19

504 44 3
                                    

𝕸𝖆𝖗𝖎𝖆 𝕵𝖔𝖘𝖊
────────✦────────

──Le digo la verdad.. el esta acosandonos.

───Señorita no hay ninguna prueba que corrobore eso.

───¿Entonces debo esperar a que me haga algo a mi o a mi familia para que ustedes pedazos de ineptos hagan algo? ───el hombre suspira con pesadez poniendo mala cara.

───Lo que puedo hacer es emitir una orden de restricción para mantenerlo lejos por unos meses.

Se levanta dejándome sola, Daniela acaricia mis brazos intentando calmar la furia que crece en mi interior.

───Debemos permanecer calmadas amor, de otro modo las cosas serán más complicadas.

───¡No quiero calmarme!, solo quiero poder vivir mi vida de forma normal sin tener que pensar constantemente en que un maldito psicópata me acosa.

El hombre vuelve con un papel entre sus manos.

───Esto no le permitirá acercarse ni a usted ni a su familia por tres meses.

Suelto una risa sarcástica ───Gracias y disculpe por hacerlo perder su valioso tiempo el cual es sentarse ahí y no hacer absolutamente nada.

Camino saliendo de la estación de policías, al salir suelto un grito de frustración.

───María José, cariño. ───Daniela intenta sostenerme entre sus brazos pero en este momento esto demasiado enojada como para que sus caricias ayuden.

───Estoy cansada de esto.. no puedo creer que actúen de forma tan normal ante una denuncia por acoso. ¿Cuándo tomarán partido? ¿cuándo aparezca mi cuerpo sin vida? ¿cuándo me lastime?. Esto es más que indignante.

───Esos tres meses nos darán tiempo de pensar en cómo alejarlo para siempre.

───¿De verdad piensas que una orden de restricción lo mantendrá lejos? ───bufo enojada. ───Se nota que no lo conoces.

Comienzo a caminar rumbo a casa arrugando el papel de la orden en mi mano mientras Daniela me sigue preocupada y algo aterrada por mi tono de voz. Nunca jamás le he levantado la voz y me siento apenada por tratarla así cuando no es su culpa.

───¿Cómo les fue? ───Doy un portazo al entrar. ───Por lo que veo nada bien ───Vale mira a Daniela quien niega con la cabeza en respuesta a su pregunta.

───Me dieron una maldita orden de restricción por tres meses como solución. Estoy más que cabreada.

───Es un comienzo poché. Debes calmarte, desde la furia no resolveras nada ───Vale se levanta del sofá para acercarse.

───Le dije lo mismo pero creo que mis palabras en este momento no sirven ───Daniela se para junto a mi hermana.

───De acuerdo tal vez tengan un poco de razón


───Sólo vive ¿okey?, intenta disfrutar de tu vida hasta que la orden se venza y para ese entonces tendremos las pruebas suficientes para encerrarlo de por vida.

───Bien, lo intentaré.

Subo rumbo a mi habitación con mi novia siguiéndome en silencio.

───Lo lamento ───digo viéndola apenada por la forma en la que me dirigí hacia ella.

UN ÁNGEL ENAMORADO - (CACHÉ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora