eres-ls

|"Little black dress"

Unos toques en la puerta hicieron que se despierte, frotó sus ojos con sus manos para luego mirar el reloj que estaba sobre la mesa de noche "03:30 a.m.", iba a matar a quien se le haya ocurrido interrumpir sus horas de sueño.

Bostezó antes de levantarse de la cama y recorrer el camino casi arrastrando los pies hasta la puerta, la abrió y se encontró con un Louis para nada sobrio y un Liam en las mismas condiciones junto a ellos, Zayn .

—Lo siento, H —dijo Zayn—. Pero ni él sabe donde están sus llaves.

Harry asintió aún aturdido por el sueño invadiendo su cuerpo, tomó a Louis haciendo que pase los brazos sobre sus hombros para sujetarlo fuerte por la cintura.

—Me haré cargo —le sonrío Zayn—, suerte con tu amorcito.

Zayn rodó los ojos —: Ni me lo digas.

Harry largó una risita para luego cerrar la puerta y como pudo llevó a Louis a su cama. Lo sentó para luego ponerse en cuclillas así poder quitarle las zapatillas,  Louis enredó uno de sus dedos en un rizo de Harry.

—Que bonito —ladeó la cabeza—, un pequeño tirabuzón.

Harry se pusó de pie y colocó sus manos en el borde de la remera del ojiazul tirando hacía arriba hasta que la sacó. Louis se balanceaba de atrás hacía adelante, por momentos cerraba los ojos.

—No te duermas aún —dijo Harry—, te daré un poco de agua.

Louis asintió y Harry se dirigió al escritorio a buscar una botella, se la extendió a Louis y esté tomó una gran cantidad.

—¿Mucho mejor? —preguntó Harry.

Louis asintió.

—Bien, ahora acuéstate —habló Harry mientras se metía en su cama.

El ojiazul ni siquiera se inmutó y comenzó a llorar, el rizado rápidamente se levantó y se sentó a un lado de Louis.

—¿Que ocurre? —preguntó preocupado.

—No fue —sollozó.

—No entiendo.

—N-no fue al partido hoy —se aferró a Harry, éste de inmediato empezó a acariciar la espalda del ojiazul—.  Siempre necesito de su presencia ¿Sabes? —susurró—,  siempre necesito de Harry.

Y mierda, si que el corazón del rizado se le achicó en ese momento, quería disculparse y decirle que si había asistido al partido. Pero solo acarició su espalda y soltaba unas cuantas veces un "esta bien" "tranquilo" hasta que Louis se durmió en sus brazos.

Lo posicionó suavemente en la cama y lo tapó con una frazada sabiendo que al amanecer iba a tener frío, acomodó el cabello del ojiazul hacía un costado y susurró un "lo siento", se alejó y se acostó para por fin dormir.

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Se despertó por el horrible dolor de cabeza, pareciera que un martillo golpeará una y otra vez su cerebro haciendo que miles de vibraciones le impidan cerrar los ojos y dormir en paz.

—Buen día —dijo Harry entrando a la habitación—, creo que necesitas esto —le tendió una pastilla junto a un vaso—. También traje café —colocó el vaso de cartón sobre la mesa de noche.

—Gracias —dijo Louis después de tomar la pastilla.

—No hay de que —sonrió Harry para luego buscar algunas cosas en su closet.

Se movía de un lado al otro mientras que Louis solo lo observaba. El ojiazul se pusó de pie y caminó lentamente hasta el baño, se vió en el espejo y susurró "estoy en la mierda", entró a la ducha sintiendo que la resaca estaba abandonando su cuerpo pero sabía muy bien que las horas de sueño harían que se recupere por completo.