Capítulo 1 ¡Sorpresa!

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¡Sorpresa!

Todo esta historia empieza el día que fui a darle una sorpresa a mi novio Alan a su casa, su madre se habían ido de viaje y yo, como su amada novia le fui a llevar uno de sus postres favoritos, un pie de limón, de hecho así nació nuestro nombres de novios, los limoncitos nos llamábamos, cursi, pero cuando uno está enamorado eso no lo nota.

Había aprendido hacer el pie de limón por él, apenas sé cocinar, mi madre hace todo en la casa, soy hija única, ella es una ama de casa a todo terreno, cocina todo lo que te puedas imaginar, desde que conoció internet empezó hacer videos de sus recetas y muchos la conocen por eso, a parte lleva un blog de Comida sana y abrió unos talleres dónde te enseña hacer postres, ahí conocí a mi "limoncito". No, él no hizo el taller, sino sus hermanas, él solo las acompañaba y bueno, probaba todo lo que hacían.

Ese día, tomé un uber y me fui muy emocionada por llevarle algo que hice con amor solo para él, teníamos un tiempo muy distante y pensé que era una buena idea.

Cuando toco la puerta, tardó mucho en abrir y me impaciente, tengo muy poca paciencia. Tocó muchas veces y él sale, lo noto agitado y me río.

 - Oye, ¿limoncito que hacías? - le digo y antes de cualquier cosa entro a la casa apresurada, - Creí que te bañabas? Que...

Mi sorpresa es ver a mi amiga Nicole, mi querida amiga, la que ha estado conmigo durante los últimos 10 años, ahí en la sala de la casa de "Mi Novio" casi desnuda.

 - Limoncito no es... - comienza a decirme Alan y ya ese nombre tan dulce y cariñoso me daba asco.

No lo deje hablar, le lance el pie de limón en el pecho y salí corriendo de la casa, no recuerdo cuanto corrí y no sabía a dónde iba. Solo la imagen de ellos dos me acompañaban con una profunda decepción, me detuve y empecé a llorar, era un llanto lleno de dolor, dos años que tuve con Alan jamás me falló, siempre fue atento, dulce, y nunca me dió motivos de sentir celos. Y con respecto a Nicole, la creía mi hermana, mi compañera, llorábamos juntas, reíamos y ... Y nada, me sentí en una desolación muy grande.

Mientra estuve ahí, llorando y lamentándose, preguntándome qué hice mal. Alguien me habló desde un carro.

 - ¿Estás bien Michelle? - su voz no la reconocí, voltee a verlo y no sabía qué hacía él ahí. Con razón no reconocí su voz, si ya teníamos más de 5 años sin hablarnos.

Williams Salas, él, Nicole y yo, fuimos amigos de la infancia, pero algo hizo que nos separamos cuando comenzó nuestra adolescencia, y él cambió por completo.

Williams era un niño delgado con lentes y muy inteligente, no era un nerd ni nada, amaba los deportes, pero como era tan delgado y pequeño, poco lo ayudaba a destacarse, él sin embargo seguía intentando.

Cuando dejamos de hablarnos, que fue por culpa de un beso, si un beso, éramos amigos, pero él y yo teníamos algo muy especial que un día dejamos que nos llevará y nos besamos. Aquello fue único para mí, mi primer beso y fue con alguien a quien quería muchísimo, esa misma tarde fui a contarle a Nicole y cuando lo hice ella quedó sorprendida y me contó que él también la había besado a ella, y que por es razón ella ya no iba a mi casa con la misma frecuencia porque el se lo pidió. Sentí rabia por lo que me había hecho, y no le hable más, hasta ese momento que otra vez me sentí traicionada, y él aparecía.

Durante ese tiempo se convirtió en otra persona, había crecido tanto que sorprendió a muchos, destacó en todos los deportes, hasta en ajedrez, algo que él y yo siempre jugábamos cuando estábamos solos, porque a Nicole le aburría mucho. 

 - Sube, te llevo a tu casa - me dijo y me tape la cara y caminé tratando de disimular, que no sabía quién era.


No note que tenía las manos llenas de merengue del pie de limón y me llene la cara, y mientras trataba de limpiarme, más me ensuciaba.

 - ¡Vamos Michelle! - me dijo desde su auto, y yo caí ciega por él merengue en mis ojos.

 - ¡Estúpida! - me dije y cuando traté de levantarme, unas manos me ayudaron, sabía que era él pero no podía verlo bien, tenía la cara y los ojos llenos de merengue.

 - Si lo eres, te dije que te llevaría. - lo escuché decirme y aunque quería negarme ya estaba en su auto, me dió algo para limpiarme la cara y puso en marcha el motor.


No era el mismo Willy que conocía, en verdad era otro, y si era muy atractivo, todas las chicas del colegio estaban detrás de él. Y cuando volteo a verme me puse nerviosa.

 - Aún tienes la cara sucia - me dijo, estacionó el auto y se volteó, sacando de un bolso una franela, y con su terno de agua la mojo.

- No...- dije y él mismo me ayudó a limpiarme la cara, estaba realmente nerviosa. - yo lo hago... Gracias - le dije porque no quería que estuviera cerca de mi.

 - Está bien - me dijo y siguió manejando.


La camisa olía muy rico, su auto también olía rico, lo mire de reojo y en verdad estaba tan bien, sus músculos, su rostro, su cabello, era un hombre perfectamente bien moldeado.

Sé que los deportes lo han hecho ser otro, bien por él, ahora mide quizás 2 metros y su piel está bronceada, supongo de jugar al aire libre, sus brazos aunque delgados, se notan los músculos, sus piernas... Dios que nerviosa ando con su presencia.

- ¿Estás mejor? - me preguntó, su voz gruesa es como si no quedará nada de ese niño que conocí.

 - Si... - le respondí en voz baja.

 - Ok, ¿te molesta si hago una parada antes? - me dijo y yo negué con la cabeza.


Me sonrió y noté que ya no tenía esa separación en los dientes que siempre notaba cuando lo hacía. Definitivamente era otro.

Paramos en una tintorería y lo ví desde el auto, sonreía y parecía el muchacho tímido que conocí, esperaba su turno para que lo atendieran, mientras miraba su celular, de repente miro hacía mi y yo no sabía qué hacer, voltee la cara y simula estar viendo hacia una pared, que estúpida!, solo había una pared sin nada de mi lado. Preferí mirar hacia delante la gente que pasaba por la calle.

Al rato regresó, con alguna ropa, de mujer, supongo que de su mamá y su hermana. Su padre había fallecido hace dos años, lo supe porque toda la escuela fue a darle las condolencias por ser el mejor deportista y destacado, ese año perdió de competir en los estatales porque su familia tuvo muchos problemas de dinero, después de lo de su papá. Porque se tanto de él? Williams es muy popular, todos, cuando digo todos, lo admiran mucho, incluyéndome, aunque no le hablaba, era imposible no sentirme bien por todo lo que logró.

 - Odio hacer estas cosas - me dice mientras entra al auto, - pero Mery siempre anda ocupada en cualquier cosa.

 - Lo siento - le digo, porque Mery es una de las asesorías de imagen de mi madre, y bueno es como si fuera su asistente.


Otra de las razones por la cual se tanto de Williams, por mi mamá, y Mery que casi siempre está con ella.

 - No es tu culpa - me dice y luego de ahí hubo mucho silencio hasta que me dejó en mi casa.

- Gracias - le digo y le doy la franela pero no la toma.

 - ¡Quédatela! - me dice al verla llena de merengue y húmeda - por si necesitas algo con que limpiarte... las lágrimas.

Sentí vergüenza y me bajé de su auto, esperó que yo entrara a la casa, lo sé porque voltee a verlo antes de abrir la puerta y ahí estaba él, en su auto.

Cuando me encontré sola fue que note, que no sabía qué hacía él ahí cerca de la casa de Alan. Pero recordé que esa no fue la primera vez que me tropecé con él, porque hace dos meses, desperté al lado de Williams. 



Un Novio de Mentira (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora