¹

252 28 8
                                    

Un día, Draken estaba llegando a casa de Mikey de buen humor. Pensaba que aquel día podría suceder algo interesante y lo supo bien cuando Mikey salió de su casa corriendo sin zapatillas y en pijama hasta él. Se abrazó y saltó de la emoción.
Mikey: ¡Ken-Chin! ¡Mira lo que tengo!
Draken: Antes de nada, buenos días Mikey. Y vamos dentro, que te pones malo.
Mikey se puso solamente las chanclas para volver a sentarse y leer en alto con toda su ilusión.
Mikey: ¡Querido Manjiro Sano! Osea yo. Queremos saber si tu y tus amigos podéis sobrevivir una semana en nuestra casa. Es a las afueras de Tokyo. Allí le esperamos, a usted a sus amigos. Puede llevar todos los que quiera pero que no sobrepasen los veinte. Firmado, anónimo. ¡Lo ves, es genial!
Draken: Has dicho... ¿Sobrevivir?
Antes de que Mikey le fuese a responder, otra voz los calló a los dos con un grito.
Emma: ¡¿Enserio?! Unas vacaciones. ¿Me vas a llevar, Mikey?
Mikey: ¡Sí! ¡A ti, a Ken-Chin, a Takemichi y a todos!
Izana: ¿Yo estoy incluído?
Mikey: ¡No, tú no!
Izana frunció el ceño y quiso ir contra Mikey. Mikey no iba cambiar tan fácilmente de opinión, por lo que Draken tendría que protegerlo.
Emma: ¡Venga, Mikey! Es también nuestro hermano. Debe venir. Y sabe pelear bien...
Mikey: ¡Jolines! ¡Vale! ¡Puedes venir Izana, pero solo porque Emma me lo pide!
Izana sonrió maliciosamente y se sentó. Había hecho que Mikey cambiará de opinión. Mikey aún enfadado con los mofletes hinchados, hizo un llamamiento grupal a sus amigos y decidieron irse aquel día por la mañana. Tal vez, sí que estaban saliendo bien las cosas aquel día como Draken quería.
Cogieron el autobús, ya que no estaba demasiado lejos pero no tan cerca para ir andando. Finalmente, al viaje iban a ir; Mikey, Draken, Izana, Emma, Takemichi, Hinata, Mitsuya, Chifuyu, Angry, Smiley, Kazutora, Baji, Inui, Koko, Hakkai y Yuzuha. Al llegar, se sorprendieron. ¡Era una casa diminuta!
Takemichi: Mikey, ¿no habías dicho que era para mucha gente?
Mikey: ¡Sí, me han engañado!
Izana: Je, je. Que pringao.
Pero al entrar, se llevaron otra sorpresa. ¡Era muchísimo más grandepor dentro! Tenía un salón y una cocina gigantes y el suelo estaba hecho de ladrillos. Había varias ventanas muy grandes. Todo estaba lleno de velas con la llama encendida. Y los cuartos... ¿Los cuartos?
Draken: Aquí falla algo. Vamos a buscar.
Aunque la casa fuera muy grande, no había cuartos. ¡No podrían dormir! O bueno, todos aplastando a todos en los dos sillones colocados en el centro junto a una pequeña mesita y encima de una alfombra poco vistosa. Como veían que no encontraban nada, también miraron por los lugares más raros de encontrar un cuarto y entonces...
Draken: ¡No fastidies! Mirad esto, chicos.
Draken enseñó a todos la nevera. Por un hueco bastante grande, podían entrar todos, a distintos momentos, pero podrían entrar. Y había un cartelito diciendo "Cuartos". Había que probar. Draken, al ser el primero en encontrarlo, se metió con dificultad por su altura y cuando llegó al otro lado, ¡sí que se llevó una sorpresa muy grande! Eran cinco cuartos con dos camas cada uno, pasillos muy grandes con fotos, todo de ladrillo negro. Las paredes y las camas también, lo que daba un tono tétrico. Pero además, había unas escaleras de caracol que podrías subir al piso de arriba. Y arriba había otros tres cuartos, con dos camas de litera en cada uno. Uno de esos cuartos tenía un espejo muy grande apoyado contra la pared. Seguramente, a los dueños les había dado pereza ponerlo y lo habían dejado asi para estorbar. El pasillo que conectaba los tres cuartos era estrecho, como si no quisiese dejar que hubiese más de dos personas en el mismo lugar, pero seguramente era porque a los dueño tampoco les había apetecido demolerlo y volver a empezar. Los amigos de Draken lo vieron todo y se emocionaron. Él se iba a quedar con Emma, su novia, en el cuarto del cristal para no estorbar al resto. Mikey no estaba muy alegre con quien le había tocado compartir cuarto.
Mikey: ¡Yo no quiero estar con Izana! ¡Seguro que no me deja dormir!
Izana: Es lo que hay. Tú me has invitado.
Mikey: ¡Yo no te he invitado a nada! ¡Tú has venido!
Takemichi: ¡Vale, vale! ¿Acabamos de llegar y ya hay pelea? Paz, por favor.
Draken ni quiso intervenir, más bien, le hacía gracia verlo. Emma le tocó el hombro.
Emma: ¿Me ayudas a subir con el equipaje?
Draken: Ah, sí vamos.
Una vez en su cuarto, poniendo la ropa de Emma en sus lugares, ella se preguntó que como se vería desde arriba de la litera. Draken la ayudó a subir y luego subió él también, cerrando antes la puerta.
Emma: ¡Qué altura!
Draken: Sí, bueno. No es mucha...
Emma: ¡Venga, hombre! ¡Anima un poco! ¿Hm? ¿Esa cara estaba antes ahí?
Draken: ¿Cuál cara?
Y al mirar, ¡eso sí que era una sorpresa! En el mismo reflejo en el que se veían por el espejo, había ¡alguien más! En la litera de abajo había una chica, aunque solo se le veía una parte de la cara, daba ya mucho miedo porque ella no estaba realmente allí, solo en el reflejo. La parte de la cara que se le veía era un ojo negro, negro, y que alrededor era rojo y tenía una sonrisa de oreja a oreja. ¡Eso sí que daba mucho miedo y no era una sorpresa para bien!
???: ¡Ya veo! Conque sois los nuevos invitados. Pues me lo habéis puesto fácil el que estéis justamente los dos ahí arriba sin cuidado. Nunca se sabe cuando... Te puedes caer.
Y entonces... La pata de metal se dobló y los dos empezaron a caerse al suelo. Por suerte, Draken saltó con Emma cogida como un bebé hacia el pasillo y se libraron de la caída.
???: ¡Tú! Has hecho que falle. Aunque no fallaré ahora.
Un empujón mágico le dio a Draken quien perdió el equilibro y fue a caerse por las escaleras de caracol, sin que antes pudiera cogerse a la barandilla y Emma hiciera lo mismo. De repente, la cama estaba en completa normalidad pero el espejo estaba contra la puerta bloqueandolo y con la chica aún, ahora al lado de ellos en las escaleras.
???: ¡No os librareis tan fácil de mi!
Draken: ¡Sí! Porque no te sabes mi técnica secreta en estos casos. ¡Huir!
Aún con Emma cogida, bajó todas las escaleras hasta volver al salón cruzando el frigorífico. Antes de eso, el espejo había sacado un bate y había intentado pegarles con él lanzandolo.
Emma: ¡¿Qué era eso?! ¡Qué miedo he pasado!
Koko: ¡Eh! ¿Qué os ocurre?
Emma: ¡Un fantasma ha intentado asesinarnos!
Draken: Sí... Algo así. Creo que nuestro cuarto no es seguro. Yo recomiendo que a partir de ahora, nos quedemos todos abajo sin subir.
Hina: ¿Y salir vale?
Draken: No conocemos el pueblo ni nada de esto. Recomiendo que nos quedemos los dieciséis juntos y tranquilos.
Mikey: Tarde, Mitsuya, Hakkai y Yuzuha han salido a comprar.
Chifuyu: Izana e Inui también ha salido.
Mikey: ¡¿Izana ha salido?! ¡Cierra la puerta! ¡Qué no vuelva!
Hina: Pobrecito...
Respiraron con calma. Algo pasaba que no sabían que era. Intentaban no tener miedo, tal vez solo había sido una visión antes. Draken y Emma empezaron a pensarlo también. Pero entonces... ¡Pum! Alguien abrió la puerta. Baji entró gritando y montonado un escándalo.
Baji: ¡Pasa algo fuera! ¡La gente... Es rara! ¡Es halloween!
Chifuyu: Baji-san, tranquilizate. Sabes qué la gente fuera de Tokyo no son como nosotros. Y halloween no es hoy.
Baji: ¡No es eso, idiota! ¡Sal fuera y miralo por ti mismo!
Todos salieron. El cielo era naranja y empezaba a hacer algo de frío. Pero como decía Baji, la gente se movía extraño hacia ellos. Cogeaban y tenían sangre por toda la cara. ¡No podía ser!
Chifuyu: ¡Oh dios! ¡Son zombies! ¡Cómo en mis cómics! ¡Es genial!
Takemichi: ¡Nada de genial! Vienen a por nosotros y no tenemos como pararlos. Además, os recuerdo que Inui y el resto han salido y a saber donde están ahora.
Mikey: ¡¿Mi hermano sigue fuera?! ¡Qué se lo coman los zombies! ¡Qué no le necesitamos!
Hina: ¡Mikey-kun!
La gente zombie se acercaba y no había armas para pegarles. Baji, Smiley y Kazutora salieron corriendo para pegarles unos puñetazos aunque si les mordían, no sabían que podía pasar. Draken entonces recordó el bate de antes y volvió a su cuarto a por él. Mikey cogió una mesa de madera que había fuera y la usó contra ellos. Hina y Emma se metieron dentro por miedo. Koko ayudó tirando cosas diminutas a los zombies y Takemichi y Angry se tapaban los ojos y hacían algo por ayudar.
Draken: ¡Vamos! ¡Voy a reventar zombies!
Chifuyu: ¡Te acompaño, Draken! ¡Es como en mis cómics!
Draken y Chifuyu se turnaron el bate para pegar a los zombies aunque no ayudaban mucho. Baji, Kazutora y Smiley se fueron acorralando por la cantidad de zombies que había. ¡Había cientos! ¡Miles! Finalmente, se quedaron sin fuerzas y tuvieron que meterse dentro de casa.
Hina: ¡Tenemos cinta adhesiva!
Emma: ¡Si pegamos las ventanas, no podrán entrar!
Draken: Vale. ¡Todos a tapiar ventanas!
Como el salón y la cocina estaban juntos y eran muy grandes, iba a costar bastante pegar todas las ventanas. Se dividieron y lo hicieron como pudieron. Emma repartía la cinta cuando iban a pedirle y luego, volvían corriendo para ponerla en la ventana. Finalmente, el esfuerzo dio su recompensa y los zombies no podían pasar.
Takemichi: Voy al baño. Hay uno arriba. Si pasa algo, os digo.
Mikey: Avisa que estas bien. Y si ves a Izana dile que no le dejas entrar.
Todos: ¡Mikey!
Mikey: ¡Vaaale! Ya paro con Izana...
Koko: ¿Creéis que Inui estará bien?
Kazutora: ¡No! Seguro se lo han comido ya los zombies porque es muy malo peleando.
Koko: ¡¿Qué gracia le ves tú a eso?!
Kazutora: Ninguna. Solo digo la verdad.
¡¡Pum!!
Mágicamente, los tablones del suelo se levantaron. La casa tenía vida. Espera, ¿la casa tenía vida? ¡Eso no tiene sentido! Pero era lo que había. La casa se movía a placer y esta, por lo menos era un amigo, no como la chica del espejo o los zombies. O tal vez, la chica fuese la casa...
Draken: ¡La casa está de nuestra parte!
Koko: ¡Me da igual que la casa esté de nuestra parte! ¡Quiero saber que mis amigos están bien!
Koko se tiró contra Kazutora para ahogarle contra el suelo de la rabia que tenía. La casa empezó a temblar para que parasen, pero Koko le empezó a pegar puñetazos por lo que había dicho.
Draken: ¡Detente Koko!
Smiley: Koko, esto no es una buena situación para pegar al responsable de nuestros problemas, el cual también es Kazutora.
Kazutora: ¡Para Koko! Sabes que digo la verdad. ¡Ninguno de los que han salido puede estar vivo ahora!

 ¡Ninguno de los que han salido puede estar vivo ahora!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

○w●

Pueblo encantado (Tr)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora