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Los días siguieron pasando y Jimissi ya estaba prácticamente instalado en la casa de Kyo, este le había contado sobre la propuesta de Zeta y aunque lo tomó por sorpresa dijo que en su caso él hubiera preferido que se lo pida Kyo pero no importaba, la propuesta ya estaba hecha, Kyo trato de animarlo cuando se sentó en el living haciendo puchero diciéndole que con él se habían comprometido, pero igual no alcanzó para animarlo por lo que Kyo lo saco a comer afuera y luego a un parque de diversiones junto con Aidan y eso lo animó al igual que las palabras de Aidan al decirle que sería una salida en familia, la primera de muchas, eso lo hizo derramar varias lágrimas de felicidad porque su pequeño ya lo había aceptado por completo y eso era un montón para él, por lo que sin poder evitarlo sus lágrimas aumentaron cuando el se acerco y lo abrazo consolandolo.

Por otra parte Kyo comenzaba a impacientarse porque Magnum no daba señales de vida y a él no le gustaba dejar cosas sin concluir, es por eso que necesitaba hablar con el de una vez por todas, para su suerte al llegar a lo alto de la escalera lo ve entrar y Kyo se quedó tan embelesado con la hermosura de Magnum que por unos segundos hasta se olvidó de todo, hasta de como respirar, este venía entrando a su casa metido dentro de la campera negra de piel que Kyo le regaló para su aniversario, con una polera rayada negra y roja, jean y botas negras pero los ojos se Kyo se detuvieron en su cabeza, la cual venía cubierta no solo por su típica gorra negra, sino por la enorme capucha que traía dejando a la vista su hermosa piel clara y sus hermosos labios rojos que para Kyo eran la perdición, estaba tan hipnotizado con su belleza que solo fue consciente de que Magnum ya estaba frente a él cuando hablo siendo tan directo como siempre.

Solo te escucharé si me haces el amor como a mí me gusta y mira que bueno que soy que dejaré que me lo hagas rudo como a ti te gusta si te sirve para sacar tu enojo...

Kyo al escuchar su voz volvió a la realidad, una donde Magnum lo hipnotizaba con la mirada, esa que solo prometía los pecados más impuros que podrían cometer el chico frente a él de cara angelical , lo calentaba con su voz melosa y seductora, dónde su miembro palpitaba ante sus palabras, dónde la mano de Magnum quemaba cada parte de su piel por dónde pasaba incluso sobre la ropa, dónde su corazón se aceleraba ante las imágenes que su cabeza le proyectaba de sus encuentros más que eróticos y nada aptos para cualquier horario, porque Magnum cuando se trataba de sexo era el peor de los 3, a el le gustaba que Kyo le haga el amor, pero también le gustaba que lo trate sin una pizca de delicadeza casi rondando lo sádico ya que Kyo tenía límites y él con lo que le ofrecía estaba más que conforme.

No habían pasado ni 10 minutos cuando Kyo ya lo tenía en su cama sobre el con sus manos pasando por debajo de sus brazos pero levantadas para aferrarse a su hombro y así hacer que suba y baje de forma brusca con un Magnum que se aferraba a su cuello con algo de dificultad al estar los 2 transpirando, porque al menor le encantaba que sus manos se resbalen al tratar de agarrarse a él sin contar que eso lo enloquecía demasiado, el cuarto estaba inundado de los jadeos de ambos y de las palabras dulces y sucias que decía Magnum, Kyo por su parte agradeció que los cuartos tengan aislamiento de sonido, sino no podría mirar a su hijo a la cara por más que los separé un par de metros.

Eran pasadas las 2 de la mañana cuando Magnum yacía durmiendo en el borde de la cama y Kyo tirado en el sillón, totalmente desnudo con la cabeza tirada hacia atrás disfrutando de la frescura que le daba el aire acondicionado del cuarto al estar debajo de este, no sabe cuánto tiempo estuvo así, solo sabía que se había quedado dormido ahí mismo, ese maldito sillón era tan cómodo que no era la primera vez que eso pasaba. Sintió algo vibrar por lo que obligó a sus ojos a abrirse, luego se levantó con algo de dificultad al dolerle sus piernas y camino hasta la mesa de noche donde descansaba su teléfono, se sentó en la cama y atendió la llamada antes de llevarse el aparato a la oreja.

Diga....

Se puede saber dónde carajos estás que mi nieto llegó solo a mi casa?...- al escuchar eso Kyo colocó el aparato frente a él y abrió su agenda, al mirar lo que había en el día se encontró con el almuerzo en la casa de sus padres.

Hola pa, perdón me quedé dormido, me baño y en 30 estoy ahí...- silencio.

En 15 y trae a Magnum contigo...- dicho esto la llamada se cortó, lo que indicaba una conversación en algún momento del día, suspire dejando el teléfono donde estaba para luego girarme y comenzar a repartir besos por el cuerpo de Mag.

Arriba, tenemos que salir...- al darme cuenta de que estaba casi despierto pero no tenía intenciones de levantarse, lo tome de ambas piernas y lo jale para su lado, luego lo levante por lo que Magnum se tuvo que aferrar a mi cuerpo con las piernas y los brazos para no caerse pero su cabeza la llevo a mi hombro al no poder despertarse.

Kyo abrió la ducha y se metió junto a él sin esperar a que se nivele, lo que provocó que se soltará y al no poder agarrarlo por estar mojado cayó de cola al piso, Kyo quiso levantarlo pero este no lo dejo mirándolo mal desde el  suelo, Kyo quiso reírse pero este se enojaría más por lo que se aguantó la risa, se puso de rodillas frente a él y comenzó a subir sus manos desde los tobillos de Mag hasta quedar cerca de su hombría y comenzó a acariciar esa zona sin tocarlo aunque ya lo tenía totalmente entregado y Kyo se dió cuenta de eso no solo por su respiración sino porque ya había cerrado los ojos y había tirado su cabeza hacia atrás mientras sus brazos sostenían el peso de su cuerpo, al tener esa imagen frente a el Kyo perdió el control por lo que lo tomó de la cintura y lo dejó sobre él cuando su cola tocó el piso, Magnum sin perder el tiempo lo hundió en él y comenzó a cabalgarlo mientras devoraba su boca, nuevamente el cuarto se había inundado de los jadeos de ambos, luego de unos minutos para los cuales para otra persona serán pocos pero para ellos no ya que la intensidad con que lo hacen no deja que se aguanten mucho sin acabar, se quedaron sentados bajo el agua hasta que hablo.

Buenos días...- río antes de contestar.

Buenos días, hora de bañarnos o papá nos matará...- salgo de él y me pongo de pie, luego me coloco junto a él encendiendo la otra ducha para hacer más rápido, pero no pude terminar de hacerlo al ver cómo pasaba su mano por el pecho y su miembro quitando todo el jabón mientras tenía la cabeza tirada hacia atrás con los ojos cerrados, camino hasta él y se me trepó quedando entre Kyo y la pared.

Hazmelo duro una vez más y prometo dejarte en paz...- Kyo sonrió antes de cumplir con lo pedido, obviamente no cumplimos con lo que nos pidio mi suegro pero para nuestra suerte solo nos pasamos 20 minutos y llegaron justo cuando la comida estaba siendo servida, se sentaron bajo la mirada atenta de todos aguantandose la risa y comenzaron a comer.

Tokyo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora