Albedo en DxD

Capitulo 10: La calma.

Capitulo 10:

La calma.

—¿Estas lista Rías? —dijo Sona Sitri. Mientras caminaba por los pasillos de la escuela. Rías a su lado respondió rápidamente.

—Toda mi nobleza esta lista. Podemos partir de inmediato. —Sona asintió y se dirigió hacia la salida para empezar con su misión.

***

En los barrios más alejados de Khuo un grupo de estudiantes caminaba en la oscuridad de la noche con un semblante serio. Este semblante se rompió cuando el estudiante de cabello castaño y ropa desalineada hablo.

—Este...Sona-Sempai ¿Qué estamos haciendo aquí? —dijo Issei con genuina curiosidad.

Sona se masajeo las cejas con frustración ante la pregunta del castaño.

—No lo sé Issei, somos demonios y salimos en la noche a unos almacenes ¿Tu qué crees que vamos a cazar renegados o a un antro a ver tetas? —dijo lo último con evidente sarcasmo.

Pero al ver que el castaño reflexionaba seriamente por saber cual de las dos era la opción real. Sona dejo escapar un sonido de molestia. Levantando su mano, adopto una pose de profesor o perSona mayor explicando algo.

—Como descendientes de los grandes clanes de demonios y dueñas del territorio de khuo, se nos encomendó la importante tarea de cazar a un poderoso demonio renegado que se escapo del inframundo y se alojo en los barrios bajos.

Los miembros de la nobleza de Sona asintieron ya que conocían la información. Pero la nobleza de Rías se sorprendió bastante. Una mano se levantó por parte de la nobleza de Rías en señal de una pregunta.

—Si Yuuto-Kun. —dijo Sona cediéndole la palabra al joven rubio.

—Debe de ser un demonio muy poderoso si se necesita a dos noblezas para combatir con él.

Sona asintió y pregunto con algo de molestia filtrándose en su tono.

—Así es. Pero ¿Rías no les compartió los documentos con la información? —Nadie respondió. Pero al ver sus rostros Sona ya sabía la respuesta.

Ante la mirada enojada de Sona que parecía exigir una explicación. El rostro de Rías se tiño de color rojo.

—Estaba ocupada. —murmuro por la bajo. Siendo apenas audible.

Una risa se escapó de Akeno. Con sarcasmo y enojo hacia su líder (Aunque nunca lo admitiría).

—Ocupada dejándose manosear por Issei. —un silencio sepulcral cayó sobre las perSonas que caminaron en silencio hacia su destino.

***

—Finalmente llegamos —dijo Sona mientras se detenía frente a las puertas de un gigantesco conjunto de almacenes.

—Tsubaki lanza una barrera de reconocimiento quiero saber que sucede adentro —dijo a su reina la cual asintió y procedió a desplegar la magia.

Una cúpula transparente de energía se formo alrededor de todo el lugar, esto evitaría que los humanos se acercaran y que escapara cualquier sonido o ataque. Además de funcionar como un sensor para la magia del enemigo. Tsubaki lanzo la barrera y frunció el ceño.

—presidenta, algo está mal. Planeábamos tomar por sorpresa al enemigo y acabarlo en su descanso. Pero la magia del enemigo esta fluctuando de formas extrañas casi como si estuviera en una batalla.

—¿Sientes alguna otra firma mágica en lugar? —dijo Sona.

Negando con la cabeza Tsubaki respondió.