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Se despertaron en la oscuridad. El día estaba con nubes y no se veía el sol. Quedaba tan poco para irse, que lo esperaban con ansias. Draken pensaba que, sin contar a los ya convertidos en zombies, iban a poder librarse de aquello tan raro que ocurría en el pueblo. Hina había preparado el desayuno y mientras se bebían cada uno su colacao, Chifuyu bajó.
Baji: Vaya, que ojeras tienes... ¡Hina, dame más leche!
Hina: Si solo tienes leche, no tienes ni un miligramo de colacao.
Baji: Por eso quiero más. A propósito Chifuyu, ¿has dormido?
Chifuyu: ¿Dormir...? No, de eso no he hecho. Aish, mi cabeza...
Smiley: Parece que alguien se ha tirado toda la noche pensando en zombies. Yo me lo pasé durmiendo.
Chifuyu: Sí... Mi manga estaba interesante... ¿Os lo enseñé...?
Todos se quedaron callados sin seguir bebiendo su colacao. Miraron a Chifuyu que estaba preparando el suyo propio. Era raro en él que no se acordase de una cosa tan importante como esa. Por si acaso, probaron.
Draken: Claro, ¿hablas de nuestros zombies?
Chifuyu: Ah, ¿os la he contado entonces? ¿La historia del manga?
Baji: ¡No, sotonto! ¡De Takemichi y el resto!
Chifuyu: ¿De qué estás hablando, Baji-san?
Ahora sí que se quedaron preocupados. Draken se levantó y simuló dar un abrazo mañanero a Chifuyu para comprobar que no tenia fiebre o alguna de esas cosas.
Draken: Estás un poco destemplado. ¿Te encuentras bien?
Chifuyu: Sí, sí. Será por la falta de sueño. ¡Ahh, no he dormido nada!
Baji: Chifuyu, dame un abrazo.
Chifuyu: Estáis muy cariñosos todos esta mañana, ¿no?
Hina: Sí, sí. Será eso.
Baji le dio un abrazo recorriendole toda la espalda con ambos brazos, hasta que su expresión cambió a una mucho más pálida. Baji se apartó corriendo y se chocó contra la mesa.
Chifuyu: ¡¿Qué pasa?!
Baji: Chi... Chifuyu... ¡¿Quién te ha mordido?!
Chifuyu: ¿Morder?
Se levantó las dos mangas y vio un mordisco con el veneno extendido en su antebrazo izquierdo. Pegó un grito ensordecedor.
Kazutora: ¡¿Qué pasa?! ¡Ya ni tomar un colacao se puede tranquilo!
Hina: Pero si tienes el vaso vacío aún.
Kazutora: Estoy tomando mi propio colacao y es ¡invisible!
Hina: No, es que ni siquiera te has hechado. Bueno, ¡¿qué más da?! ¡Chifuyu, cuéntanos el porqué de la herida!
Chifuyu: No se nada...
Chifuyu comenzó a temblar de la sorpresa de la herida, ya cerrada ahora. Baji se levantó y lo puso de pie.
Baji: ¡Chifuyu! ¡¿Qué hiciste ayer?!
Chifuyu: ¿Qué...?
Baji: ¡Qué qué hiciste ayer!
Chifuyu: No... No lo sé... ¿Por qué tengo un... Mordisco?
Baji: ¡Inui! ¡¿Has sido tú?!
Koko: ¡No pudo ser él! ¡Hemos dormido en el mismo cuarto!
Inui: Sí, he estado toda la noche con él oyendo ¡sus ronquidos! Ah, y además llevaba la cinta puesta, no pude haber sido yo.
Draken: Ayer estaba ocultando algo en su cuarto. Probablemente, tenga ahí la respuesta.
Chifuyu: ¡No! ¡No subáis a mi cuarto!
Baji le empujó y, por la falta de sueño, se cayó al suelo sin poder agarrarse a nada.
Baji y Draken subieron y a la cuenta de tres, Baji tiró la puerta abajo.
Draken: Baji. Estaba abierta...
Baji: Ah.
Los dos miraron entonces en frente suya. Antes de nada, se taparon la boca el uno al otro del susto. En su cuarto, aparte de estar como el de Mitsuya la última vez, había muchos tubos de experimentos, todos desgarrados por la mesa y el suelo. Muchos lápices y bolígrafos partidos por la mitad. Algo de sangre en algunos pañuelos, aparte de café en algunas tazas, también caídas. Y lo peor de todo...
Draken: ¡¿Qué hace él aquí?!
Baji: ¿Eso es lo único que te preguntas? ¡¿Por qué habrá tirado todo ese café?! ¡Ah! ¡Mi peluche está roto!
Draken: ¡Baji, concentrate!
A uno de los lados del cuarto, estaba con ataduras en las manos hechas de cinta adhesiva, Takemichi. La boca llena de sangre y no era de heridas, era del mordisco.
Baji: Dios... ¡Qué buena noche se ha pasado Chifuyu!
Draken: ¡Baji o te pones enserio o te vas fuera!
Baji: Vale, me voy fuera.
Draken cerró la puerta, no sin antes dar una colleja a Baji que se fue riendo. Miró a Takemichi en el suelo pero antes, le llamó la atención todos los papeles en el suelo. Cogió uno y comprobó que eran un montón de notas escritas con la letra de Chifuyu. Contaban sobre todo lo que había estado experimentando durante toda la noche. Una de ellas sobretodo la cogió y bajó con ella, dejando allí a Takemichi.
Draken: ¡Chicos! Atenderme, por favor.
Hina: ¿Has encontrado una pista?
Draken: ¡Sí, la verdad! Chifuyu, menos mal que lo has apuntado todo.
Chifuyu: ¿Yo qué...?
Baji: ¡Sh! ¡Calla!
Draken: Oidme. Esto es lo que escribió Chifuyu ayer. Llevo dos horas experimentando. Después de todas las explosiones que he creado, me sorprende muchísimo que ninguno se haya levantado y que el techo no esté partido como la última vez. He averiguado algo... Aquí se lee un poquito mal.
Baji: Mi pregunta es, ¿cómo es que entiendes su letra?
Draken: No seas pesado. Sigo aunque puede que me cueste. He sacccado sangre a Takemiccchi. Se ha mostredo moy pacífico, esso me preocupa... Los recultados son: possitivo en que el venneo se espande por una pesona conn rapidez. Negatico en veneno por las eridas... Más en venen0 por colmillas. Menos en pattas de arana. Tu letra es horrible, Chifuyu.
Chifuyu: Lo siento...
Yuzuha: Sí, pero ¿qué más da con eso que ha escrito? ¿No hay nada más?
Draken: Sí, sí hay algo más con mejor letra. Pero está muy manchado, así que apenas se puede leer. Dice, ¡He cometido un gran error! El café no... Ona... Me he despistado y Takemichi me... Ordido... Siento mareos repentinos, voy a escribir la formula antes de trans... Hasta ahí.
Koko: ¿No continúa? ¡Chifuyu, tonto! ¡Has borrado lo más importante!
Chifuyu: No entiendo...
Decidieron dejarlo. Draken entonces leyó un poco más haciendo fuerza con los ojos.
Draken: "Transformación completada".
Justo fue decirlo y un trueno anunció la tremenda lluvia que empezó a caer. Mikey, el cual no había intervenido en la conversación, saltó de un lado a otro hasta poder salir a la calle.
Mikey: ¡Llueve! ¡Por fin llueve!
Draken: ¡Mikey! ¡No salgas, que te pones malo!
Mikey: ¡Ah! ¡Ken-Chin...! ¡Ven corre, corre!
Draken se asustó y salió corriendo a ayudarle. Mikey señaló al cielo del horizonte, temblando.
Mikey: ¿Lo has visto...?
Draken: ¿El pájaro? Mikey, por favor...
Mikey: ¡El pájaro no, Ken-Chin! ¡Allí!
En la lejanía, Draken pudo diferenciar a una persona, aunque como estaba todo tan oscuro, tuvo que volver a hacer fuerza en los ojos. Cuando bajó la vista, vio como Mikey corría para allá. Draken le persiguió.
Hina: ¿Os vais? ¿Vais a volver para la comida?
Draken giró muchas casas y muchas esquinas. Había perdido a Mikey de vista y se estaba poniendo nervioso. Además, el suelo de ladrillos quitaba velocidad.
Draken: ¡Mikey! ¡Mikey, está lloviendo, vamos a casa!
Dos esquinas después, pudo ver el miedo en la cara de Mikey. Estaba con la boca abierta mientras las gotas le caían por la cabeza y el pelo. Estaba mirando algo. Draken corrió para allá y le cogió para irse.
Mikey: Ken-Chin... Ayúdale...
Draken: ¿Qué ayude a quién?
Mikey: ¡Si no le ayudas tú, lo haré yo!
Se volvió a soltar de la mano para salir corriendo de nuevo. Draken le persiguió hasta que vio lo que Mikey veía. A uno de los lados de la calle, Angry completamente inconsciente estaba en el suelo con mala pinta. Mikey lo intento llevar a cuestas, pero no podía por el brazo herido. Draken llegó corriendo y le cogió él.
Mikey: ¡Vamos a casa! ¡Corree!
Draken: Vamos.
Con Angry a caballito y con Mikey siguiéndolo, Draken empezó a correr hacia la casa. Pero algo ocurrió a la mitad. Unas patas de color negro salieron de la espalda de Angry y se clavaron en los riñones de Draken. Los dos se cayeron al suelo mojado. Mikey balanceó a Draken para que se levantara y huyeran.
Angry: Mikey... Mikey, ayúdame...
Draken: Cuidado, Mikey. Recuerda que es un zombie.
Mikey: ¡Tú también lo vas a ser!
Draken: No, como ha dicho Chifuyu, no te puedes convertir si es por las patas de araña. ¡Aish, los riñones!
Mikey: ¡¿Todo bien?!
Angry: Draken... ¡Ayuda, no puedo controlar mi cuerpo!
Angry saltó con las patas de araña y se puso a la defensiva, aunque su cara no lo decía. Decía que tenía miedo. Pero se le cambió al segundo a una maligna de ojos blancos.
Draken: ¡Vamos, Mikey!
Los dos se pusieron a correr bajo la lluvia mientras las patas les perseguían. Angry cambió de expresión unas cuantas veces más, a veces de miedo y preocupación, otras de pura alegría y enfado.
Draken: ¡Más rápido! ¡Sube a mi espalda!
Mikey: Espalda... ¡Ken-Chin, da la vuelta! Tengo un plan...
Draken terminó asintiendo y los dos dieron la vuelta al pueblo para volver con Angry. Todo el rato les estuvieron persiguiendo las patas de araña. Al llegar de nuevo con su amigo, Mikey puso cara desafiante.
Mikey: ¡Angry! ¡Ven a por mi!
Angry: Mikey.... No hagas eso porque sino yo... ¡Iré a por ti y te mataré!
Mikey: Nadie gana al invencible Mikey. ¡Hm!
Mikey al decir eso estaba mirando para otro lado indignado. Draken le dio un aviso y los dos salieron corriendo otra vez. Pero esta vez, Mikey detrás de Draken y los dos esquivando las patas de Angry, las cuales daban la vuelta y volvían a veces. Angry estaba enfadado, esperando por fin dar a Mikey con alguna. Draken pasó justo por debajo suya y entonces...
¡Bam!
Mikey saltó sobre su espalda y fue lo más alto que pudo para pegar una patada a Angry. En cambio, no llegó.
Mikey: ¡Ay, ay, que me espachurro!
Draken: Segunda oportunidad, Mikey. Y puede que última... Ya sabe lo que tienes pensado hacer.
Draken y Mikey repitieron la acción. Mikey se estuvo concentrando todo el tiempo, pero lo mismo con Angry que tenía claro donde quería dar a Mikey. Por eso, esa vez fueron más lentas las patas de araña a Draken, que no estaba muy confiado pero Mikey sí y saltó lo más que pudo esa vez, haciendo fuerza con todos sus gemelos y cuádriceps. Angry sacó las patas de araña justo en el aire donde intentó dar a Mikey.
Draken: Esto no va a salir bien, pero bueno. ¡Angry! ¡No dejes que ataque a Mikey!
Angry: ¡¿Qué?!
En es momento, todo se vio a cámara lenta. Angry volvió a cambiar a la expresión de miedo y bloqueó todas las patas justo cuando estaban a medio centímetros de la cabeza de Mikey. Mikey se vio reflejado en los ojos de Angry, justo antes de pegarle lo más fuerte posible en la cabeza. En cambio, Angry cambió una última vez más de aspecto y no dejó que Mikey fuera a huir tan fácilmente de él. Con sus uñas recién alargadas, giró todo lo que pudo el brazo de Mikey, el que estaba malo, antes de perder la consciencia por la patada. Mikey no podía ya caer en una buena forma sin hacerse daño.
Mikey: ¡Ken-Chin! ¡Salvameee!
Draken: ¿A quién cojo? ¡¿A quién cojo?! Mikey o Angry. ¡Mikey o Angry!
Ninguno de los dos iba a poder aterrizar sin hacerse daño. Draken no decidió, dejó su mente en blanco y corrió a salvar a Mikey pero también hizo el intento de salvar a Angry. Mikey le dio un abrazo de alegría y Angry...
Mitsuya: Draken, nunca decidas a quien coger. Los dos son tus amigos. Llámame y yo cogeré a uno.
Draken: Mitsuya...
En ese momento, a Mitsuya también le pasó el cambiar de aspecto y lanzó a Angry para que lo cogiese y huyesen todos antes de que se convirtiera él también. Mikey se bajó, los dos se pusieron a correr, pero de nuevo Angry atacó, sacando las patas de araña. Finalmente, Draken y Mikey fueron los únicos que se libraron y volvieron a casa sin haber logrado nada.
Mikey: ¿Nada, nada dices? Pues que sepas que antes me metí en el cuarto de Chifuyu y cogí una de sus fórmulas. Se la lancé cuando no mirabas. No sé si funcionará, solo queda desear... Ah por cierto... ¡Auuu! ¡Mi brazoooo!
Draken: Ahh, Mikey. Si no puedes venir, no importa.
Mikey: ¿Venir...?
Nadie sabía que tenía Draken en mente. Mikey dejó de quejarse para escuchar atentamente lo que tenía que decir.
Draken: Baji, Smiley, Hinata. Vamos fuera. Koko e Inui, quedaros en casa si no estáis bien por vuestras heridas.
Kazutora: ¿Y Mikey y yo?
Draken: Mikey está herido y tú... Eres tú.
Kazutora: Ahh, entiendo. Buen argumento.
Draken corrió junto a los tres que había dicho, Hina, Smiley y Baji. Ninguno sabía que pretendía Draken en ese momento, sólo le seguían. Draken volvió al pueblo y se puso en una bifurcación que era justo el medio. Los tres se pararon también.
Draken: De aquí en adelante, nos separamos. Baji, conmigo. Hinata, si ves peligro, vuelve corriendo a la casa. Smiley, lo mismo. ¡Vamos!
Todos asistieron. Baji y Draken corrieron por una de las calles. Llovía aún y cada uno se resbalaba a cada rato. Baji solo le seguía el ritmo mientras le contaba lo que acababa de pasar con Mikey. Baji lo oía en completo silencio y mirando para los lados, hasta que se paró.
Baji: Draken, ¡Chifuyu sigue en la casa!
Draken: Sí, pero ahora no importa. Sigue corriendo.
Baji: ¡Alto, Draken!
Draken se paró justo antes de que otra pata de araña cayera delante suya. Miraron arriba muy asustados. Mitsuya estaba enfadado, gritando por el fallo. Pero, ya no era ni Mitsuya, no parecía ni él...
Le habían crecido dos cuernos demasiado puntiagudos y blancos, aparte de las patas de araña en la espalda. Las venas se le sobresalían por los brazos y la cara. El pelo le había crecido tanto que le caía por los hombros. Al igual que Inui, no llevaba camiseta sino que estaba lleno de vendas y el pantalón roto hasta las rodillas. Los ojos le brillaban tanto que el morado se notaba más que cualquier otra cosa de todo su cuerpo. Los colmillos se le sobresalieron tanto que casi le llegaban a la barbilla. Mitsuya... Daba miedo.
Draken: ¡Ah! ¡Mitsuya! ¡¿Qué te ha ocurrido?!
Mitsuya: ¿Ocurrido? ¡Já! ¡Soy mejor que nunca!
Baji: ¡Tú no eres Mitsuya! ¡Eres un zombie sin cabeza! Literalmente.
Mitsuya: Hm. ¿Podría un zombie sin cabeza hacer esto?
Sacó de su espalda tantas patas que eran incontables. ¡Miles! ¡Millones! Baji y Draken se refugiaron a uno de los lados de una casa. Una de las patas rozó a Baji en el brazo, y otra se le clavó en la pierna. Draken lo ayudó.
Draken: Esto está descontrolado. Baji, vete a casa y yo...
Baji: No, Draken. Me quedo contigo.
Draken: ¡No seas cabezota! ¡Vete a casa!
Baji: ¿Qué le voy a hacer? ¡Sabes qué soy un idiota!
Draken: Baji, ¿qué...?
Baji salió corriendo sin dejar terminar a Draken. Esquivó todas las patas que pudo, otras se le clavaron. Draken intentó ir a por él, pero la herida en los riñones de antes le detuvo. Baji siguió corriendo en dirección a Mitsuya.
Baji: ¡Zombie! ¡Quita tu sucia y deformada cara del cuerpo de mi amigo!
Mitsuya: ¡¿Cómo dices?! ¡Hablas muy bajo! ¡Mejor, deberías estar callado ya que a nadie le interesa tu opinión hacia el resto!
Y al decirlo...
¡Bam!
Aún más patas de araña salieron de Mitsuya pero esta vez, con un halo azulado y un punto rojizo en la punta. Baji se río ya que había utilizado el mismo truco dos veces y ya se sabía el mecanismo de todas ellas. Solo le quedaban un par de metros, mientras esquivaba todas las patas...
Mitsuya: ¿De verdad creías que iba a ser tan fácil? ¡Compruébalo!
Todas las patas que había esquivado, se dieron la vuelta y volvieron a por él por detrás. Sin poder hacer nada, Baji saltó y las patas le siguieron. Baji se vio en peligro, antes de caer al suelo con todas ellas en su espalda.
Draken: ¡Baji! ¡Aguanta!
Baji: ¡Tsk! ¡¿Intentas matarme?! ¡Qué sepas que esto no lo hará!
Mitsuya: ¿Me retas?
Baji sonrió antes de notar como todas las flechas se hundían hasta el fondo de su cuerpo. Intentó no poner cara de sufrimiento, aunque el sudor y la sangre se le resbalaban. Mitsuya cada vez se reía más. Baji entonces, notó un ligero mareo que dejó pasar en ese entonces, cuando vio a Draken por detrás con un cubo sacado de la nada, saltando lo más alto posible tras Mitsuya. Apenas le dio tiempo a reaccionar cuando metió su cabeza en él. Draken le empezó a pegar en la cabeza, metida en el cubo.
Draken: ¡Maldito zombie! ¡Deja en paz a Mitsuya!
Mitsuya no reaccionó al principio, pero vio su oportunidad y sacó las uñas para arañar a Draken en la tripa. Gritó de dolor y también se tiró al suelo. Mitsuya, victorioso, sonrió enfrente de ellos.
Mitsuya: ¿Quién era el que me iba a ganar? ¿Tú? ¿El otro? ¡Nadie!

Mitsuya: ¿Quién era el que me iba a ganar? ¿Tú? ¿El otro? ¡Nadie!

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Pueblo encantado (Tr)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora