Chapter 12: Dolor en la oscuridad

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Harry James Potter estaba sentado, solo, en uno de los dos sofás de orejas situados estratégicamente a ambos lados de la chimenea, en la acogedora casa que Romilda Carlyle tan amablemente había cedido a Ginny y a él apenas hacía unos cuantos días; pero que, en aquel momento, a él le parecía toda una eternidad. Reposaba cual estatua de piedra, con los codos apoyados en las rodillas, lo que obligaba a su joven espalda a encorvarse, pues ambas manos parecían sostener su barbilla de forma pensativa. Su verde y astuta mirada se replegaba ahora fijamente sobre el fondo de la chimenea que, apagada por lo caluroso de las fechas que estaban viviendo, mostraba una negrura que acogía con tentadores brazos, silenciosa, a aquella que dominaba sus propios pensamientos.

Los demás se estaban preparando para tomar sus posiciones en la operación que estaba apunto de comenzar, amparada en el crepúsculo de aquella tarde, donde se suponía que las sombras serían sus más íntimas aliadas; aquellas sombras nada etéreas en el corazón del moreno, donde parecían estarse convirtiendo en gélida roca suspendida de forma peligrosa sobre su cabeza.

Él había diseñado la misión, él mismo la había planeado hasta en el más mínimo detalle, él había confiado ciegamente en el éxito que aquella misma mañana se auguraba más que probable, casi un hecho, pero que con el avance de las sombras hacia su reinado nocturno comenzaba a parecerle no más que una locura.

"Maldita sea – se reprendió en su fuero más interno. – Sólo te estás dejando dominar por los nervios, Potter. Todo va a salir bien, porque todo debe salir bien. Te estás jugando demasiado en ello… demasiado, como para permitirte el más mínimo fracaso."

Sabía que, en realidad, ese era el problema: se jugaba demasiado; no sólo la vida de aquella pareja de adolescentes tan enamorados y valientes – todo lo que él se negó a ser al alejar a Ginny de su lado, con el peso sobre los hombros de un futuro muy cierto para él, que atormentaba sus peores pesadillas noche tras noche… y que finalmente resultó ser nada más lejos de lo que realmente sucedió.

"No pienso fingir cortejarla – se había negado Snow firmemente cuando Harry les propuso, a él y a Abby, que hicieran de cebo para atraer a la gran bestia desatada, creyendo firmemente que la joven rubia tenía mucho que ver en el asunto de las chicas a quienes el descontrolado animal se había dedicado a acosar hasta el momento; aunque nada de esto él les había explicado por no poseer pruebas concluyentes que apoyaran aquella creencia firme, pero tan sólo creencia, al fin y al cabo; y de haberlas tenido, por pensar que no era a él a quien correspondía contar a la chica toda la verdad, sino a su propia madre. – No voy a fingir cortejarla – repitió – porque si lo hago, no será fingido. – Dicho esto, el chico se puso de rodillas ante la atónita Abby, y a Harry se le encogió el corazón en un puño, no tanto por el sacrificio que a ambos estaba pidiendo, pues entonces estaba seguro de poder protegerlos contra todo mal; sino porque vio en aquel gesto aquello que su propio corazón de diecisiete años se había muerto por hacer pero que fue frenado por su mente, mucho más racional y quizá, sólo quizá… cobarde. – Quiero que sepas que siempre te protegeré con mi vida – el chico afirmó aún de rodillas, tomando la mano de Abby entre las suyas con tanta devoción que el alma de todos los presentes brilló de ternura. – Si voy a hacer esto contigo, quiero pedirte antes que seas mi novia. Nunca hasta ahora te he confesado lo que siento porque pensaba que, como herrero, no tengo mucho que ofrecerte sino una vida sencilla y aburrida en esta pequeña villa, cuando tú mereces infinitamente más. Pero ahora me he dado cuenta de que sí tengo algo que darte: mi protección, mi adoración, una vida entera para guardarte de todo mal – sin darse cuenta y mientras hablaba, su rostro había enrojecido como un tomate maduro. – No tienes que decir que sí, Abby, igualmente siempre me tendrás a tu lado cuando me necesites, y mucho más ahora. Pero necesitaba que sepas lo que lleva años quemándome por dentro. Sólo quiero una respuesta, sea la que sea, y te juraré fidelidad eterna."

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