Capítulo 15

130 17 2
                                    

Isabella

Vamos llegando a la empresa, cuando veo un auto azul parado afuera. De pronto va bajando una chica rubia delgada, con su cabello suelto danzando con el viento. Detrás de ella, un hombre de traje negro con lentes oscuros, mandíbula delineada y piel canela, su cabello peinado en una coleta pequeña.

Se van acercando, mientras la chica sostiene su brazo, cuando me dirigen la mirada y es él. Mi corazón comienza a latir como loco, cuando Ethan me toma del brazo y me hace entrar con él al edificio.

Me vino a buscar, no, ya me hubiese encontrado. Siempre hizo todo por encontrarme y saber todo de mí, es imposible que haya venido hasta aquí por mí. Pero, su venganza cruzó por mi mente. Cual sería ese movimiento que harían estando aquí.

Vamos por el elevador, mientras siento como mi cuerpo se desvanece.

– Amor, ¿qué pasa, te sientes mal?

– No, solo me maree, debe ser el ascensor – respondo dedicándole una sonrisa.

Al detenerse, vamos directo a la sala de juntas, donde están varios accionistas de la empresa y obviamente, el señor Allen. Pasan unos minutos, cuando por la puerta entran Joanna y Kye.

Paso saliva, y mi respiración se agita, mientras está sentado justo frente a mí. Veo que se levanta, sale de la sala y se pierde de mi vista. Me excuso para ir al baño, cuando la chica me dedica una mirada, dándome a entender que lo busque.

Voy camino al baño, sin encontrarlo por ninguna parte. Al abrir la puerta lo veo saliendo de un cubículo.

Dios, ese porte, su altura, su cuerpo que deseo con tantas ganas volver a tocar. Su cabello ha crecido bastante en cuatro meses. Me dirige una mirada rápida.

Ella...

– Extrañaba que me llamaras así... Llame a Joanna hace unos meses, necesitaba tu ayuda, pero no apareciste – su mirada fija en mí – yo...

– Te busque, te encontré, pero no pude llegar a ti, estuve angustiado, planeando todo para ayudarte. Te tenía escondida demasiado bien pequeña – se acerca y me abraza –. Juro que pagará todo lo que te ha hecho.

– No me ha matado porque al fin consiguió lo que quería – llevo mis manos a mi vientre –. El problema es que pagaré las consecuencias, mi cuerpo está...

– Hey no te preocupes – besa mi frente –. Yo puedo llevarte ahora mismo, no sabes cómo deseo...

– No puedo – levanto la manga de mi gabardina –. Me monitorea todo el tiempo, sabe dónde estoy todo el tiempo Kye... él hizo que...

– Perdieras al bebé, lo sé. Juro que... Dios, Ella – acaricia mi cabello –. Dime que no te forzó a nada, esas marcas en tu cuello...

– Creí que las había tapado con maquillaje... No es momento – sonrío y me aparto de él –, puedo esperar por ti, siempre sueño que me rescatas, ¿sabes? – acaricio su mejilla con una mano –. Pero ya no tengo tiempo – siento como mi cuerpo se tensa –. Dijo que solo tomará al bebé y...

– No, no te volverá a poner una mano encima pequeña. Te juro que yo...

– Shh, debo irme ahora.

Salgo a prisa del baño, hasta sentarme en un sillón afuera de la sala de juntas, cuando sale Ethan, mirando en todas direcciones. Sé que me está buscando, pero es tan torpe para no ver que estoy a su lado.

– Aquí estoy – digo cuando al fin voltea a verme –. ¿Ya terminaste?

– No, vamos a tardar un poco más, estamos teniendo unos inconvenientes con la firma – se inclina hacia mí –. ¿Quieres ir al auto o te llevo a casa?

PrisioneraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora