Canción: Estoy perdido de Fonsi. Lamento no poner la canción, pero la PC anda medio lenta. ;;
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La puerta se abrió, dejando ver a la hermosa chica que tan sólo esta mañana era su novia y que le había mandado a volar por un estúpido malentendido.
Ella lo miró algo sorprendida y luego enojada, sobre todo por el ramo de flores que Kiba puso frente a ella.
—Ino, te juro que todo ha sido un error, por favor, escúchame —habló el castaño, mostrando su sonrisa encantadora y amable, esa que había conquistado a la chica.
—¿Qué haces aquí? Mejor vete a buscar a tu nueva amiguita —la Yamanaka trató de cerrar la puerta, pero él puso su pie entre medio para impedírselo, después de todo, no podía dejar que ella pensara lo peor sin haber primero aclarado las cosas.
—Ino, sólo escúchame, es verdad que salí con ella, pero fue sólo como amigos, además, fueron muchos chicos más con nosotros y... ¿cómo crees que yo me fijaría en una niña como ella?
Ino dejó de tratar de cerrar la puerta y le permitió a Kiba seguir hablando.
—Amor, yo te quiero a ti, tú eres mi novia y nadie cambiará eso, no te cambiaría por nadie —Kiba extendió el ramo de flores hacia Ino, quien después de estar un rato en silencio, finalmente lo recibió con una sonrisa.
—¿De verdad, mi amor? —preguntó poniendo voz de niña, a lo que él asintió con la cabeza, abrazándola tiernamente para luego comenzar a besarla.
El beso en un principio fue lento y dulce, pero de pronto se volvió apasionado y fogoso, por lo que Kiba cerró la puerta detrás de su espalda, tomando a Ino por la cintura sin dejarla respirar ni un solo segundo.
De un momento a otro, la alzó por las caderas, haciendo que rodeara su cintura con ambas piernas, para así llevarla entre besos a la habitación. Con cuidado se arrojó a la cama, quedando sobre ella, mientras sus manos viajaban por el escultural cuerpo de la chica.
—Kiba... perdón por ponerme así... creo que fui demasiado precipitada... —decía Ino, mientras él besaba su cuello. De verdad estaba arrepentida de lo que había hecho, así que lo mejor que podía hacer ahora, era demostrarle a su novio que le creía todo lo que acababa de decirle.
—No importa, Ino, no importa —fue todo lo que dijo antes de volver a besarla. Los dos estaban realmente dispuestos a una buena reconciliación, pero de pronto, el celular del castaño comenzó a sonar, molestándoles.
—Dame acá —Ino sacó el teléfono del bolsillo de su novio, primero había pensado en apagarlo, pero prefirió contestar para avisar que ahora Kiba estaba ocupado, que era mejor no molestar, así que presionó el botón de responder, mientras Kiba la quedaba mirando.
—¿Bueno Kiba? ¡Soy yo, tu querida Hanabi! —se escuchó del otro lado, por lo que Ino simplemente miró furiosa a Kiba, quien no entendía qué pasaba.
—Habla tu querida Hanabi —repitió las palabras de la chica, desprendiendo un aura demoníaca que asustó de sobremanera al castaño, levantándose de encima de ella aún confuso—. Vamos, ¿que no piensas responderle?
—I-Ino... no sé por qué me hablas de esa manera...
—¡Lárgate ahora mismo de mi casa! —explotó la rubia, lanzándole el aparato telefónico encima para luego empujarlo hacia la salida. Él no sabía qué había pasado, pero de un momento a otro, ya había sido echado a patadas del departamento de la mujer, quien de pronto abrió la puerta y le arrojó las flores en la cara—. ¡Ahí tienes tus cochinas flores! —y sin más, volvió a cerrar de golpe.
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El Error de Amarte
Fiksi PenggemarCuando Naruto era pequeño, el asesinato de su padre a manos de un Hyûga, marcó su vida para siempre. Años después, se enamoró perdidamente de una chica que le dio un vuelco a todos sus planes, pues ella era la hija del asesino de su padre. Cuando po...