Tokyo...

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London caminaba tranquilo por los pasillos de su silenciosa empresa para adentrarse en su ascensor personal, al llegar frente a él este no estaba cosa que no puede pasar jamás porque los empleados tienen prohibido usarlo, no por nada tiene un cartel negro con letras doradas en una hermosa cursiva uso único de los jefes y ahí fue cuando se dió cuenta de lo que sucedía, en ese instante supo que cuando subiera a su oficina no estaría solo, al llegar a su piso miro hacia Azul su secretaria y ésta estaba llenando unos papeles tan concentrada que no noto su presencia.

Buenos días...- pegó un salto del susto y ya con eso supe quién estaba.

Buenos días señor, apenas se desocupe le pasó su agenda...

Tomy está dentro?...- asiente.

- ok gracias...- segui caminando riéndome de la pobre chica porque decir que le tiene miedo a Tomy es poco, la palabra que mejor la definiría es pánico y no solo ella sino la mayor parte de mis empleados, con solo poner un pie dentro de la empresa ya uno puede darse cuenta de que el clima es diferente cuando está él, pero venía demasiado distraído como para notarlo.

¡¡Buenos días a todos!!...- al entrar me encontré no solo con mis hermanos sino que también estaban los chicos.

Buenos días...- beso la mejilla de todos.

A qué debo el honor de su visita un Lunes tan temprano?...- me siento en mi sillón.

Ahórrate la actuación y vayamos al grano...- Tomy.

Lo hubiera hecho si no fuera porque le encanta fastidiarte...- miró ofendido a Kyo aunque luego me río chocando puños con el, luego con Amadeo, Berlin y por ultimo a Máximo ya que estos también subieron su puño en mi dirección.

London, tenemos poco tiempo, ve al grano, ¿cómo es que esas dos hermosuras de chicos llegaron a ser hijos tuyos?...- todas las miradas se posaron en Amadeo, Kyo y Max lo miraron con sorpresa, Berlin con enojo y el resto con una ceja alzada gesto muy típico en esta familia, es como un sello personal de ellos.

- no me miren así, no soy ciego y se admitir cuando un hombre o una mujer me parecen lindos....

Pero tú no dijistes lindos...- Berlín lo mira mal y Amadeo sonríe porque sabe lo que le espera en su casa por haberlo puesto celoso y lo disfrutará como siempre.

Y tú aún no te das cuenta que me encanta ponerte celoso.... 

Gira su cuerpo para ponerse frente a su marido, al terminar de hablar mueve su ceja izquierda hacia arriba en un movimiento rápido y que solo él puede ver como cada vez que dice algo en doble sentido logrando que la mirada de su marido se relaje y sonrió acercándose a él para dejar un beso en su mejilla.

Hablando enserio, a mi me sorprendió más que a ustedes... se los juro, yo no sabía nada hasta que llegue allí y un abogado se presentó en la casa de sepelios preguntando por mi, resulto ser que Park había dejado un documento donde decía que los chicos quedaban a mi cargo y el restaurante a cargo de su tío Lee...

Como el que hizo mamá...- asiento mirando a Berlin.

Obviamente que le dije enseguida que me hacía cargo, su tío no tiene una buena posición económica, no tienen una relación como la nuestra, ni el les tiene paciencia y menos ahora que se debe hacer cargo de un restaurante, por lo que él querrá que trabajen con él y no son aptos para ese tipo de trabajo, también me dijo que si yo no me hacía cargo yo o algunos de sus tíos cosa que dudo mucho porque la situación con su tío ya se los dije y su tía es madre soltera y apenas gana lo suficiente para ellas dos por lo que no creo que pueda hacerse cargo de ellos y llevarlos a un hogar hasta cumplir la mayoría de edad no era una opción porque ya tienen 21, como último recurso ellos mismos debían buscar a alguien que quiera ser su tutor para que se haga cargo de ellos y no podía permitir eso porque yo no sé si no va a provechar la situación y se va a querer quedar con su casa y el negocio familiar, aunque no se les note, ellos no son chicos normales por decirlo de alguna forma...