Los siete salieron de la casa de los vecinos para dirigirse con rapidez a la suya. En el camino no se encontraron a nadie, a ningún vecino que andaba por allí ni nada. Eso ya era raro de por sí, pero más raro fue cuando llegaron al patio de la casa. Para empezar, todo tenía un color muerto entre el marrón y el verde muy oscuro. Casi no había césped ya, se había esfumado mágicamente todo y lo que quedaba estaba realmente muerto. Ampliando un poco más, la valla de la casa blanca estaba totalmente partida por la mitad y las partes de madera estaban por todos lados. La pintura de la casa tampoco estaba tan luminosa como siempre, estaba descolorida como si hubiese pasado un tornado por ella. Las ventanas estaban completamente rotas con muchos agujeros y grietas atravesandolas. El tejado tampoco parecía estar muy bien, tenía pinta de que se iba a caer de un momento a otro. La puerta era la única intacta que, si nos ponemos tiquismiquis, tenía un simple rasguño como de uñas. Los seis se quedaron sorprendidos mirando. No había nadie por los alrededores, ni siquiera sus amigos. Empujaron a Draken para ir primero.
Draken: Venga ya... Siempre yo. Voy a llamar.
Todos hicieron una sonrisa forzada y siguieron detrás suya. Draken llegó a la puerta, miró hacia sus amigos que seguían con esa sonrisita, y llamó. Como era de esperar, no ocurrió nada, por lo que le tocaría abrir a él la puerta. Nada más tocarla para tirar, alguien empujó la puerta hacia adentro, lo que hizo que se rompiera. Draken se asustó y se fue para atrás para que el resto también se pusieran detrás de él. Al otro lado de la puerta... Estaba Takemichi.
Takemichi: ¿Qué os ocurre? ¿De qué os asustais?
Draken: ¿Acabas de romper la puerta...?
Takemichi: ¡Ah! ¡Es cierto! ¡Aish, la he roto...!
Mikey: Madre mía, que pringao.
Draken: Mikey, tú no hables. Ven deja que te ayude.
Draken se metió dentro de la casa para ayudar con la puerta rota. En cuanto entró, la puerta se cerró sola, dejando a todos fuera y temblando del miedo por estar solos. Takemichi también reaccionó a eso temblando.
Takemichi: ¿Se ha cerrado...?
Draken: Será la casa. ¡Casa, dejanos en paz! Takemichi, llama a todos los zombies hacia afuera, tenemos mucho trabajo.
Takemichi: Perdona, ¿zombies? ¿Qué zombies? No me lo digas, ha sido Chifuyu.
Draken: No ha sido Chifuyu, esta vez por lo menos. Sal fuera con todos, tenemos que hablar seriamente.
Takemichi subió corriendo y dio varias vueltas a la casa buscando a todos sin entender nada de lo que acababa de decir Draken. Él se quedó arreglando la puerta rota aunque veía que no tenía solución, al igual que el resto de la casa. Finalmente, Takemichi reunió a todos fuera, en el patio. Draken subió a por los experimentos de Chifuyu y los dejó en una de las escaleras. Mikey no había cambiado la cara pálida que tenía antes y eso ya preocupaba.
Draken: Bien, bien. Puede que no os lo creáis pero...
Smiley: ¡Todos vosotros sois zombies sin cabeza y nosotros siete no!
Izana: Seis.
Draken: ¡Smiley, yo quería decirlo!
Los zombies no convertidos en zombies en ese momento, se quedaron con mucha cara de tontos esperando el final de la broma. Pero no llegó.
Baji: Smiley, suelta ya que es lo que ocurre de verdad.
Smiley: ¡Ya lo he soltado y gritando! ¿Qué más quieres?
Baji: Eh... ¿No hay más? ¿Esa era la broma?
Smiley: ¡Qué no hay ninguna broma!
Baji: Venga, Smiley...
Draken: Baji, cállate ya. No es broma, sois zombies sin cabeza que no recordáis lo que pasó ayer.
Todos se quedaron pensando. Claramente, ninguno recordaba que había pasado ayer ni el resto de la semana. Tampoco tenían pruebas ni nada, no podían asegurarlo. Era más que imposible de creer que eran zombies. Mikey se puso delante de todos para hablar claro.
Mikey: Ayer os conté una historia que hizo que todos vosotros os pusierais a temblar del miedo que dio. Os conté sobre lo que os pasa al convertiros y no me creisteis, pero luego lo comprobasteis. Si es la única forma de que entendáis que os convertís en zombies sin cabeza que solo quieren morder a los que somos humanos, encantado estoy de volver a contarla.
Koko: Mejor no cuentes nada, Mikey.
Mikey: Ah bueno, pues vale.
Los que eran zombies se quedaron mirando a Mikey con curiosidad. Él se sentó en el suelo a mirar los experimentos de Chifuyu, el cual ya había empezado a crear sus mezclas. Al notar como Mikey ponía sus ojos en él, lo echó todo a un lado y le sacó la lengua.
Baji: Comprobemos entonces. ¿Cuál es la forma fácil de convertirse?
Draken: No hay forma fácil...
Koko: Toma, cortate en la mano.
Koko le entregó a Baji un trozo de cristal de una de las ventanas que estaba rota. Baji lo agarró y lo miró con mucha curiosidad. Koko se quedó muy callado y asintió para volver detrás de Draken. Después de pensarlo unos segundos, agarró el cristal haciendo fuerza con el puño y se cortó. La sangre se le derramó hasta el suelo mientras todos miraban el goteo. Draken se puso delante de todos los que eran humanos antes de que Baji notase como los de atrás le miraban mal. Dándose la vuelta, comprobó que todos ellos, eran zombies. Baji abrió mucho los ojos y se puso detrás de Draken.
Draken: ¡¿Qué haces?! ¡Vete fuera!
Baji: ¡Haz que paren, por favor!
Mikey: Deja de sangrar y se irán.
Baji: ¡Claro! ¡Tan sencillo como querer dejar de sangrar! ¡¿Cómo demonios se hace eso?!
Mikey: Chupa la herida. ¡Bebete tú sangre!
Draken: O hazte fuerza con tú manga para detener el sangrado.
Baji: Me gusta tú idea. La de Mikey, no.
Mikey le miró con cara de decepción. Baji hizo fuerza como Draken le acababa de decir. Una vez la sangre paró, todos se convirtieron en humanos.
Draken: ¿Nos creéis ahora?
Baji: Bueno, hay cosas que aún no me las creo pero...
Draken: ¿Pero no acabas de ver que casi te comen?
Baji: ¡Vale! Os creo...
Hina: ¿Y qué podemos hacer para no convertirnos en estas cosas? Es asqueroso...
Draken: Por eso, tenéis que obedecernos a nosotros siete. En concreto a mi y a Mikey ya que no nos hemos convertido en zombies nunca.
Koko: Yo tampoco me he convertido nunca.
Draken: Tú eres un caso extraño. Bueno, Chifuyu está haciendo las mezclas para convertiros de nuevo en humanos. Si sale todo bien, hoy volveremos a casa y no habrá pasado nada así de raro estas vacaciones. Sino, pues... Ya veremos que hacemos. ¡Vale, todos a sus puestos a hacer lo que he dicho antes!
Izana: Perdona Draken, ¿yo por qué tenía que ir con ese mostruo enano de pelo rubio?
Mikey le miró con cara de asco, Draken de decepción. Cuando vieron la oportunidad de empezar a experimentar, Koko se movió por todo el patio de la casa para dejar espacio. Mikey e Izana intentaron cooperar poniendo a todos en fila y estarían observando. Chifuyu levantaba la vista para saber que pasaba y la volvía a bajar para seguir metiendo mejunjes extraños en otros aún más extraños. Hakkai preguntaba qué podía hacer él acercándose a todos sus compañeros. Terminó ayudando a Chifuyu a meter las mezclas en las jeringas. Mientras pasaba todo eso, Draken se metió solo en la casa y cerró con llave. Subió a lo más alto y se sentó en su cama, a la espera de un saludo proveniente de la casa, el cual no llegó.
Draken: Hola... ¿Chica del ojo rojo? ¿Estás ahí? Casita... Tengo que hablar contigo...
Nadie respondió. Draken se tumbó en la cama mientras miraba al espejo. No había ni rastro de ella. Draken miraba por encima de su hombro a las distintas partes brillantes de la cama. Nada aún. No quería estar perdiendo el tiempo mientras sus amigos estaban haciendo cosas importantes en las que él debía participar y al parecer, estaba solo en un cuarto tirado en la cama como relajándose.
Draken: ¡Casa! ¡Debemos hablar ahora mismo! ¡Sal de donde quiera que estés y vamos a hablar ya!
Un terremoto atacó a Draken en ese momento. La cama se movió tanto de un lado a otro que parecía que el suelo se caía. De pronto, apareció ella con un rayo ensordecedor.
???: ¡No quiero hablar!
Draken: ¡Pues yo sí! ¡Quiero saber que te ocurre últimamente!
???: ¡Déjame en paz!
Draken: ¡No te voy a dejar...!
???: ¡Cállate!
Al sonido de su voz, la casa se tambaleó el doble y el suelo y las paredes empezaron a agrietarse por todos los lados. El suelo que sujetaba la cama era el más inestable y Draken lo notó. Pero al intentar bajarse, terminó rompiéndose, al igual que muchas de las paredes. Llegó a agarrarse del cristal, el cual también era muy inestable.
Draken: ¡¿Ah, sí?! ¡¿Así estamos?! ¡Pues toma!
Le pegó un puñetazo al cristal y también recibió grietas. La imagen de la chica se rompió en mil y eso fue lo que vio Draken antes de caerse al segundo piso y darse con la espalda. Lo último que vio antes de poder cerrar los ojos del golpe, fue como la casa se regeneraba de nuevo...
Koko: ¡Draken! ¡¿Te encuentras bien?! ¡Responde!
Draken: ¡Ah! ¡Koko! ¡Tsk, que golpe!
Koko: ¿De dónde te has caído?
Draken: Del techo... El cual ahora está arreglado... Da igual. Las cámaras lo habrán grabado... ¿Qué haces dentro?
Koko: Venía a por la artillería pesada. Mikey se ha retirado e Izana está como loco dando vueltas por todos lados. Al parecer nos han intentado atacar, aunque yo no he visto nada así... Extraño. Yo creo que Izana está alucinando y eso es todo.
Draken: Espera Koko, ¿Mikey se ha retirado?
Koko: Sí, nos ha dicho que no se encontraba bien. Izana ha dicho que si quería, le podía sacar algo de sangre con sus puños para ver si era azul, pero Mikey le ha dicho que no y se ha metido en casa.
Draken se levantó ayudado por Koko. Se tocó la espalda, le dolía mucho por el tremendo golpe que se acababa de dar. Koko agarró una cuerda, que tampoco sabemos de donde la había sacado, y salió afuera de nuevo. Draken le siguió hasta llegar al salón, donde vio a Mikey tumbado con una manta. Se acercó corriendo y le balanceó, aún estando dormido.
Mikey: ¡Tsk! Ken-Chin... ¿Tú me has despertado...?
Draken: Ah, Mikey. No sabía que estabas durmiendo. ¿Qué haces aquí dentro?
Mikey: No me encuentro bien...
Se sonó los mocos con un pañuelo que tenía al lado, aunque luego le goteó en la manta un poco, y tosió dando a entender que no estaba intentado saltarse el trabajo. Draken dio por echo que estaría enfermo, no sabía de qué pero tenía esos mismos síntomas. Terminó dejándole solo y volviendo fuera, aún tocandose la espalda.
Izana: ¡Draken! ¡Menos mal que estás aquí fuera conmigo! ¡Él! ¡Me ha atacado él!
Izana se agarró con miedo a Draken y señaló a la fila, en concreto a Mitsuya, que le miraba con sus típicos ojos de decepción. Draken caminó hasta él con Izana detrás temblando.
Draken: Mitsuya, ¿has atacado a Izana tú?
Mitsuya: Draken, me he quedado literalmente en mi sitio desde que él mismo nos ha puesto aquí.
Draken: Pues ya está.
Izana: ¡Pero...! ¡Mentiroso! ¡Tú me has atacado! ¡Me has intentado atravesar con una pata!
Mitsuya: ¡Yo no he hecho nada de eso!
Draken: Izana, si Mitsuya ha dicho que no lo ha hecho él, es que no lo ha hecho él.
Izana se quedó en blanco pensando un buen argumento para conseguir el apoyo de Draken. Él en cambio se fijó en Chifuyu. Estaba mezclando cosas tan rápido que incluso él se estaba equivocado. Hakkai a su lado, intentaba ayudar como podía pero Chifuyu estaba fuera de control, hasta que derramó un vaso entero de mejunje azul. Chifuyu pegó un grito después de eso y se levantó, para que se volviese a caer al suelo por su pierna dos segundos más tarde.
Izana: ¡Tú...!
Draken: Izana, déjalo ya. Chifuyu, ¿quieres ayuda?
Chifuyu: ¡Draken! ¡Estoy harto de experimentar! ¡Se me ha derramado todo lo que había hecho! ¡Aaaaahhh!
Hakkai: Calma, Chifuyu. Yo te ayudo...
Izana: ¡Tú... Casi me das con tus colmillos!
Mitsuya: Te lo estás inventando.
Draken: Bueno, Izana. Voy a ayudar a Chifuyu, ¿sí? Quédate aquí, ahora vuelvo...
Izana: ¡Tú... Me has intentado pegar con tu pata negra sobresaliente de tu espalda y no lo puedes negar...!
Mitsuya: Es cierto... ¡No lo puedo negar!
Mitsuya sacó una pata de su espalda y la usó para acercar a Izana lo suficiente para pegarle un mordisco bien fuerte en las costillas. Draken se había alejado para ayudar a Chifuyu y al ver lo que había pasado, se dio la vuelta. A Izana se le pusieron los ojos en blanco mientras el mordisco, el cual seguía durando, se había extendido ya casi hasta abajo con unas grietas que parecían las mismas de la ventana.
Draken: ¡Izana! ¡Mitsuya, suéltalo!
Mitsuya: Nunca.
Mitsuya sacó la lengua a Draken. Todos los que estaban alrededor de Mitsuya habían intentado escapar, pero a los pocos segundos ellos habían sufrido también la transformación y le impidieron el paso a Draken. Mitsuya soltó a Izana que se cayó al suelo dándose con la cabeza en él y creo un sonido muy fuerte que hizo que se preocupase por él. Izana no reaccionó más.
Hakkai: Vámonos de aquí, ha sido una mala idea Draken.
Draken: Espera, Hakkai. No podemos dejarlos así... Son nuestros amigos.
Chifuyu: La palabra amigo y la palabra zombie ¡no pueden ir juntas! Vámonos, Draken, por favor...
Draken: ¡Está bien! Hakkai, coge a Chifuyu. Voy a por Mikey y a por... ¿Koko?
Koko en ese momento pegó un grito. Yuzuha había agarrado a Koko por la cintura y lo había metido los dos colmillos hasta dentro del cuello. Luego, lo soltó y lo dejó a un lado mientras perdía visión y se tocaba asustado el cuello. Draken no se lo pensó dos veces cuando se metió dentro de la casa a coger a Mikey. Lo cogió a caballito mientras seguía durmiendo.
Draken: ¡Huye Hakkai! ¡Corre, corre!
Hakkai: ¡¿A dónde corro?!
Draken: ¡Al bosque! ¡Vamos!
Chifuyu: Espera, mis experimentos...
Draken: Ahh, ya voy yo...
Draken pasó corriendo como un rayo, agarró cuatro cosas de los experimentos de Chifuyu, y huyó de allí. Vio como Koko se desmayaba a punto de convertirse en zombie y no podía salvarle... ¿O sí?
Draken: Hakkai, coge estos botecitos.
Chifuyu: ¡¿Botecitos, Draken?! ¡Ni se te ocurra lanzarlos que si se rompen...!
Draken: ¡Tarde! ¡Cógelos!
Hakkai se tiró al suelo para que ningun bote llegase a estrellarse. Agarró dos de ellos pero a los otros no llegó. Chifuyu al ver que así podía perder todo su trabajo, le dio una patada a Hakkai para impulsarse y cogió los botes en el aire. Cayó al suelo tras dar una voltereta que ni él supo como lo había hecho y aterrizó sentado en el suelo. Gritó de dolor por la pierna y Hakkai lo ayudó en cuanto pudo, poniéndose los botes todos en una mano y Chifuyu poniéndose nervioso porque pensaba que se le iban a caer todos.
Draken: Buena recepción, Hakkai. Mala Chifuyu.
Hakkai: ¿Qué intentas?
Draken: Salvar a nuestros amigos...
Draken, aún con Mikey encima suya dormido, corrió en dirección a Koko. Angry le prohibió el paso y Draken no tuvo más remedio que saltarlo e intentó no darle una patada, pero se la dio sin querer. Tras habérsela dado, miró aterrorizado a Smiley... Pero, ¿dónde estaba Smiley?
Draken: ¡Oye! ¡Qué se nos ha perdido uno! ¡Hakkai, métete dentro a buscarlo por ahí!
Hakkai: ¿Por qué tengo que hacer yo todo?
Draken: Ya sabes lo que sufro yo...
Hakkai corrió dentro. Draken se vio acorralado al momento que hablaba. Baji y Hina le habían intentado atacar con sus patas y solo habían conseguido acorralarlo con ellas. Encima, Emma atacaba desde distintas partes, intentando darle en cualquier parte del cuerpo y Takemichi usaba la técnica de los ojos rosas, Inui y Kazutora habían descubierto que ahora también tenían lengua y cola y las utilizaban para hacer retroceder a Draken y a todos los que se intentaban acercar. Draken no estaba acorralado, ¡estaba muy acorralado! Por si fuera poco, debía llevar a Mikey encima. Más que un ataque zombie, lo que parecía que estaban haciendo era una secta satánica. Chifuyu solo le gritaba a Draken direcciones.
Chifuyu: ¡Cuidado Draken! ¡Por detrás, Emma! ¡Ahora por la derecha, te ataca Takemichi! ¡Cuidado que Yuzuha sabe utilizar muy bien esos colmillos! ¡Ya sé, haz una voltereta lateral con Mikey encima por arriba de la cabeza de Baji-san para poder escapar de allí!
Draken: Chifuyu, no ayudas.
En la mitad del forcejeo con la mitad de los zombies y la gran ayuda de Chifuyu, de la casa salió Smiley tan alegre como siempre, pero cambió muy rápido de aspecto.
Smiley: ¿Qué pasa, gente? Vaya... ¿Qué ha pasado aquí?
Draken: ¡Pues que estábamos todos tan felices como siempre aquí experimentando con algunos y de pronto han querido convertirse en carnívoros y comernos!
Smiley: ¿Enserio?
Draken: ¡¿Eres tonto?! ¡Pues claro que no es enserio! ¡Son zombies y me están atacando!
Smiley: Eso tiene más sentido.
Draken: Pues... No sé... Podrías hacer algo como ¡¿ayudarme?!
Smiley: Sí, la verdad, eso sería lo mejor. ¡Ah, sí, voy a ayudarte!
Smiley se metió en la pelea y apartó a todos un poco. Draken hizo la croqueta, aún con Mikey en la espalda, y llegó hasta donde estaba Koko. Como pudo, cogió a Koko también encima suya e intentó huir, pero Baji le cerró el paso. Draken abrió mucho los ojos al ver como Baji sonreía enseñando sus colmillos y sobresacaba tanto sus patas que le tapaba la luz. Lo agarró de tal forma que no podía mover sus brazos y se le caían Mikey y Koko.
Baji: Te vas a enterar, Draken. Me tienes muy harto. ¡Já!
Draken: ¡Tsk! ¡Sueltame! ¡Qué se me caen Koko y Mikey!
Baji: Prepárate para recibir el mordis....¡Ah!
Chifuyu: Perdóname, Baji-san...
Chifuyu había ido corriendo como había podido y le había inyectado una jeringa improvisada en el cuello que había echo mientras estaba Draken atrapado. Baji notó el contacto con la jeringa al segundo y soltó a Draken. Chifuyu también se cayó al suelo tras hacer uso de su jeringa. Draken agarró a Koko con un brazo, a Mikey que ya lo llevaba cogido en la espalda y por si no le quedase espacio, tuvo que coger también a Chifuyu ya que no podía moverse después de lo que había hecho. Encima, iba lloriqueando a Baji que lo perdonase por lo que le había dicho.
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Pueblo encantado (Tr)
FanfictionMikey es invitado a una casa con sólo un propósito: sobrevivir. Según su invitación, decide invitar a varios de sus amigos, en concreto 15; 16 en total. Con todos en la casa, empiezan a pasar cosas raras. Para empezar, una misteriosa chica aparece y...