Eso es Todo

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–En una de mis sesiones con mi psicólogo particular, me pidió que describiera mi vida en una palabra. Mi elección fue 'soledad'. Acto seguido, me explicó que uno siempre debe estar cómodo con uno mismo para no sentirse solo. No me atreví a decirlo en su momento, pero siempre he odiado convivir conmigo. Soy una persona que nunca se ha gustado. Ya sea físicamente o en personalidad. Por lo que siempre he buscado una manera de evitar estar a solas con mi persona. Ya sea en la escuela, skate, amigos, etc. Pero nunca llegué a sentirme cien por ciento cómodo o completo.

Durante el año, pude darme cuenta de varias cosas. Entre ellas, las razones por las que no podía sentirme genuinamente feliz. Toda mi vida me he estado preocupando en cómo están los demás. El estado de ánimo de mi familia y amigos eran todo para mí. Pero nunca me di mi tiempo y mi espacio. Crecí creyendo que la única manera de saber que era bueno era si los demás me lo decían, como yo procuró siempre decirles a ellos.

No fue hasta que lo conocí a él que caí en cuenta. Nunca he sido feliz. Porque nunca me he dado el tiempo de ser mi mejor versión. Toda mi vida busqué ser perfecto para todos, menos para mí mismo.

No voy a mentir diciendo que del día para la mañana cambié y ya estoy lista para enfrentarme y estar cómodo conmigo al instante. Pero ahora estoy dispuesto a realmente darme la oportunidad de ser mi mejor amigo.

A partir de hoy, estoy realmente dispuesto a vivir– alzó la mirada y se encontró con su reflejo. Sonrió –Seamos felices.

Tocaron el timbre.

El pelirrojo sonrió y corrió escaleras abajo.

–Hola, cariño– subió al auto.

–Hola, amor– lo besó el peli celeste.

–Oh vamos ¿No se pueden esperar a que no esté aquí?– bufó el menor.

–Oh, hola, Miya– lo miró Reki por el retrovisor –¿No tenías una cita para la boda también?

–Val dijo que me encontraría allá– revisó su celular –¿Pueden creer que al final sí se casarán? Empezaron un año después que ustedes dos y ya les ganaron– se burló.

–Cierra la boca, Chinen– soltó la pareja al unísono.

–Estoy feliz por Kaoru y Kojiro. Después de todo lo que pasaron, merecían ser felices– sonrió Langa.

–Sí– suspiró Reki mientras jugaba con sus manos.

Siendo cien por ciento sincero, él esperaba recibir el anillo antes. Lo hubiera hecho él mismo, pero, desde que formalizaron su relación, Langa le dijo que quería ser él quien le propusiera matrimonio.

Con el paso del tiempo, todo había cambiado.

Ainosuke fue expulsado después de cinco denuncias anónimas. Varios rumores sobre que fue a prisión se difundieron de manera rápida, pero todos eran falsos. El chico estudió en casa y se mudó a Inglaterra para continuar con su negocio familiar. Negocio que se encontraba a nada de la quiebra.

Miya tomó la decisión de tomar su adolescencia con calma y alejarse de todas las malas influencias. Aunque al principio pasó un mal momento superando a Reki, pronto encontró a una chica que llenó su corazón. Terminó graduándose con honores.

Kojiro y Kaoru volvieron a ser mejores amigos. Se separaron por un tiempo debido a un viaje de intercambio del peliverde, pero todo ese periódo ayudó al pelirrosa a darse cuenta de sus sentimientos. En cuanto regresó, formalizaron su relación. Ahora cada uno era dueño de negocios medianamente exitosos. Un restaurante y un laboratorio de reparación de equipos tecnológicos.

Langa abandonó la carrera de arquitectura. Al principio le fue difícil, ya que esto significaba que no vería mucho a Reki, pero había encontrado una nueva pasión. La psicología. A pesar de todo, finalmente pudo sentirse completo y fue el mejor estudiante de su generación. En su discurso de fin de cursos, agradeció a Hiromi, Reki y a su madre por inspirarlo. Ese mismo día, él y el pelirrojo se volvieron una pareja.

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