Soltar

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–¿Hasegawa y Chinen están peleados?

–Escuché que Chinen besó a su novio.

–¿El pelirrojo? Lo he visto, es lindo. Pero que desde que llegó con ellos solo les ha traído problemas.

–Ni que lo digas ¿Estuviste en la fiesta alpha de la otra vez? El chico, Shindo, Chinen y el presidente estudiantil estaban hasta el tope de drogas– rio –Hasegawa llegó enserio molesto, parecía asesinaría a alguien. Nunca lo había visto así.

–Pues seguro no es una buena influencia. De hecho, escuché que es el ex novio de Tatsu. Él dice que es una prostituta.

Reki cerró con fuerza su casillero. Fue entonces en que los alumnos chismeando se dieron cuenta de su presencia.

Quedaron helados al verlo. Sin embargo, no les dijo nada. Solo los pasó de largo.

Estaba al tanto de la pelea entre Langa y Miya, aunque no sabía bien los detalles ¿Acaso los demás tenían razón? ¿Había destruido un grupo perfecto? o peor ¿Había arruinado a Langa?

Un nudo se formaba en su garganta, pero no se daría el lujo de llorar frente a tantas personas. Pero tener tantos ojos sobre él lo ponía ansioso.

–Ey– lo sostuvo a alguien por el hombro.

El menor se sobresaltó y volteó de golpe.

–Cherry, me asustaste– murmuró.

–Lo siento– lo miró con dulzura –Solo te vi algo alterado y quería saber cómo te sientes.

–Oh, no te preocupes– suspiró –Problemas míos– forzó una sonrisa y lo miró.

No se veía impecable como en días anteriores. Su cola de cabello ahora tenía unos cuantos cabellos sueltos, su maquillaje tenía un delineador algo chueco y sus ojos parecían haber llorado.

–¿Tú te sientes bien?– susurró.

El pelirrosa tragó saliva y miró al suelo.

–Ey ¿Tienes las hora libre?– preguntó –¿Qué tal si vamos a comer?

–Está bien– respondió Reki.

Fueron a una cafetería fuera del campus. Pareciera que ninguno de los dos quisieran ser vistos ahí.

El pelirrojo había mentido. Sí tenía clase, pero no se sentía listo para ver a Langa.

Cuando llegaron, pidieron unos sandwiches y un par de cafés. Por unos minutos todo fue silencio. Ninguno de los dos había pensado que antes de ese momento jamás se habían encontrado solo ellos dos.

–¿Y qué tal te va en las clases?– intentó el mayor hacer conversación.

–Umm, bien– respondió con inseguridad.

–Estudias arquitectura ¿Verdad? Suena divertido– dio un sorbo a su bebida.

–¿Cómo lo sabes?

–Sé todo de todo el mundo– sonrió algo orgulloso –Fue uno de los fuertes de mi campaña cuando me postulé a presidente del consejo.

–¿Enserio?– lo miró sorprendido –¿Qué tanto sabes de mí?

–Pues tienes diecisiete. Tu familia consiste en tu madre, tu padre, aunque casi nunca está, y tres hermanas menores. Eres bisexual y te gustan los deportes extremos. Tu signo es Leo y tu personalidad ENFP. Sin embargo, tienes muchos problemas de autoestima y sobre todo de ansiedad. Además de una probable depresión. Al menos un 30% de la comunidad estudiantil sufre lo mismo que tú, por lo que propuse la sala de aromaterapia y meditación– respondió.

El contrario quedó sorprendido –Eso es tan aterrador.

–Pero gané ¿No?– rio.

–Eso creo– lo imitó.

Soltó un pesado suspiro –Oye, Reki, sé que no me incumbe, pero ¿Todo está bien entre Langa y tú? Escuché por Kojiro que empezaron a salir.

–Esa "salida" solo duró un acostón– murmuró con tristeza –Como sea, él no quiere saber nada de mí. Y tal vez yo tampoco quiera saber nada de él– frunció el ceño.

Tragó saliva con incomodidad –¿Y qué hay de Miya?

–Oye, Cherry, si me hablas para tener el chisme completo, mejor me voy– intentó levantarse.

–¡Espera!– lo detuvo –Lo siento, estás en lo correcto. Me estaba entrometiendo demasiado. Solo, por favor no te vayas– se le cristalizaron los ojos.

El pelirrojo se sorprendió y volvió a tomar asiento.

–Ey ¿Todo bien?– preguntó con preocupación –Creo que Kojiro tiene libre a esta hora también ¿Quieres que le hable?.

–¡No!– gritó.

Guardó su teléfono –¿Pasó algo?

El pelirrosa se soltó a llorar. Algo que hizo que Reki entrara en pánico e intentara consolarlo, pero siempre había sido muy torpe al respecto.

–Lo arruiné– chilló –Lo arruiné, Reki. Perdí a Koji.

–¿Qué? ¿Pero qué sucedió?

–Él me dijo que me alejara de Ainosuke, pero nunca le hice caso. Y él me dijo que no podía seguir viéndome mientras siguiera con él. Pero no puedo dejarlo, Reki, yo lo amo– tomó su mano –Tú me entiendes ¿Verdad?

El menor lo miró con lástimas y asintió –Lo hago, pero es por que yo viví lo mismo con Tatsu. Kaoru, eres una persona increíble y muy hermoso ¿Enserio quieres desperdiciar tu vida con alguien que no te valora?

–Pero puedo cambiarlo, yo lo sé. Con el tiempo ha ido mejorando. Me doy cuenta. Tal vez sea lento, pero...

–No es tu trabajo– lo interrumpió –No es trabajo de nadie arreglar a otra persona. Tal vez al principio tú creas que todo estará bien, que serás un héroe. Pero tú también tienes problemas y creo que deberías resolverlos antes de entrar o continuar esa relación.

–¿Tú también quieres que esté con Kojiro, verdad?

–Yo no soy quien para que tomes esa decisión– le sonrió con dulzura.

Asintió con lentitud –Pero ¿No es eso lo que tú querías que Langa hiciera contigo?

Silencio.

Reki miró al suelo avergonzado y reflexionando sobre cada palabra que había salido de su boca ¿La solución siempre había estado ahí?

–Kaoru, no puedo obligarte, pero creo que...

–Voy a terminar con él– lo interrumpió –Pero tú también debes...

–Seguir con mi terapia– lo interrumpió.

Asintió –Oh, ten– le mandó un mensaje –Es el número de mi psiquiatra. Si no te sientes cómodo de ir con él, también puedes pedirle recomendaciones. Incluso de otros psicólogos.

–Gracias– respondió –Entonces ¿De verdad lo terminarás?

–Mhm, pero ¿Te puedo pedir un favor?

–Claro ¿Qué necesitas?

–¿Podrías acompañarme?– se sonrojó.

–¿Uh?

–Tengo mucho miedo. No quiero decir que debas estar a mi lado, pero al menos un poquito cerca donde Suke no te vea.

–Emm, bueno, supongo que puedo hacer eso.

–Gracias– lo abrazó para después levantarse.

–¿Y cuándo quieres hacerlo?– lo siguió Reki.

–Justo ahora– dijo decidido.

–¿Qué?

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