Una mexicana en la emperatriz divorciada

¿Amor?, no.

Después de tanto correr y asustarme pude ir a mi habitación donde estaba el duque Ergy con carta en mano.

—Cabeza de chorlito se enojaría si supiera como corriste a ver a su majestad dejando su carta sin leer— Me acerqué tome la carta y comencé a leer— Las malas lenguas de este palacio dicen que el emperador está sumamente arrepentido de como te trato, si Lady Rashta se entera podría malinterpretarse todo aunque sería divertido ¿has pensado en jugar una broma así?— se dió cuenta que estaba entrada en mi lectura y aún así continúo hablando.

—Yo puedo ayudarte, digo no estoy de lado de nadie pero también me gusta el caos y tú eres una buena creadora del caos— termine de leer y sonreí, guarde la carta en mi cajón y lo miré
—No haré nada que me traiga problemas Ergy, ahora solo quiero estar en paz
—Rashta no deja de alardear del regalo que diste para su bebé— me senté en mi escritorio y el se sentó en uno de los sofás de mi cuarto— ¿Me está escuchando señorita?
—Si, me alegra que el regalo le gustará ahora solo deja saber si al bebé le gustará
—Tu si que dices cosas extrañas, ¿cómo un bebé sabrá de estas cosas?
—Los niños se dan cuenta de muchas cosas duque Ergy ¿acaso usted no se daba cuenta de cosas que pasaban desapercibidas?— su mirada cambio a una de concentración y luego volvió a reír.

—Tiene razón, no está del todo chiflada jajaja— abrí un libro y comencé a leerlo mientras el duque Ergy me seguía hablando de tonterías y las cosas que pasaban en la sociedad, mi ventaja con Ergy es que puedo enterarme de todos los chismes; comunicados, si comunicados jaja y no tengo que salir del palacio.

—Me marchó, tengo que dormir— dice levantándose— Mañana vengo a contarle el chisme digo el comunicado de la señora de el puesto de manzanas
—Estaré aquí dispuesta a escucharlo jajaja— Ergy abre la puerta y Sovieshu estaba ahí a punto de tocar.

—¿Duque Ergy?
—Su majestad
—¿Qué hace aquí? ¿a esta hora?
—¿Y usted? ¿aquí? ¿ahora? ¿estando casado y teniendo amante?— los dos se miraron un poco y parpadearon luego el duque Ergy salió y se fue y Sovieshu entró.

—Pensé que estaba con Lord Mckenna, no me diga que aprovechará su ausencia
—No diga tonterías majestad, Ergy solo me cuenta las cosas interesantes que pasan aquí mientras yo estoy trabajando pero dígame ¿qué lo trae aquí a esta hora?
—Te traje un regaló, por ayudarme con lo de Rashta
—Oh no tiene que preocuparse por eso, por algo me paga cada mes— se mostró algo confundido y luego se llevó la mano a la frente
—Si, que tonto te obligó a llevarte bien con mi amante y aún así quiero darte regalos que tontería
—Jajajja, déjeme ver— me dió una pequeña caja y cuando la abrí encontré un lindo anillo con pedrería azúl— Es hermoso muchísimas gracias.

—¿De verdad te gustó?
—Claro, no me gusta emocionarme por esto pero gracias una lastima que yo no pueda darle un regalo y aunque lo hiciera no creo que haya algo de valor en mi como para ser suficiente
—Tengo tu lealtad, no suelo contar esto pero mi madre una vez me dijo que cuando subiera al trono me asegurará de tener más personas leales que monedas de oro y tú me demuestras ser una de esas personas y te agradezco infinitamente
—Si, si mucho afecto por hoy dígame ¿qué hará con Lord Kosair?
—La Emperatriz me ha pedido que sea justo así que será exiliado— sonreí y me levanté para darle un par de palmadas en la espalda.

—Pues no se diga más, es un castigo justo y ¿la emperatriz cómo está?
—Esta molesta, no me habla y evade conversar conmigo
—Debe entenderla, ella ama mucho a su hermano dígame algo, si usted tuviera hermanos ¿no haría de todo para salvarlos?
—Pues, si pero ¿y tú? ¿tienes hermanos?
—Si, dos seres salidos del mismo infierno— dije riendo aunque Sovieshu me miró algo raro.

—Vaya a dormir, seguro mañana será un día agotador
—Siempre he tenido la duda de a qué hora duerme usted, siempre llega ojerosa y adormilada a la oficina
—Tengo insomnio, pero no sé preocupe trataré de descansar para mañana
—Si sigues con tu padecimiento puedo traer a los mejores doctores, yo también he tenido problemas con eso y ellos me han ayudado
—Mejor cuide de Lady Rashta, seguro cuando despierte querrá verlo y trate de hablar con la emperatriz y recuerde; póngase en sus zapatos sin dejar de lado sus intereses— asintió y se fue deseándome buenas noches.

Ahhh porfin se fue, no dejan leer a gusto aquí maldita sea.

Me fui a dormir y no lo negare dormí muy bien tan bien que al día siguiente no tenía ganas ni de levantarme.

—¡Arriba arriba!— dijo el marqués Karl entrando a mi habitación
—No, me quiero quedar aquí
—Señorita, para ser empleada duerme como dueña
—¿Eso es cumplido o insulto?
—Ambos— lo mire molesta y volví a meter la cabeza bajo las cobijas y oh sorpresa escuché la risa de Sovieshu en la puerta.

—Como tu jefe y tú emperador, te ordenó que te levantes te cambies y te alistes que vamos a salir a trabajar
—¿Vamos a salir?
—Tenemos unos tratos y cosas que hacer así que arriba arriba— mencionó el marqués Karl
—Pido ir en carruaje— dije levantandome mientras me quitaba las babas de la cara
—Como si pudiéramos decir que no.

Después de alistarme me dirigía hacía afuera cuando ví a la Emperatriz, hace mucho que no la veía ya me hacía falta hablar con ella así que me acerqué.

—Buen día su majestad— dije haciendo una reverencia
—Buen día, ¿saldrás a trabajar con el Marqués Karl y el emperador— asentí
—Es una excusa para no estar aquí cuando Rashta se despierte, su majestad sigue estando enojado así que evito hablar de lo que pasó frente a el
—Yo evito hablar con el— reí un poco
—Si,algo me dijo de eso
—Tenga buen viaje señorita, nosotras nos veremos otro día— se marchó junto con Laura y la condesa mientras mire al Marqués Karl llegar por mí. Fuimos al carruaje y esperamos a su majestad adentro ya que el dijo que iría a ver a Rashta y vendría.

—Oiga señorita— alze la cabeza y el Marqués me miraba curioso
—¿Qué pasa?
—No ha llegado a creer que su majestad se interesa mucho en usted, cuando Lady Rashta llegó se preocupó mucho por ella pero no tanto como se preocupa por usted— Pestañee un poco tratando de procesar lo que dijo y luego me heche a reír mucho, nunca reí tanto
—Usted debería ser comediante marqués Karl si que dice cosas muy graciosas— en eso entró Sovieshu y al verme tan risueña preguntó.

—¿Qué les causa tanta gracia?
—Nada, nada— dije limpiando las lágrimas de risa de mis mejillas.

Y aunque lo estuviera, en mi corazón solo está Mckenna <3

(POR NADA HARÉ UN SHIPP ENTRE MI PERSONAJE Y SOVIESHU NO AHORA XD)