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𝕸𝖆𝖗𝖎𝖆 𝕵𝖔𝖘𝖊
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Mis parpados se despegan abriéndose lentamente mientras mis ojos se adaptan a la luz de la mañana, giro la cabeza lentamente para ver a la chica que aún duerme pacíficamente a mi lado, su respiración es constante y tranquila. Sus labios entre abiertos dejando escapar el aire que choca contra mi piel ligeramente como un suave tacto.

Su brazo descansa sobre mi abdomen y sus piernas se encuentran enredadas a las mías, como un pequeño perezoso aferrado a su rama.

Observarla se ha vuelto una de mis cosas favoritas. Ella es tan linda, desborda amabilidad, calor y cariño.

Antes de ella yo no era nada, era un puñado de amargura y desolación, sin esperanza en la vida hasta que ella apareció y me envolvió con sus alas mostrándome que la vida está tan llena de color, llena de hermosos motivos por los cuales despertar en la mañana.

Sea cual fuese la sustancia de la que están hechas las almas, la suya y la mía son idénticas. Hechas la una para la otra.

Daniela no me encontró entera, estaba en pedazos y aun así se quedó, limpió y curó cada herida que tenía, heridas que no hizo, hasta que se volvieron cicatrices para después llenarlas de besos.

Las yemas de mis dedos delinean sutilmente las facciones de su rostro, se mueve en la cama atrayendome con su brazo para acurrucarse más a mi. Esconde su rostro en el hueco de mi cuello y deja un húmedo pero casto beso sobre mi piel.

─── Buenos días pequeña.─── Habla con la voz ronca.

─── ¿No piensas levantarte el día de hoy?.

─── Uhm.. No. Prefiero quedarme aquí en la suavidad de tu piel.

─── Dani.. también me gustaría quedarme todo el día aquí contigo pero debo ir a la universidad, recuerda que hoy tengo exámen.─── Levanta la cabeza rápidamente para verme.

─── Es verdad. Iré a prepararte algo para desayunar, mientras tanto levántate.─── Brinca de la cama buscando su remera y sus Shorts del suelo.

Sacudo la cabeza pensando en lo loca que está pero también en lo mucho que la amo.

Me coloco mis zapatillas Air Jordan y me siento en la cama al sentir la puerta, mis ojos la encuentran tras la bandeja que sujeta firmemente con una sonrisa tan pero tan mona en el rostro que me dan ganas de comerla a besos.

─── El desayuno para la niña más linda de este mundo.

Se acerca dejando la bandeja a mi lado y tomando asiento frente a mi.

─── ¿Te he dicho lo mucho que te amo?

─── Sí, me lo recuerdas constantemente pero nunca dejes de hacerlo.─── Besa mis labios lentamente y sonreímos en el momento porque nada puede explicar lo felices que somos juntas.

─── Preparaste panqueques.─── Dani no es la mejor en la cocina pero siempre que hace algo para mi lo como con toda la alegría del mundo porque ella se toma el tiempo de pensar en mi y eso vale más que cualquier cosa.

─── Sí, sólo seguí la receta. Espero hayan quedo ricos.─── Me mira con esa sonrisa, esa que hincha a mi corazón al punto que querer explorar de amor.

UN ÁNGEL ENAMORADO - (CACHÉ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora