Hazme olvidar 1/2

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Eso era todo lo que había frente a sus ojos, un cuarto cerrado. Sabía que él la había lastimado, trató de convencerse de que lo mejor era seguir con su venganza, pero por más que lo había deseado por años, eso no lo hizo sentir mejor, al contrario, se sentía la peor persona del mundo, se sentía como un maldito miserable que había destruido la única oportunidad que tenía de estar junto a ella.

Pero ya era tarde, ya sólo le quedaba un camino para terminar para siempre con ese sufrimiento de amar a la hija de ese asesino, porque amarla era el peor error de su vida, por eso no le quedaba más que olvidar.

—No importa, no pasa nada —murmuró Naruto, yéndose del hospital.

*·_·_·*·_·_·*·_·_·*·_·_·*·_·_·*

Hinata no podía parar de llorar. No sabía cómo había obtenido las fuerzas para hablarle así a Naruto, pero lo había hecho y ahora no podía simplemente retractarse por más que lo deseara con todas sus fuerzas, porque era una tonta que seguía amando a alguien que sólo le hacía daño.

Se secó las lágrimas rápidamente, pues había jurado no llorar más por él, pero ellas sólo insistían en salir, persistían en esparcirse por su rostro, sin poder ser contenidas por esos ojos aperlados que no demostraban otra cosa que no fuera dolor y tristeza.

—¿Mami? —escuchó la voz de su pequeña hija. Hinata se percató entonces de que estaba en la habitación de la niña y ésta la miraba con preocupación—. ¿Por qué mami está llorando? Hime-chan quiere saber.

—No es nada, Hime-chan —respondió, Hinata volviéndose a secar las lágrimas para sonreír dulcemente a su pequeña—. ¿Cómo te sientes, amor?

—Hime-chan se quiere ir a casa y abrazar a mami —dijo la niña haciendo un puchero. Hinata sonrió y se acercó a su hija, abrazándola muy fuerte.

—Mami ya está aquí, no tienes por qué ir a abrazarme a otra parte —le susurró muy despacio, pues aún se sentía mal por lo ocurrido con Naruto, aún le dolía demasiado lo que él le había hecho. Ahora sí estaba segura de que el amor de Naruto nunca había sido para ella, que desde el mismo instante en que fueron separados, jamás volverían a estar juntos por más que lo deseara con todas sus fuerzas, porque, aunque ella había hecho todo por tratar de explicarle, incluso se había vuelto a entregar a él con la intención de que se diera cuenta por medio de sus caricias y sus besos que ella lo seguía amando, aun así, Naruto había roto su corazón en pequeños pedacitos.

Era increíble que aún lo siguiera amando con cada uno de ellos.

*·_·_·*·_·_·*·_·_·*·_·_·*·_·_·*

Oh, por Dios... ¿qué debo hacer ahora? —pensaba Matsuri sorprendida, pues aún Gaara no la soltaba y ella tampoco tenía ánimos de detener aquel beso. Tener esos labios sobre los suyos era una sensación tan increíble, mucho mejor de lo que apenas había logrado sentir la noche anterior. Y, para Gaara, esto era igual de mágico, puesto que nunca había experimentado esa necesidad de no separarse de una mujer, de sólo besarla hasta desfallecer.

Yo no quería quererte

Y no lo pude evitar

Se dieron cuenta de que les faltaba el aire y ahí se tuvieron que separar, pero sus vistas no se apartaron por varios segundos.

Para Gaara, todo eso que estaba sintiendo le era completamente desconocido, él sólo besaba a las mujeres y se acostaba con ellas sin sentir nada, pero ahora sólo la había besado y sentía que no podía quitársela de la cabeza. Se suponía que ya no le pasaban estas cosas, él mismo se había prometido que nadie le haría sentir nada otra vez, para no volver a salir herido.

El Error de AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora