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𝕯𝖆𝖓𝖎𝖊𝖑𝖆
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───Dimelo. Necesito que me digas que te hizo ese maldito mal nacido.

───Él.. él abusó de mi ───dice entre lágrimas.

───Juan Carlos debemos hacer algo, no puede seguir con su vida como si no hubiera cometido un crimen ───hablo con la voz firme debido a la rabia que traigo acumulada dentro.

───Ya mismo nos vamos a la comisaría a levantar una denuncia.

───No quiero.. por favor, sólo deseo seguir con mi vida y olvidar todo esto.

───Esto no puede quedar así pequeña, él debe pagar por el daño cometido. No es justo que él esté viviendo felizmente su vida cuando acaba de arruinar la tuya.

───Voy a matarlo ───articula Vale entre dientes.

...

Aún no puedo creer que para encerrarlo deban seguir tantos procedimientos. Basta solo mirar su cuerpo para tener pruebas del abuso. María José ya no quiere salir de la casa, a penas come y no se mueve de la cama, tampoco deja que la toque o me acerque. Ese idiota va a pagar todo lo que le hizo a mi pequeña.

Saco el celular del bolsillo de mi abrigo para chequear que estoy en la dirección correcta y lo vuelvo a guardar. Me acerco al guardia de la puerta quien me pregunta mi nombre recorriendome con sus ojos.

Entro dando pasos rápidos, no tengo tiempo que perder. Camino por los pasillos del lugar hasta llegar a la cantina del bar, tomo asiento y pido un vaso de whisky para alivianar un poco los nervios.

La música está demasiado alta pero a nadie parece importarle ya que la mayoría de las personas están ebrias o drogadas.

Siento un par de ojos sobre mi pero me hago la ingenua y continuo bebiendo de a pequeños sorbos. Debo estar sobria si quiero que todo salga perfecto.

Siento una mano acariciar mi espalda y levanto la vista levemente para encontrarme con sus ojos.

Toma asiento a mi lado mirándome como un León observa a su presa.

───No creí que alguien como tú viniera a lugares como estos y aún más sin tu noviecita ───Su mano se posa en mi muslo acariciando con el dedo meñique el borde de mi vestido.

───No se sentía bien así que vine a pasar el rato, y tú ¿qué haces aquí?

───También pasando el rato ───se relame los labios. ───¿Te gustaría ir a algún lugar más privado?

Me pongo de pie. ───Sí, me agradaría.

Miro las calles a través de la ventana de su lujoso auto.

UN ÁNGEL ENAMORADO - (CACHÉ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora