¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
029.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Shima navegó hasta la isla más cercana, ahí esperaría a el hombre pelirrojo. Mariposas parecían brotar dentro de ella, se sentía como si fuera a estallar de la emoción.
— 2 años, no es tanto comparado a 22 años, pero no puedo evitar emocionarme.— miró hacia un pequeño pájaro.— Tú que dices, pequeño pájaro.— Este giro un poco su cabeza, de repente otro pájaro vino y su fueron los dos juntos.— Vaya, hasta los pájaros encuentran pareja.—
Se quedó mirando al horizonte, en la dirección en la que se habían ido ambos pájaros.
La chica escuchó pasos que venían desde su espalda, puso su mano en su espada sin que se notase, rápidamente se dio la vuelta para ver a la persona.
— Tranquila, soy yo.— dijo el pelirrojo subiendo su brazo.
—¡Shanks!— corrió hacia él, para abrazarlo con todas sus fuerzas. Lo besó apasionadamente.— No te haces una idea de lo que te he echado de menos.— le volvió a besar.
— Me lo dirás a mí.— la abrazó.— Has crecido un poco más, pero sigues siendo una enana.— rió un poco.
— No es mi culpa que midas 2 metros, pareces un faro de luz.— hizo un puchero la chica.— Además tampoco mido tan poco. Mido 1.78 centímetros.—
— Claro, eso es más que un enanito de jardín.— sonrió burlonamente.— Yo también te he echado de menos.—
— A partir de ahora, voy a recompensarte por esperarme, eres tan lindo.— sonrió mientras Shanks le daba la mano para pasear por la playa.
— Supongo que el amor lo puede todo.— sonrió de vuelta. La chica se fijó en él , tenía un poco de arena en el pelo, tenía la camisa con unos botones abiertos, mostrando así un poco de su pecho, no llevaba puesto su típica capa. Tampoco llevaba su espada, solamente llevaba una botella de lo que deducía que no era agua.— Si me sigues mirando tan intensamente voy a desaparecer.— rió el pelirrojo.
— Perdón.— inmediatamente se sonrojó haciendo que gire su cabeza de inmediato.
— No he dicho que parases.— dijo el hombre, agarrando delicadamente su barbilla.