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025.
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— Vamos, Luffy-kun, Shima.— llamó a los dos jóvenes.
—¡Sí!— corrieron los dos para llegar a su lado.
—¡Luffy, esfuérzate!— le decían las Mujeres de atrás.
—¡Sí!— respondió él dándose la vuelta despidiéndose de ellas.
—¡Bye, Bye!— dijo Shima.
Empezaron a andar los tres juntos.
—¿Recuerdas el aroma de ese árbol?— preguntó Rayleigh.
— Si, ningún animal se acerca, es por eso que es el lugar más seguro.— respondió Shima.
— Se encuentran cosas muy raras en este mundo.— dijo Luffy en respuesta.
— Bien, ahora somos los únicos humanos en la isla. Mirar toda esta vegetación.— dijo Rayleigh.
— Dicen que hace mucho había una civilización viviendo aquí, pero los humanos perdieron la pelea con la supervivencia.— finalizó Shima.— La naturaleza es implacable y la tierra es despiadada.—
Miraron todo lo que tenían en su alrededor, había edificios destruidos, árboles, pájaros que parecían dinosaurios, entre muchas otras cosas.
— ¡Esto huele a una gran aventura!— sonrió Luffy extendiendo su brazo arriba.
Rayleigh activo su haki de observación. Shima lo activó también al ver a su tío hacerlo.
—Hay una gran cantidad de animales salvajes, casi imposible saber cuántas son en total.— dijo Rayleigh.
— 794 bestias más fuertes que Luffy, por debajo de Luffy unas 1768. —se percató de las miradas extrañas de los dos hombres, entonces sonrió—Según mis cálculos.— dijo Shima.
— Será mejor que te vuelvas fuerte, o no podrás dormir.— dijo Rayleigh a palo seco. Shima le dio en la nuca.
— ¡No le digas eso! Tú descansa, entrénate pero no sobre esfuerzos. ¿Entendido?— miró acusadoramente a Luffy. Este asintió con una mueca.
