Albedo en DxD

Capítulo 9: Ophis Dragón del Infinito Ouroboros y su perro.

Capítulo 9:

Ophis Dragón del Infinito Ouroboros y su perro.

-Estoy cansado.

Fue el pensamiento que paso por la mente de Albedo mientras se recostaba en un árbol en el descanso escolar.

Desde que llego a esta academia no había tenido ni un solo momento de paz en todo el día. Desde niñas de todas las edades molestándolo por ser adorable, hasta ser el centro de atención de todos los estudiantes debido a lo que ellos llamaban rasgos occidentales que atraían la atención en donde quiera que fuera.

Soltando un suspiro interior Albedo se lamentó de su situación actual.

-¿Por qué yo? Una de las mentes más brillantes del universo debo de pasar mi tiempo con niños en una ¡estúpida escuela humana! -Haciendo gruñidos Albedo replico en su cabeza.

Habría seguido con su rabieta interna de no ser por el repentino aumento de la temperatura de su mejilla izquierda. Girándose un poco desconcertado Albedo pudo observar a una adolescente de cabello castaño.

Ellen le sonrío al niño de cabello blanco y coloco la lata de DR Pepper en el suelo cerca del niño.

-¿Qué pasa? Te ves como si un camión te hubiera atropellado. -dijo Ellen con una sonrisa al notar el estado de Albedo.

No había pasado mucho tiempo desde que se separaron. Pero Albedo se veía totalmente diferente, tenía grandes ojeras, su cara estaba arrugada y decaída, sus mejillas estaban rojas como si alguien las hubiera apretado con fuerza.

Albedo solo gruño en respuesta y tomo la bebida del suelo, tomándola en solo unos pocos segundos dejo escapar un pequeño sonido de satisfacción.

-Ahhhh ¿Qué es esto? Sabe muy bien. -dijo Albedo mientras se limpiaba la boca con su brazo. Quizás sabia tan bien porque estaba cansado o simplemente la bebida era buena no lo sabía a ciencia cierta pero no le importaba ahora que se sentía mejor.

Girándose hacia Ellen el rostro de Albedo se puso serio.

Ellen que entendió lo que estaba sucediendo, remango la manga derecha de su uniforme revelando un pequeño brazalete de color negro puro con una pequeña luz de color celeste que parpadeaba.

Presionando la luz parpadeante una esfera semi transparente de color celeste los envolvió a ambos para acto seguido desaparecer. Todo esto sucedió en menos de un parpadeo. Si alguien más lo viera simplemente pensaría que sus ojos le están fallando y luego lo ignoraría.

-¿Qué has descubierto? -dijo Albedo.

Al escuchar la pregunta de Albedo el rostro de Ellen se distorsiono al recordar algo desagradable.

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Ellen se presentó ante sus nuevos "compañeros" de clase, aunque llamarlos compañeros era más una formalidad ya que su razón de estar aquí era investigar al grupo de demonios que se ocultaban entre estos estudiantes.

Rias Gremory y Sona Sitri esos eran los nombres de las lideres del grupo. Su deber era identificar a los sirvientes de estos demonios de alto estatus.

Caminado por el salón escucho los murmullos acerca de ella. Entre los muchos murmullos hubo uno que resalto sobre los demás la razón por la que destaco fue que no era un murmullo sino más bien un fuerte grito.

-Ahh!! ¡Que sexy! ¡Debería ser parte de mi harem!

El grito provenía de un joven de cabello castaño bastante desordenado y mal vestido. Junto el dos jóvenes que Ellen asumió que eran los amigos del joven empezaron a discutir con el castaño acerca de sus medidas.