ACCIDENTE FORTUITO [corrigiendo]

CAPITULO 17

♫Lose Control - MEDUZA ft  Becky Hill,Goodboys♫

Después de quizá quince minutos, Lisa poco a poco dejó de temblar. La seguía abrazando, no pude evitar acercar mi rostro y querer bezar su cabeza que descansaba en mi pecho. Estaba apunto de hacerlo, hasta que me detuvo un aroma realmente rico, uhmm ¿su cabello?, si era su cabello...el aroma era a... ¿menta, rosas, quizá combinado con flores?

Mi mente estaba relajada, gracias a esa sensación que produce respirar y oler aromas tan exquisitos, me encantan las flores, mágicamente mi cerebro viajó al invernadero de mi madre, que antes de ser destruidos por mi padre, era mi lugar favorito de la mansión.

Jack y yo siempre la acompañábamos, y cuando teníamos clases de música nos despedíamos tristes, mi sorpresa fue, cuando mi madre hizo que trasladasen un piano al costado de sus hermosas flores y así mientras ella cuidaba de sus flores, nosotros tocábamos y practicábamos junto a ella, con ese olor tan agradable que nunca más encontré después de su fallecimiento.

Necesito saber la marca de shampoo que utiliza esta caverní...Mi rostro se congeló, mi cuerpo se tensó, mi corazón empezó a latir rápido.

—¡es suficiente, ya te calentaste!

—¡hey! Casi me caigo—había empujado a Lisa casi hasta el borde—eres una tosca...

El rostro de Lisa tornó molesto y no la culpo, porque realmente fue muy brusco los empujones que le di. Yo seguía respirando un poco agitada, sentí que me estaba quemando mi rostro.

Vi como terminaba de sacar su cuerpo de la cama, y dirigirse rápidamente a la chimenea. Mientras lo prendía, aproveché para bajar como pude de la cama e ir al armario, empecé a buscar ropa cómoda.

—¿Qué haces? —levantó la voz, se dio cuenta.

—¿cuánto dura una tormenta?—Le pregunté.

—no sé; horas, medio día, un día, días...¿puedes dejar de revolver mi ropa?, si necesitas algo solo pídelo.

—¡ya está! —saqué todo lo que necesitaba y lo puse encima de la cama

Lisa terminó de prender la chimenea y luego se acercó con el ceño fruncido.

—¿no te enseñaron que es de mala educación tocar las cosas ajenas?, mira como está toda mi ropa—empezó a guardar la ropa tirada nuevamente en el armario.

La razón, por la que reaccioné bruscamente, era por que sentí su respiración en mi pecho, yo estaba con un suéter, pero aun así no me agradó la idea de oler mal, no se trata de ella se trata de mí. Se que estoy la mayor parte del tiempo en cama, pero primero es mi higiene.

—Necesito que acondiciones esa ducha para mí—le ordené.

—¡ah! era eso y ¿será que puedes pedir algo amablemente?

—¡por favor! —respondí sin dejar que diga más palabras. No era tiempo de ponerse engreída.

Lisa suspiró profundo y se dio media vuelta al closet para sacar las cosas y habilitarlo.

—¡Dios dame paciencia! —decía mientras terminaba.

Empecé a quitarme el torniquete casero, mientras ella terminaba de habilitar la ducha rudimentaria.

Vi mi pierna con las marcas de las vendas, movía un dedo y dolía.

—tienes que tomar pastilla, no entiendo como aguantas el dolor...—no me di cuenta en que momento vino a mi lado.

—no puedo, no confió...

—como quieras—levantó los hombros y se giró.

—¡espera! —la detuve.