|"graduados"

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El ambiente que se podía transmitir en aquel establecimiento, testigo de miles de escenas,  era de nostalgia y felicidad. Los salones vacíos por ser fin de semana y porque los alumnos prefirieron, la mayoría, volver a sus hogares hasta que comience la semana nuevamente. Y en esa mayoría, claramente, no entran los futuros graduados.

Todos se encontraban en sus respectivas habitaciones, acomodándose los trajes y vestidos, maquillandose si era necesario,  peinando sus cabellos de la forma que más les gustaba y los que habían comenzado antes con la preparación, terminando con colarse perfume.

Harry y Louis estaban en su habitación. El ojiazul bufaba por lo bajo al no conseguir colocarse la corbata como debería ser, su reflejo en el espejo lo agotaba, estaba cansado de llevar el pedazo de tela de un lado al otro sin tener éxito.

— Me rindo —se quejó tirando la corbata en la cama.

El rizado salió del baño con una ceja levantada.

—Te ayudare —habló mientras levantaba la corbata y le hacia una seña al ojiazul para que se acercará.

Louis suspiró agotado arrastrando sus pies por el piso hasta llegar a Harry. El rizado le sonrío apenas para luego rodear el cuello de Louis con la tela y empezar hacerle el nudo adecuado.

El humor del ojiazul fue alejado cuando miró a Harry concentrado, su lengua siendo retenida por sus dientes y el ceño fruncido.

— Listo —Harry se alejó para después acariciar los hombros de Louis tratando de arreglar el saco de arrugas inexistentes.

Louis lo miró con ojos brillantes y lo tomó de la cintura por debajo del saco, lo acercó y plantó un beso corto en sus labios.

—Gracias —acarició la nariz del rizado con la suya.Harry enredó sus brazos en el cuello ajeno— y te amo.

—También te amo —le dio otro beso—. Esta noche será la última en esta habitación.

El ojiazul lo observó con un tinte de tristeza y suspiró.

—Lo sé —junto sus frentes mientras cerraba los ojos tratando de memorizar el tacto ajeno—, y también será nuestra última fiesta antes de que nuestras vidas cambien.

—Si...— Harry contestó haciendo un puchero.

Louis se alejó y lo miró con ternura — : ¿Estas listo?— preguntó llevando las manos a las mejillas contrarias.

—Lo estoy, si —asintió.

—De acuerdo, ¿vamos? —le ofreció una mano a Harry y esté gustoso la tomó.

—Vamos.

Salieron al pasillo y ahí se encontraron con todos sus amigos, estos los miraban emocionados y nerviosos. Louis asintió hacia ellos y continuaron el camino al gran salón salón donde se entregarían los títulos para todas las carreras.

El camino fue silencioso, solo se podía escuchar el murmullo detrás de las puertas enormes  que daban al salón, antes de entrar Zayn detuvo el paso, Liam lo miró con el ceño fruncido llamando la atención de los demás.

—¿Que pasó? —preguntó el ojimiel acercándose a Zayn.

—Quiero que prometan que siempre seremos amigos —soltó sin más.

Gigi sonrió mientras sus ojos se critalizaban ,y solo pudo asentir.

—Siempre seremos amigos —contestó Niall conmocionado.

Zayn asintió y sollozó. En ese momento todos se acercaron y rodearon a Zayn en un abrazo reconfortante que sin darse cuenta todos lo necesitaban.

¿Quién no? Si convivieron años , desayunaban, almorzaban y cenaban juntos, compartían alguna que otra merienda,  salían de fiestas todos los fines de semana, se juntaban a estudiar por más que no estudiaban la misma carrera pero se daban una mano. En momentos tristes estaban todos prestando sus hombros, en los de alegría festejaban el logro ajeno, en los decisivos ayudaban a tomar decisiones, en los angustiantes se apoyaban, y muchos momentos más que no podrían ignorar como si nada. Porque sabían muy bien que después de esa noche no contarían con las mismas personas. Tendrian que adaptarse a no verlos todos los días, a no compartir momentos simples, a no reír por una tontería.

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