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032.
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—¡Shanks!— dijo la chica agarrándole el brazo, pues este caminaba a gran velocidad.—¡Espera! ¡¿Cómo que te vas a ir?!—
La chica estaba desesperada, habían pasado otros dos meses, pero cuando se había despertado esa mañana, el hombre le dijo que se tenían que ir él y la tripulación por un tiempo.
Él no le había dado muchas explicaciones, ni siquiera la podía mirar ahora a la cara. "Es necesario, por favor no hagas esto más difícil." Pensaba él mientras paraba su caminata.
— Shima.— la llamó para que lo mirase a la cara.— Necesito que te quedes aquí, en el barco, van a estar cuidándote, mientras nosotros.— señaló a sus nakamas más cercanos.— Tenemos que resolver un par de cosas.— la chica miró en dirección al suelo.
"Acaso piensa que soy demasiado débil, que no me puedo cuidar yo sola. O es que ni siquiera confía en mí." Shima se empezaba a enfadar, tenía los puños apretados, los ojos fuertemente cerrados y los labios haciendo presión entre ellos.
—¡¿Cómo que van a cuidar de mi?! ¡Sé cuidarme solita! ¡¿O es que no confías en mí cómo para decirme que rayos ocultas?!— dijo ya enfadada, llevaban bastante tiempo con ese tema de que le ocultaba algunas cosas.
A Shima no le gustaba discutir, es más lo odiaba, y lo odiaba todavía más si era con él, pero no soportaba que le ocultarán cosas.
—¡Acaso crees que no sé qué me ocultas algo! ¡Te conozco desde los 9 años! ¡No me fastidies, Shanks!— tenía un par de lágrimas en los ojos.
— Shima, por favor.— la miró intentando decir algo.— Confía en mí.— dijo dándole la mano.
Shima quería decirle que sí, que lo haría, es más, se lo debía por haber estado esperándola. Pero no entendía porque le ocultaba algo, además los piratas estaban revolucionados con eso del Reverie... "Eso es, el Reverie."
Shima miró a los ojos del hombre sin ninguna expresión en ellos. No podía creer que tuviese algo que ver con esos tipos.
— No me lo puedo creer...— dijo ella en un tono decepcionado.— Que tienes que ver con ellos...—
