Albedo en DxD

Capitulo 3: Cuarta Facción.

En un oscuro y húmedo almacén abandonado de la ciudad de khuo, un grupo de demonios callejeros disfrutaban de un festín de humanas vírgenes, aprovechándose de estás hasta que no fueron más que un cascarón vacío, para después proceder a devorarlas. Los gritos incesantes de las víctimas, no pudieron alcanzar a nadie, ninguno de los transeúntes que ocasionalmente pasaban por el lugar pudo escuchar algo gracias a un hechizo de silencio.

-Po-por favor, te lo suplico déjame ir!.

una chica de cabello negro, rogó mientras apoyaba su frente contra el suelo, las lágrimas caían de su rostro, su cuerpo estaba lleno de moretones y tenía rastros de sangre seca en la comisura de sus labios.

La mujer sollozaba fuertemente mientras temblaba, ella no deseaba, no quería, desde el fondo de su corazón ella se negaba a que estos monstruos hicieran con ella lo mismo que a su amiga. Por el rabillo del ojo, observó el cuerpo de su amiga ya sin vida, su ropa estaba destrozada, así como su cuerpo, sus ojos estaban abiertos y su rostro tenía un expresión de desesperación. Uno de los demonios dio un paso, y la mujer tembló aún más.
Por cada paso que daba el demonio, el miedo en le corazón de la chica se hacía más intenso

-Ha? Desde cuando un miserable humano tiene siquiera el derecho de rogarme?. ¡Maldita perra Deberías de sentirte feliz de ser cogida por mi! -El demonio que parecía ser el cruce entre un cerdo y un toro, hablo con molestia, tomando velocidad, pateo a la mujer con la fuerza suficiente para que la pared con la que impacto se astillara.

-Kghh -Fue el único sonido que pudo producir la chica al sentir como sus huesos se rompían, poco a poco la sangre empezó a manchar su visón. Su mirada de dolor de convirtió en una de terror, cuando los 3 demonio más pequeños, que parecían ser duendes, saltaron sobre ella y con sus garras empezaron a rasgar su ropa y su cuerpo.

-Supongo que este es mi final. Voy a ser abusada por estos monstruos y cuando se cansen de mi, me matarán para después comerme. -Silenciosamente empezó a llorar mientras era despojada de la última prenda de ropa que cubría su entrepierna. Con todo su agonía y desesperación reunió las pocas fuerzas que le quedaban en último esfuerzo y grito.

-Por Favor! Que alguien, quien sea me salve!.

-Jajajaja. - Ante su grito, los demonios empezaron a reírse de ella. -¿Enserio creíste que eso Hiba a funcionar? Acaso no aprendiste de tu amiga aquí. -dijo el más grande mientras pateaba el cadáver de la chica en el piso.

-Escuchame bien, nadie va a venir a rescatarte, te usaremos hasta que nos cansemos y luego te comeremos como lo hemos echo con cientos de tu especie, ¡Ni Díos podrá salvarte!.

-Boom!. -Con una fuerte explosión, la entrada principal del almacén salió disparada aplastando a uno de los duendes en el proceso levantando una gran cantidad de polvo. Los demonios restantes se pusieron en guardia generando círculos mágicos en sus manos. Solo destellos de color púrpura se podían ver a través del polvo, uno de los goblins lanzo una bola de fuego a lo que sea que esté detrás del polvo.

-Bzz -El sonido de electricidad fue la única respuesta a la bola de fuego, seguida de una voz robótica -Ataque enemigo repelido - Energía del campo de fuerza consumida - Energía restante 99.1% - Alerta se detectan formas de vida con características hostiles - redirigiendo la energía para entrar en modo de combate - pidiendo autorización.........
-Hazlo! - está vez fue la voz de un humano la que sonó a través del polvo.
- Modo de combate Aprobado - 70% de energía siendo redirigida.

Antes de que los demonios pudieran reaccionar una mancha de color púrpura se disparó hacia ellos, más precisamente a los duendes los cuales fueron exterminados al contacto con lo que el demonio puedo reconocer como una llama púrpura extremadamente poderosa.