CAPITULO 79

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♫ Forever Young - BLACKPINK ♫

—buenos días—saludé a la recepción.

—¡buen día señorita! ¿en qué, la puedo ayudar?

—Si por favor me dijeron que Rosé se encuentra en este edificio, ¿puede decirle que Lisa Manoban la busca? es urgente.

La señorita me miró fijamente, como si estuviera recordando algo luego presionó un nexo —¿con presidencia?, hola por favor tengo a Lisa Manoban en la recepción, ¿puedes decirle a la señorita Park que desea una reunión en este momento? — ella se sorprendió por la respuesta, colgó—Señorita Manoban la está esperando, por favor tome este carné y diríjase al ascensor piso cuarenta, en la recepción está la secretaria de presidencia ella la llevará a la oficina donde se encuentra la señorita Rosé.

Hice todo lo que me indicó, cuando se abrieron las puertas del ascensor visualicé un ambiente muy impecable, todo relucía.

—Buenos días, señorita Lisa, que gusto verla—me saludó Zuck—yo me encargo de llevarla Sophie—le dijo a la señorita secretaria.

Entonces ella está aquí...

Ni siquiera pensé que fuera tan fácil...

La señorita de recepción dijo que ¿me estaba esperando? ¿qué significa eso? ¿el viejo le habrá dicho?

Cuando Zuck abrió la puerta y me anunció ella ni volteó; a diferencia de otras veces, nunca la había visto con traje, estaba parada frente al gran ventanal que tenía; quise acercarme, pero algo pasa, no puedo moverme y ¿Por qué no voltea?

—te perdono—dijo Rosé, aun sin voltear. Sin esperar ni siquiera mi saludo.

Tragué saliva e intenté dar unos pasos para acercarme, lo logré vi el paisaje que visualizaba. Desde nuestra posición ella tenía la vista del famoso edificio arquitectónico de la ópera de Sídney.

Ya estaba casi a su lado, pero ella giró en dirección al escritorio. La tomé del brazo haciendo que pare en seco.

Por fin nos miramos, ella tenía el rostro más vacío e inexpresivo del mundo, miró a su brazo que aún era retenido por mi mano lo que hizo que mi mano la soltara sin decir nada.

—toma asiento por favor—dijo sentándose del otro lado de su escritorio.

—¿Qué pasa Rosé?—hice lo que me pidió y me senté delante de ella—Yo...

—Lisa te dije que te perdono, no era necesario venir hasta aquí—empezó a hablar fríamente como si se tratara de una reunión de abogados. Cosa que pulsó mi estómago y frunció mi rostro—sin embargo, ya que estas aquí, necesito pedirte algo.

—dije que te esperaría Rosé, todo lo que está pasando...—mierda ¿porque estoy así? No sé qué decir—me gustaría apoyarte.

—precisamente eso quiero pedirte—contestó nuevamente cortante.

—¿qué te esperé más tiempo? —respondí confusa.

—No, necesito que dejes de frecuentar a mi Padre. No soy nadie para prohibir eso, pero tomaré tus palabras y si quieres apoyarme con todo lo que me está pasando lo único que te pido es por favor dejes esa amistad rara que tienen, si lo cumples o no es cosa de los dos.

—¡qué dices! ¡no entiendo por qué me hablas así! puedes por favor dejar esa actitud—reclamé.

—Lisa, se a lo que viniste—ella suspiró, pero siguió con el rostro frío—siempre fui sincera contigo, hoy no va a ser la excepción. Tú y yo no somos nada, pero siento que si no te digo yo misma esto seguirás con la duda. Esos audios son reales, por supuesto yo no logré tener intimidad con ni uno de ellos.

ACCIDENTE FORTUITO [corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora