Albedo en DxD

Capítulo 13: Olas después de la tormenta.

Capítulo 13.

Olas después de la tormenta.

Solo habían pasado tres semanas desde que se revelo la existencia de lo sobrenatural a nivel mundial. Pero el mundo era un caos total. Las personas se sentían aterrorizadas y varios cayeron presa del pánico recurriendo a actos desesperados como el saqueo, el asalto y la violencia en general. Japón no fue la excepción a esto. Al contrario, fue uno de los lugares más afectados ya que poseía una alta actividad demoniaca. Las autoridades fallaron en su labor de controlar a la población y fueron inutilizados por la misma.

Los demonios por su parte, al perder su tapadera realizaron ataques en plena luz del día. El incidente más reciente fue el de un gigantesco demonio que ataco una estación de tren causando que tres de ellos se descarrilaran. Muchas personas murieron y aún más resultaron heridas de gravedad lo que aumento aún más el pánico y el miedo hacia estos seres. Pero este no fue el único caso, basta con ver las noticias para encontrar miles de casos similares alrededor del mundo.

Parecía que todo estaba perdido. Las personas perdieron sus esperanzas cuando las armas humanas no dañaron a los demonios. Pero en medio de todo ese caos y desesperanza una luz ayudo a las personas a recuperar el camino y no caer en el pánico o el miedo. El nombre de esa luz es "Cuarta Facción".

Quienes a palabras de la población eran:

Valientes guerreros que ayudaban a las personas, sin pedir algo a cambio. Si perdías tu hogar ellos te brindaban refugio. Si no comías en días ellos te daban alimentos. Si estabas herido ellos curarían tus heridas. Las personas idolatraban a la "Cuarta Facción" muchos incluso querían unirse para ayudar a combatir con los demonios. En muy poco tiempo la "Cuarta Facción" se ganó el respeto y el apoyo de la población al ser los únicos que los defendieron y los ayudaron.

***

En medio de todo el caos por el que estaba pasando en el mundo un Galvan se encontraba en su laboratorio cuando el espacio a su alrededor pareció curvarse y deformarse hasta que se creó un agujero en la realidad misma del cual salió una niña flotando con una mirada en blanco.

-Llévame a la brecha dimensional. -dijo Ophis. Mientras estiraba su mano para tomar el brazo de Albedo. Al ver esto albedo retiro su brazo causando que Ophis solo apretara el aire. Frunciendo el ceño Ophis pregunto.

-¿Qué pasa?

-Creo que ya es hora de un cambio. -dijo Albedo lo más calmado que podía parecer. -No te llevare al vacío hasta que escuches mis condiciones.

Los labios de Ophis subieron en una especie de burla hacia las palabras de Albedo. Su figura se volvió borrosa. Tomando a Albedo por el cuello, lo acerco a su cara.

-Entonces no me sirves. -dijo Ophis. Aumento la fuerza en la mano que sostenía el cuello del Galvan.

Albedo sujeto por reflejo con ambas manos el brazo que lo sostenía del cuello. Pero sus ojos no vacilaron. Su intención estaba clara. No se iba a rendir en este momento.

-M-mientes-s no -p-puedes-s -dijo como un susurro el galvan. En respuesta Ophis apretó con más fuerza. Albedo juraría oír sus músculos crujir bajo el poderoso agarre.

-Las cosas inútiles son desechable. No eres diferente para mí. -dijo Ophis aun con su expresión en blanco.

Los fríos ojos de color violeta se enfrentaron contra los rojos brillantes de Albedo. Ophis busco en los ojos de Albedo algún indicio de duda. Pero los ojos del galvan se encontraban firmes a pesar de que su cara se estaba poniendo roja por la presión en su cuello.

Soltando un suspiro ophis volvió a hablar.

-Molesto. -dijo el dragón antes de apretar con todas sus fuerzas provocando que Albedo perdiera el conocimiento.