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024.
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— ¿Que te pasó a ti?— preguntó con curiosidad Luffy.
— Bueno, digamos que era muy débil, y yo quería ser fuerte para poder proteger a mis amigos.— destapó el marcador para empezar a quitar la venda del brazo de Luffy.— Pero jugar con algunas cosas, me hizo perder a muchas personas, y perdí a mis padres y a mis amigos. Por eso no hay que jugar con estas cosas. La avaricia nos puede hacer llegar a puntos extremos.— dijo Shima ya acabando con la venda.
— ¿Tú eras la hermana de Ace?— preguntó Luffy.
— Soy la hermana de Ace. Yo quiero creer que ellos nos siguen viendo en alguna parte de por ahí arriba.— miró al cielo.— Pero no te preocupes, entiendo que seas su hermano también, no te voy a quitar ese derecho. Habéis crecido juntos, y espero que algún día de estos me cuentes vuestras historias y aventuras.— rieron juntos.
Shima terminó de pintar el brazo de Luffy.
— Bien, no te toques el brazo, porque la tinta aún no está seca y sino se va a destrozar mi obra de arte.— rió junto a él.— Estamos a punto de llegar.— miró a Luffy, este le sonrió.— Así me gusta, venga, vamos.—
Las puertas de MarineFord se abrieron, Luffy se puso en la cabeza del barco mirando hacia la plaza.
Shima camino hasta Jinbe y Rayleigh.
—¿Están listos los cañones?— preguntó Shima.
— Ahora si.— dijo Jinbe
—Bien.—
El barco se desplazó por toda la plaza, esta tenía varios trabajadores reconstruyendo la estructura, que se había roto en la batalla de los mejores.
— Lanzar los cañones— dijo Shima a los Chicos.
Los cañones se lanzaron haciendo que la pólvora saliese, era un aviso de que estaban ahí. Empezaron a venir bombas que habían lanzado los Marines, pero Jinbe y Shima los evadieron. Después Rayleigh agarró balas pequeñas y las lanzó con tanta fuerza y puntería que explotaron las bombas que lanzaron.
