Llego la pizza.

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Sana había decidido que era mejor que ella misma acompañara a Tzuyu hasta el estacionamiento. No porque no confiaba en Nayeon, sino porque: primero, la mujer aun no salía del estupor de ver a la tatuadora desnuda y segundo, y no menos importante, si la pelirroja acompañaba a la castaña, de esa manera podía aprovechar el ascensor para repasar las partes de la boca que amaba de la otra chica y dejar que Tzuyu esculcara su boca como ella quisiera, o podía aprovechar la poca luminosidad del parqueadero de autos para, apoyadas en el camioncito de helado, repasar el contorno de la castaña con sus propias manos y de paso, también podía dejar que Tzuyu se desquitara jugando un rato con ella. Como sea, hicieron todo eso y un poco más. Toda la diversión termino cuando el guardia del estacionamiento encendió el pitido que avisa la entrada de un nuevo auto y la pelirroja dio un ultimo y profundo beso a su chica para dejarla ir completamente malhumorada por su erección sin tratar.

La sonrisa que Sana portaba en su rostro a medida que caminaba por el edificio le dio que sospechar a mas de uno de sus propios empleados. La pelirroja no sabia si la miraban por eso o por su raro caminar, sea lo que sea, Sana lo llevaba con orgullo, la sonrisa porque tenia una novia que la hacia enamorarse cada vez mas y su caminar porque para ella era una medalla de honor, no cualquiera recibe el exclusivo trato del rarón y vive para contarlo.

- Nayeon... -llego al escritorio de su secretaria.

- ¿Se encuentra bien, señorita? -la mujer la miraba como una madre preocupada mira a su hijo.

Sana alzó una ceja y contesto: - Estoy perfecta, Nayeon, gracias por preo-

- ¿Esta segura? Porque, disculpé si me meto, pero... es que... como decirlo... lo que vi... es... es... -la preocupación de la mujer era evidente y no encontraba palabras.

- Coneja -la freno Sana-. Estoy muy bien, agradezco tu preocupación, de todas maneras. ¿Terminaste con tus tareas? -le pregunto.

- Por supuesto, señorita Sana -le aseguro orgullosa de su propio trabajo-. Ya limpié su agenda de hoy como usted me ordeno y todos los asuntos urgentes ya están solucionados -informo.

- Perfecto -dijo Sana-. Da el aviso a todos los empleados entonces, tienen el resto del día libre y después de eso puedes retirarte, muchas gracias por todo, coneja -le dijo a su empleado, sonriendo-. ¿Algún problema? -la mujer se le había quedado mirando como si de su boca escupiera fuego.

- Disculpe, pero... ¿me podría repetir lo que acaba de decir, señorita? -pidió con respeto la mujer.

- Nayeon -Sana se resignó-. No has escuchado mal ni nada por el estilo. No tengo la cabeza en el lugar correcto para trabajar esta tarde -la cara de picara de Nayeon lo dijo todo-. ¡Exacto! -Sana adivino el pensamiento-. Ya sabes donde esta mi cabeza y por eso si yo no trabajo, no puedo obligar a mis empleados a hacerlo también, por lo tanto, tendré la tarde libre, no pasa nada si en una tarde no trabajamos -anuncio, retirándose a tu oficina-. Hazte cargo, por favor -ordeno suavemente.

Momo miro el teléfono sabiendo que le esperaba una difícil tarea de convencer a los empleados de que lo que decía no era broma.

En cuanto Sana entró a su oficina, se encontró con la mirada de Momo sobre ella. La japonesa mayor estaba sentada sobre el escritorio y la miraba seriamente y de brazos cruzados. Sana le respondió mirándola con la misma seriedad. Momo fue la primera en quebrarse cuando de su boca salió una mueca de burla y le abrió los brazos a su amiga.

- Momoring... -Sana corrió a los brazos de su amiga y se fundieron en un fuerte y acogedor abrazo de esos que compartían en verdaderos momentos de necesidad y que Sana solo recordaba haber compartido con Momo cinco de ellos.

Uno cuando ganaron su primer campeonato nacional de porristas, otro cuando Momo le confeso a Sana su homosexualidad, un tercero cuando Dahyun le dijo a Momo que estaba enamorada de Michael, el penúltimo cuando Sana y ella se abrazaron luego del test de embarazo negativo que la pelirroja se tuvo que hacer porque pensaba que estaba embarazada de Hyunjin y el quinto y último hace unos días luego de que Dahyun anunciara con noviazgo con Eunwoo. Este era el sexto en mas de veinte años de amistad.

No soy para ti - SATZUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora