𝕯𝖆𝖓𝖎𝖊𝖑𝖆
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─── Tranquila ya pasó. Estas a salvo ahora.─── Ella descansa sobre mi pecho y yo la arropo con mis brazos.
─── Creí.. yo.. creí que me haría daño, tuve mucho miedo.
Sus ojos encuentran los míos en busca de seguridad. La observo grabando los detalles de su precioso rostro en mi memoria. Quisiera tenerla por siempre, quisiera poder decir que viviremos por siempre juntas pero se que eso es imposible, ella envejecera y eventualmente morirá mientras yo seguiré con mi vida igual que siempre lo he hecho. Llevaré su recuerdo conmigo, anhelando esos mágicos momentos que pasamos juntas.
─── ¿En que piensas tanto?.─── Las yemas de sus dedos recorren mi rostro.
─── En ti, en mi.
─── Se que estas pensando que esto es una locura, que yo no viviré para siempre pero créeme que arriesgaría todo por ti.
─── Lo sé; sé que lo harías y temo por eso. No quiero que te pongas en peligro por mi.
─── Daniela tu llegaste cuando me sentía vacía, cuando más necesitaba a alguien tú me envolviste con tus alas y todo lo que estaba roto en mi se fue uniendo. Tú le diste sentido a mi vida.
─── Prometo cuidar de ti, mantenerte a salvo. Si, eso es lo que haré. Por el resto de tú vida voy a protegerte y por el resto de la mía te recordaré con amor, por que eso es lo que me haces sentir, tú me haces sentir con vida.
Se sienta sobre mi regazo con sus piernas a los lados de mi pelvis apoyadas en la cama, me levanto para estar más cerca de ella y envuelvo su cintura con mis brazos.
─── Eres el pecado más lindo que he cometido.
─── Te amo Daniela.─── Susurra sobre mis labios.
─── Te amo María José.─── Respondo intentando contener el deseo que me quema por dentro.
Sus labios se abren encajando con los míos, mi respiración se detiene por un momento pero me siento tan mal por no sentirla, la desesperación que cargo es tan grande que me enfurece. Sus caderas se mueven como olas sobre mis muslos y ella jadea bajito, ¡no puedo hacer esto!. La detengo haciéndola a un lado para levantarme de la cama.
─── Lo siento, ¿hice algo mal?.─── Ella me mira apenada.
─── No, no. Tu no hiciste nada malo, es sólo que yo.. ya sabes, no puedo sentir lo que tú estás experimentando.─── La tristeza se apodera de mi rostro.
─── Tranquila, yo no lo haré, prometo que me controlare.
─── Ese es el problema, no deberías hacerlo. Deberías ser libre de hacer lo que deseas pero jamás podrás hacerlo conmigo porque yo estoy rota. Jamás podré darte todo lo que mereces y me odio por eso.
Hago silencio por unos minutos recordando mi conversación con Rubén, el anciano del hospital. Tal vez si pueda, necesito verlo de inmediato, si él puede ayudarme a completar mis sentidos entonces vale mucho la pena.
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UN ÁNGEL ENAMORADO - (CACHÉ)
RomanceDaniela es un Ángel que vaga por las calles de la ciudad de Bogotá fantaseando junto a sus compañeros sobre cómo sería sentir el mundo y vivir como lo hacen los humanos. Una historia tan apasionante que te hará experimentar con tanta realidad cada s...