmobiliaria apresuro las presentaciones para tratar de aliviar el momento-. Señorita Chou, ¿se encuentra bien? -pregunto, dando varios pasos hacia la castaña.

En cuanto vio que la agento dio varios pasos hacia ella, la inquilina retrocedió rápidamente, alejándose de cualquier inquisición. La pared hizo que no pudiera retroceder mas y agradeció internamente que la mujer hubiera detenido su avance al notar su incomodidad.

- ¿Por qué están en mi casa? -volvió a preguntar a ninguna en particular.

Era la único que iba a decir Tzuyu para después descansar contra la pared, esperando que alguna de las otras mujeres le explicara por qué estaban allí mientras ella se dedicaba a inspeccionarlas desde su lugar.

Cuando se topo con la mirada evaluadora de Sana, decidió que era mejor mantener la cabeza abajo, sus ojos contaban demasiadas historias que ni ella misma quería recordar. Por otro lado, la rubia acorto un poco la distancia sin sacar la mirada de la otra muchacha, no porque no quisiera, simplemente no podía.

-Señorita Chou -la agente carraspeo antes de seguir hablando -. Tengo entendido que usted le informo a mi jefe que no tenia problemas en tener compañeros de apartamento -le dijo.

Lejos de contestar, Tzuyu se limito a asentir con su cabeza.

-De acuerdo -continuo la agente inmobiliaria -. Estas señoritas -señalo a Sana y a Momo de forma inútil porque Tzuyu seguía sin mirarlas – desean mudarse mañana mismo, si no hay inconveniente con usted, claro -agrego, volviendo a mirar a la castaña y obteniendo la misma apatía anterior-. ¿Usted quiere entrevistarlas o hacerles alguna pregunta? – que más quería ella que alguien les hiciera pasar un mal momento a las dos mujeres que habían sido su pesadilla durante un largo rato.

Tzuyu, nuevamente sin palabras, se limito a subir los hombros, restándole importancia a lo que estaba diciendo la mujer.

Suspirando, la agente suspiro.

-Bien, ya que han finalizado los problemas creo que no queda más que...

-Hm -la carraspera de Sana la detuvo -. ¿Finalizado los problemas dijo? -pregunto sin sacarle los ojos de encima a la castaña-. Yo creo que aun no comienzan-agrego, esperando recibir la atención de la mas alta de las presentes en la sala, pero sin éxito alguno porque Tzuyu seguían muy entretenida mirando el piso.

No soy para ti - SATZUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora