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𝕯𝖆𝖓𝖎𝖊𝖑𝖆
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Despierto temprano para ir por el desayuno, el olorcito a primavera inunda mis fosas nasales, los colores pintorescos de esta hermosa estación son tan bonitos que no puedo evitar observar todo a mi alrededor mientras camino entre la gente. Los pajaritos deleitan mis oídos con su melódico canto y sonrío, sonrío como una boba. Me encantaría poder compartir todo esto con Cassiel pero tengo dos meses sin saber de él, me he presentado infinidad de veces en nuestro edificio contándole sobre la increíble experiencia que estoy viviendo en el mundo de los mortales, no recibo respuesta alguna pero en el fondo se que él está ahí escuchandome con una sonrisa en el rostro, se que esta feliz por mi. Lo extraño tanto, me hacen mucha falta sus malos chistes, sus reproches y su personalidad caótica que alegraba mis días.

Entro a la cafetería caminando hacia el mostrador dónde Julia me recibe con una sonrisa.

─── ¿Lo de siempre? ───dice mientras limpia el mostrador.

───Sí y gracias ───respondo buscando el dinero en mi billetera para pagar.

Me da la espalda para comenzar a preparar los cafés.

───Vaya, vaya.. ───reconozco esa voz, levanto la mirada para encontrarme con el rostro de Conor.

───Conor.. ───digo y mi rostro se torna serio.

───Es un gusto volver a verte querida Daniela. La última vez que lo hice te robabas a mi novia.

───Yo no robé nada, si me prefirió a mi debio ser porque tú no la complacías lo suficientemente bien ¿no crees?

───Continúas siendo la misma perra de siempre.

───Y tú el mismo idiota.

───Dani aquí están tus cafés.

Recojo los vasos pagándole a Julia.─── Gracias ───le sonrío amablemente ───Si me disculpas debo irme, mi mujer me espera.

Él toma mi brazo apretandolo.

───Alejate de ella ───habla entre dientes.

───¿Y tú quien eres para darme órdenes? ───me safo de su agarre y comienzo a caminar saliendo del local.

───¡Escúchame!, lo voy a decir sólo una vez y voy a ser muy claro. Si no te alejas de María José vas a obligarme a hacer cosas realmente malas.

───¿Acaso crees que tus amenazas provocan algo en mi? ¿uhm?, ¿qué vas a hacer? ¿acusarme con tus papis?. Escúchame tú a mi niño rico, te sugiero que vuelvas a meter tu nariz entre tus miles de billetes y nos dejes en paz o de lo contrario el que saldrá perdiendo serás tú ───no omite una palabra sólo me mira con odio.───¿He sido clara?

───No digas que no te advertí ───Vuelve a amenazarme y luego se va perdiéndose entre el gentío.

Pongo los ojos en blanco «maldito idiota», mi día iba de maravilla hasta que este escuincle apareció.

Entro a la casa cruzándome con Vale quien esta tirada en el sofá viendo algo en su celular.

───Que cara.. ───dice apartando el celular para verme.

UN ÁNGEL ENAMORADO - (CACHÉ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora