59

28 4 1
                                    


Los días siguientes Berlin estuvo prácticamente instalado en la casa de su madre ya que después de que Carim lo encontró a Kyo llorando en el piso después de ver a Jiminssi subir a una camioneta llorando y supo que algo grave había  pasado por lo que este llamó a Lucio para informarle ya que todo lo que pase que sea grave el se lo debía informar a Lucio, como segunda opción a London y como tercera opción a Gonzalo, como era de esperarse estos llegaron en cuestión de minutos y en menos de una hora ya estaban todos en el comedor como cada vez que algo grave pasa. Las horas pasaban y todos estaban entre mal y preocupados, mal porque Kyo se durmió llorando y preocupados porque el celular de Jiminssi no aparece en el rastreador, querían pensar que solo lo había apagado porque no quería que nadie lo moleste, pero en una parte de ellos tenían instalados el miedo de lo que pueda hacer ya que Kyo no hablaba y lo único que supieron por Pedro y Carim fue que se escucharon muchos gritos y que Jiminssi se fue llorando en una camioneta blanca que ni siquiera tenía placas y nunca se dieron cuenta, pero tampoco podían culpar al pobre hombre por ser nuevo, este le dijo que era amigo de Jiminssi y el ya le había dicho que iba a venir un amigo en una camioneta blanca, que lo deje pasar pero que no entre a avisarle y este hizo lo que Jiminssi le dijo dejando a todos aún más preocupados al no tener idea con quien se pudo haber ido si no sale nunca y solo muy pocas personas tenían contacto con el. Dos semanas tuvieron que pasar antes de que London reciba un mensaje al celular con una direccion donde lo citaba Kiran el analista de su hijo pidiéndole que por favor vaya solo, que necesitaba hablar con el, London solo contesto con un ok antes de salir hacia ese lugar después de decirle a su secretaria que cualquier cosa lo llame al celular, una vez en el lugar apago su celular como el le indico y entró al bar guardándolo en su saco.

Hola London...- me giro encontrando a Karin recostado en una columna.

Hola todo bien? qué ocurre?...

Confias en mi London?... asiento.

Si no fuera así no te hubiera confiado a mi hijo...- asiente.

Es verdad, necesito que te pongas esto...- miro el trapo sobre su mano.

Para, ¿estas loco?...- niega.

El me pidio que lo haga, está preocupado por ti y dijo que tu harías cualquier cosa por él...- no necesite escuchar mas, me lo puse y me quede quieto a la espera de lo que haga, escucho el ruido de un auto estacionado junto a nosotros.

- Ven, te ayudo a subir...- no digo nada, solo dejo que me lleve, después de unos largos minutos finalmente el auto se detiene, me ayuda a bajar y me hace ir por lo que supongo que es un pastillo, luego me hace sentarme en lo que distingo que es un banco de plaza por lo duro y me dice que cuando quiera puedo sacarmelo, cuento hasta 3 y me lo saco despacio ya que no se conque me voy a encontrar, al descubrir mis ojos pestañeo varias veces para enfocar mejor y veo un patio enorme y algunas personas vestidas de celeste y otras de blanco lo que distingui al instante que eran enfermeros, pero no entendí qué hacía ahí hasta que escuche una voz detrás de mí.

Hola papá...- al escucharlo me puse de pie y camine hasta él para abrazarlo y llorar seguramente como él lo estaba haciendo.

Mi pequeño, me tenias tan preocupado, va a todos, fue....- pone una mano en mi boda deteniendo mis palabras.

Solo estemos así un momento, lo necesitaba mucho...- lo vuelvo a abrazar feliz por verlo y tranquilo porque se lo ve bien, luego de unos minutos nos sentamos, su cabello ahora esta rubio, su mirada se ve tranquila y al estar dandole el sol en la espalda me hace imaginar que no estoy viendo a mi hijo sino a un ángel.

Como estas Hijo?...- no contesta, juega con sus pequeños dedos que apenas logran asomarse por la manga del enorme suéter celeste que tiene el cual reconocí al instante ya que muchas veces me dijo que ama ese buzo por eso Kyo se lo regalo dejándolo ver aun mas tierno.

Bien supongo....

Que es este lugar hijo?...- miro para todos lados.

Es una clínica y es muy estricta con los tratamientos de sus pacientes, pero hicieron una excepción contigo porque no me consideran peligroso..... y porque el abuelo Octavio les donó una buena suma aparte del valor de mi tratamiento obviamente....- lo miro asombrado.

Tu abuelo sabía?...- lo miro enojado, porque no me haya dicho nada.

Si, necesitaba que alguien me preste el dinero para el tratamiento, que sea mi cómplice y que sea bueno guardando secretos, se resistió un poco pero sabes que nunca obtengo un no cuando hago puchero y lloro...- sonrio de costado porque es verdad.

- pero no te sientas mal por no haberte pedido a ti, esto no quiere decir que no confie en ti, pero todos sabemos que tu no te ibas a aguantar sin contarle a los tios y no quería que... el se entere...- asiento.

- podemos hablar de otra cosa, solo nos quedan 30 minutos...- le devuelvo la sonrisa.

Entonces ven aquí, extrañaba mucho estar asi contigo...- se acomoda en mi pecho y comenzamos a hablar de otras cosas hasta que vino Karin a avisarnos que el tiempo se había terminado.

Sabes que te amo mucho no?...- asiente.

Pa, no puedes decirle a nadie que me vistes ¿si?...- asiento mirándolo cuando se separa solo un poco de mi.

Sabes que tu hermano se enojara mucho conmigo por esto...- niega, siento su mano dentro de mi saco mientras nos abrazamos.

Le escribí una carta, pero como aquí no permiten el contacto con los de afuera te la doy a escondidas...- asiento.

London debemos irnos...- me giro para mirar un momento a Karin antes de volver a mirar a mi pequeño ángel el cual me sonríe.

 Te amo, no lo olvides nunca, vuelve pronto ¿si?...- asiente y beso su frente antes de darle un corto abrazo  y separarme de él para irme.

¡¡ Pa !!...- me giro para mirarlo y viene llorando hacia mi.

Te amo y te voy a extrañar mucho...- sin poder evitarlo lágrimas comienzan a salir de mis ojos mientras lo escondo en mi pecho escuchandolo llorar.

- cuidate mucho...- asiento, vuelvo a besar su frente y me voy secando mis lagrimas al ver que se resiste a soltarme hasta que nuestros dedos lamentablemente se separaron.

El viaje de regreso lo volvi a hacer con los ojos cubiertos ya que por politicas de la clínica nadie puede saber donde esta ubicada y como dijo Jiminssi, hicieron una excepción con él gracias a la suma que donó su padre al lugar, pero ahora ya no podía volver a verlo hasta que no termine el tratamiento y le den el alta, una de las reglas más importantes de la clínica era que durante el tratamiento no podian tener contacto con nadie del exterior, sean o no considerados peligrosos y como su hijo era mayor de edad y había firmado el documento donde figuran todas las reglas del lugar y como era el tratamiento que el seguiría ellos no podían hacer nada para sacarlo del lugar si así lo deseaban.

Tokyo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora