Mikey es invitado a una casa con sólo un propósito: sobrevivir. Según su invitación, decide invitar a varios de sus amigos, en concreto 15; 16 en total.
Con todos en la casa, empiezan a pasar cosas raras. Para empezar, una misteriosa chica aparece y...
Koko paró al momento cuando oyó el golpe. Hina y Emma pegaron un grito cada una. Y lo que pasaba era que... Smiley: ¡Ay! ¡Hermano! Sí, de tanto hablar sobre si sus amigos podían estar siendo comidos por zombies o no, había puesto nervioso a Angry y se había tirado al suelo, respirando muy rápido. Draken: Angry, tranquilo... Angry: ¡Pero puede que sea demasiado tarde! ¡Pueden estar...! Kazutora: ¡Otro que piensa como yo! ¡Já! Koko le dio un puñetazo más para rematar y que se quedase callado. Draken hizo un esfuerzo para coger a Angry, quien estaba muy nervioso, y ponerlo en el sofá. Su hermano y Mikey se sentaron con ellos. Draken: Hazme caso, seguro que Mitsuya ha podido con todos los zombies y han buscado refugio. No te preocupes. Angry: No puedes saberlo. Smiley: ¡Sí puede! Mitsuya es más fuerte que yo y seguro ha matado a todos. Los zombies, me refiero... Mikey: ¡Exacto! Y a por nosotros tampoco van a venir a comernos porque me tenéis a mí y a Ken-Chin! Baji: ¡Y a mi! ¡Qué no falte el mejor capitán! Chifuyu: A mi también me tenéis, pero pensáis que no soy fuerte. Baji: Es que no eres fuerte. Chifuyu: ¡Sí que lo soy! ¡He matado a uno! Baji: ¡Y yo a diez! Draken: ¡No os peleéis! Angry está nervioso. Angry: No, Draken, no importa. Ya estoy mejor... Draken: Ah, vale. Bueno, ¿cuántos estamos? Hina: Once, más o menos. No sé, si habrá subido alguien o algo. Emma: ¡No subáis arriba! La señora del cristal nos ha querido matar. Smiley: ¿Cuál señora? ¡Seguro ha sido un sueño! Mikey: ¡Hablando de sueño! Tengo hambre. Chifuyu: Eso no tiene sentido. Se sentaron juntos. Hina y Emma decidieron cocinar algo para comer todos, como una cena. No sabían que hora era porque no tenían el móvil ni ventanas para mirar y la casa que se movía mágicamente tampoco es que hiciera maravillas, ni nada interesante. Cuando estaban terminando de hacer la cena, otro golpe fuerte se oyó, pero este sí que sonó bien fuerte. Tanto que todos se llevaron un susto muy grande. Chifuyu: ¿Qué... Ha sido eso...? Draken: Ha sonado... ¿Abajo? El término "abajo" hizo que todos se quedaran nerviosos. Draken, como el cuidador número uno de todos aquellos tenía que ir a ver que estaba pasando para que sonará un golpe abajo. Mikey se agarró a él a caballito y llevó él bate consigo. Mikey: ¡Yo te acompaño! Baji: ¡Intentad no morir en el intento! Draken: Que gracioso, Baji. Angry: ¿Se van a morir...? Baji: ¡No! ¡No pretendía decir que se vayan a morir, Angry...! Smiley: ¡Baji, maldito seas! Baji: ¡¿Cómo dices?! Draken: ¡Cállaos de una vez! Suelo de la casa con vida, ¿dónde puedo mirar algo.... Abajo? La casa empezó a mover sus peldaños hasta una compuerta secreta en una esquina de la casa hecha del mismo material. Llevaba a un agujero enorme y negro. Mikey se bajó de su espalda y pegó un salto dentro. Todos se habían levantado para mirar el interior y se quedaron asombrados al ver a Mikey siendo tan valiente, aunque duró poco. Mikey: ¡Ken-Chin! ¿Bajas ya? ¡Me he hecho daño! Baji: ¡Ja, ja, ja! ¡Sabía que la ibas a liar, Mikey! Mikey: Cállate, Baji. Draken: Sabes qué hay unas escaleras ¿no? Mikey: Sí, pero me apetecía saltar. Draken subió los ojos y bajó también. Cerró la compuerta para que si les atacaban los zombies, que el resto estuviera a salvo. Mikey: ¿Para qué cierras? ¡Deja abierto, "sotonto"! Draken: Shh, no armes tanto escándalo. ¡Mira! Bajo una de las ventanas azules ya rota, había una criatura. Solo se le veían los ojos pero ya daba mucho miedo. Mikey no se lo pensó ni dos veces cuando le pegó con el bate en las costillas. Draken lo paró cuando iba a hacer su segundo ataque. Draken: ¡Mikey! ¡Qué no es un zombie! Mikey: ¿Ah, no? Draken: ¡Mira! Los zombies suelen ir encorvados y tienen el color de piel pálido. Mikey: ¿Y tú como ves el color si es de noche? ¡Ah, demonios...! Frente a ellos, Izana muy malherido se retorcía de dolor. Draken empujó a Mikey a un lado y ayudó a levantarse a Izana. Draken: ¿Qué te ha pasado? ¿Cómo has sobrevivido? ¡¿Y cómo demonios sabías que había un piso más bajo que ese?! Izana: Simplemente, no lo sé. Vi a un montón de gente rara intentando morderme y yo estaba corriendo hacia la casa cuando una de esas cosas me intentó morder muy de cerca y al esquivarlo, me caí y me di contra la pared de la casa con la cabeza. Se abrió un pasadizo mágico que me dejó entrar pero rodando, y luego atravesé la ventana para que Mikey me diese con ese bate. Izana tenía toda la cara y el cuello lleno de sangre. El cuerpo también, pero menos. Draken hizo un esfuerzo para llevarlo a caballito y abrir la compuerta con él así. Todos se habían vuelto a sentar y al verlos, gritaron. Draken, por cargar con Izana, se había manchado toda la camiseta y la cara. Chifuyu: ¡¿Había zombies allí abajo?! Mikey: No, pero sí había una persona. Ken-Chin, recuerdame, ¿por qué no has dejado que se desangre allí abajo? Draken: Anda cállate. ¿Alguien puede ayudar a Izana, por favor? Koko y Hina fueron a ayudar. Koko le agarró por el pecho para llevarle a uno de los sillones y dejarlo allí. Hina le miró las heridas. Hina: Tienen muy mala pinta. ¿Tenemos algún botiquín? Kazutora: En el baño de arriba había uno. Pero sabéis que yo no voy a subir arriba. Draken: ¡Ah! Ya voy yo... Draken subió hasta el baño y cogió el botiquín sin antes, encontrarse con algo. Draken: ¿Qué...? ¡¿Quién está ahí?! Nadie contestó, solo un gruñido fuerte se oyó antes de que esa persona se tirase contra Draken y le tirase al suelo. Draken se hizo daño en la cabeza pero abrió los ojos para observar quien le estaba atacando. Draken: ¿Qué...? ¡¿Takemichi?! Sí, era él. Solo que sus ojos eran blancos y le caía sangre de la boca. ¡¿Era un zombie?! Draken y Takemichi lucharon pero la fuerza de su amigo no era como antes y lo tiró contra la nevera hasta el salón. Todos se levantaron al ver a Draken en el suelo con sangre del golpe y a Takemichi saltando justo encima de él para morderle, aunque le tenía cogido por los dientes para que eso no pasase. Draken: Una ayudita... ¡Es muy fuerte! Koko le dio con el codo en la cabeza y Takemichi se quedó inconsciente. Draken empezó a respirar fuerte por la falta de aire por lo que había ocurrido. Koko: ¡¿Te encuentras bien?! ¿Te ha mordido? Draken: No... Estoy seguro. No me ha llegado a morder pero esto es muy... Raro. Mikey: ¡Takemichi! ¿Estás bien? No me digas que es... Draken: Sí, es un zombie... Todos cogieron aire atemorizados. Mientras estuviese sin consciencia, era fácil lidiar con él y lo llevaron a su cuarto respectivo con Hina entre Koko y Draken. Koko: Draken, si Izana está bien, ¿crees que Inui también lo estará? Draken: Sabes qué no te puedo asegurar nada. Takemichi se ha convertido y no sé ni cómo, ya que él ni siquiera había estado peleándose contra los zombies antes. Koko bajó desanimado. Cerraron la puerta por lo que pudiese pasar. Cuando salieron, la situación no estaba tan cambiada. Hina estaba a un lado pensando en que acababa de pasar. Mikey lo mismo pero detrás del sillón. Smiley abrazando a Angry porque no dejaba de temblar del miedo que tenía. De hecho, tenía los ojos tapados con las manos. Emma curando las heridas de Izana con el botiquín que Draken le había dado. Baji, Kazutora y Chifuyu también pensando en lo que acababa de pasar. Nadie lo tenía muy claro, la verdad. Tenían miedo. Draken: ¿Cómo va Izana? Emma: Pues... Tiene varias heridas en la cabeza, por eso las vendas. La boca y la nariz están igual. Los moratones de los ojos y el cuello yo no puedo curarlos. La mano derecha la tiene completamente torcida y el pie izquierdo también. El codo izquierdo tiene una contractura leve. Y sigue inconsciente. No soy médica, que conste. Koko: Entonces, ¿el rollazo que nos acabas de contar no nos lo puedes asegurar? Emma: ¡Exacto! Izana: ¿Dónde estoy...? ¿Draken...? Draken: ¡Izana! ¿Te encuentras mejor? Mikey: Oh, no. El pesado de Izana ha despertado... Draken: Calla, Mikey. Izana está muy malo. Izana: Creo... Tengo mucho dolor, en las costillas sobretodo... ¡Por Mikey! Mikey: ¿Qué yo qué...? Draken: No hables, Izana. ¿Quieres tomar un poco de...? ¿Qué es ese mejunje que habéis hecho? Emma: Arroz. Izana ni respondió. Volvió a cerrar los ojos. Draken le puso una manta que había encontrado a uno de los lados del sillón. La hora de irse a dormir estaba llegando y no podían subir arriba por Takemichi, ni bajar abajo por que la ventana estaba completamente rota. No tuvieron otra opción que echarse a dormir todos en el salón, justo como habían dicho antes. Tal vez, no había sido un buen día...
¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! Todos se levantaron de un grito, menos Izana. El ruido venía de fuera y eran golpes. ¡Había algo o alguien llamando a la puerta! Hina: ¡Ay, ay! ¡Yo no quiero abrir! Chifuyu: Pero, ¿y si son Mitsuya y el resto? Todos se callaron. Estaban muy asustados y alguien debía tomar el mando, y ese fue Draken, como no. Temblando, abrió la puerta y... Señor: ¡Buenas vecino! Hemos visto que había venido gente y queríamos pasarnos a saludar. Draken: ¿Qué demonios...? Así como lo oís, un hombre rechoncho y una mujer igual estaban frente a la puerta. La sangre y todo lo que había quedado de los zombies de ayer había desaparecido y en cambio estaba el típico pueblo y gente paseando alegremente. ¡¿Qué había paado?!
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