Una mexicana en la emperatriz divorciada

¿Qué hace el aquí?

Todo lo anteriormente sucedido con la querida amante de Sovieshu definitivamente nos daba a todos un dolor de cabeza; el humor de la ¿mujer? era cada vez más insoportable. Tal vez era su embarazo, tal vez así ya era ella, por eso no me agrada estar junto a mujeres embarazadas, ponganle nombre a su antojo pero prefería pasar una fría noche en la cárcel a estar con una mujer embarazada a solas. Me causan mala espina más Rashta, ella es la número uno en mi lista de desconfianza. Por otra parte, desde la partida de la emperatriz y el asunto de las cartas no me siento con ánimos ni de ver a la embarazada.

-¿De verdad no vas a acercarte?- preguntó Ergy mientras me tomaba del hombro
-Me da miedo- su resonante risa me pegó en el oído derecho
-¿Qué va a hacerte ese bebé? está dentro del vientre de su madre señorita Daath
-No está captando mi punto duque, no lo está captando- respondí mientras me alejaba.

Sovieshu notó mi poco interés en acercarme a darle atención a su amante y al bebé pero ya de antemano le había expresado mi descontento con embarazadas en general, supuse que no agregaría preguntas estúpidas pero; mientras más fe le tengo más esperanzas voy perdiendo.

-Nunca te pregunté el motivo de tu descontento con embarazadas- dijo mientras me ofrecía salir, dejando atrás a Rashta con la atención de todas las sirvientas
-Cuando alcance mi primer año de vida mi madre quedó embarazada nuevamente.. dejó de darme totalmente su atención, cuidados etc para el bienestar del bebé; al contrario de lo que piensa adoré a mi hermano desde que nació. Otro caso cuando una prima mía quedó embarazada me trató muy mal, decía que su bebé sería una buena persona a diferencia de mi y se llenó la boca para decir que haría que su hijo jamás fuera como yo ¿la razón? jamás lo supe pero tampoco me interesa; las mujeres embarazadas solo tienen los ojos en tres cosas su bebé, los beneficios de su embarazo, los beneficios de su producto piénselo así ¿por qué siempre todos tenemos que ponernos a los pies de las mujeres embarazadas? si Rashta ya está llena de lujo allá dentro ¿qué más espera?. Se encaprichan con cosas realmente mínimas y - al dirigir mi mirada hacia el azabache  que denotaba preocupación.

-Tenia razón Mckenna, tu cabeza está llena de ideas- una sonrisa se escapó de sus labios- Eres ideal para las elecciones
-¿Qué tipo de elecciones?- dije mientras miraba extrañada
-Hay una junta entre la gente que trabaja el palacio y designan personas como ama de llaves, jefa de sirvientas y esas cosas...si escucharán una mitad de tus ideas el palacio se movería diferente y eso sería interesante. Pero meterte a esas juntas sería darte en las manos la caja del caos y seguramente la abririas.

Reinó un enorme silencio entre ambos.
-¿Va a divorciarse de la emperatriz?- pregunté rápidamente
-Si...espera ¿¡cómo lo adivinaste!?- se sobresalto un poco al razonar mi pregunta
-Se le nota a leguas ¿sabe?, pero mire no opinare nada solo le pido algo...si lo está haciendo por el bebé; no desvíe sus ojos a algo más, no estamos jugando a la familia emperador Sovieshu...estamos hablando de un divorcio, de darle un título a una mujer que apenas hace unos meses aprendió a leer...no espere resultados magníficos.
-Nuevamente tan directa, si fueses mi hija sin duda serías la primera en la línea para heredar el trono Jajaja- No lo negaré, me imaginé...sería una hermosa princesa.

En cuanto entre al pasillo donde estaba mi habitación vi a Laura esperándome
-¡Señorita!- saludo amablemente
-Laura ¿a qué debo tal honor?- ella de inmediato me metió a mi alcoba y me miro de forma sospechosa
-Todos tenían razón cuando dijieron que te veías diferente- ¿diferente?
-Es por el corte de cabello, lo sé
-Nada de eso, sabes no porque te juntes con ratas se te quiera pegar la suciedad- Ahhh, se refería a Sovieshu
-Creeme Laura, soy la más interesada en que la emperatriz sea feliz. Hablando de ella ¿cuándo es qué piensa volver?- tal vez era hipócrita decir eso tras robar las cartas pero era necesario ¿no?.

-¡Está bien! seguramente en cuestión de días tendremos a la luz de el palacio con nosotros otra vez- Si ... preparada para el divorcio y luego irse con Henry, abrace a Laura amistosamente...tal vez sería la última vez que pudiera hablar con ella como amigas
-Ay Laura, nunca pierdas esa energía. Mándale mis saludos a la duquesa...- ella asintió y se fue. Pero cuando menos estaba lista; llegó.

A mis manos llegó una carta de más ni menos que de Mckenna.

-Saludos amistosos señorita Daath.

Desde la primera vez que nos encontramos sabía que en usted existía algo que en otras damas del imperio no, posiblemente alucino mucho ahora que no está a mi lado pero incluso comencé a hacerme esas ideas conspirativas parecidas a las suyas ¿será su marca especial? el poder hacer que cualquiera se cree toda una novela con solo juntarse un poco con usted.
También está en mi mente el beso que me dió para deshacerse de los rumores de su "amorío" con el emperador Sovieshu...
Muero por verla y como no aguantó más, porfavor, no sé lo pido, se lo ruego.
Veámonos después de media noche en las caballeruzas, durante el cambio de turno de los caballeros hay un tiempo de 40 minutos en que las caballerizas quedan solas. Así solo sean unos instantes quiero verla otra vez.

Atte: Mckenna.

Si, esa era mi señal para ir a terminar lo que yo misma empecé, Dolsey está esperando por tí Mckenna. Te deseo mucha felicidad. Tendría que ir a las caballerizas al anochecer y seguramente saldría llorando pero era mejor acabarlo de frente a terminarlo por carta. Necesitaba una cuartada así que llame a la persona que mejor podría hacerlo.

-¡Ergy!- dije mientras entraba corriendo
-¿Ya leíste la carta de cabeza de chorlito?
-¡Fuiste tú!- soltó una suave risa
-¿A qué te ayudo?- emocionada me senté y explique mi plan.

No sería la última vez que veré a Mckenna, pero si será la última en la que pueda verlo como algo más que mi amigo y posiblemente, después tendríamos que vernos a la cara como enemigos.