Destino: Lo que pudimos ser...

Prólogo

Hola hola... no suelo poner anuncios en mis historias pero este me parece importante.

Si eres nuev@ en mis historias o en esta saga, debes saber algunas cosas.

1. A pesar de ser una saga y que las historias tienen un orden, no es necesario leer todas para entender, cada una cuenta su propia historia.
2. Esta historia (la de JK) es la última de la saga, esta si es continuación de la historia de Jin. Así que si no la has leído, puedes arriesgarte a continuar leyéndola así o regresar a Destino: Arreglame el alma (historia de Jin) y después volver a esta.
3. GACIAS POR LEERME !

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Parte I

Querido Jin:

¿Recuerdas como comenzó todo?
Aún pienso en aquel día en el que me pusiste tu bufanda y te fuiste sin decir una palabra. No podía creer que aquel hombre que vi pasar en su auto días antes, y del cual quedé perdidamente enamorada, se hubiera fijado en mi. El destino nos unió nuevamente después de meses de no volver a vernos y a pesar de solo intercambiar miradas, no deje de pensar en ti todo ese tiempo.

Decir que nuestra relación fue sacada de un cuento de hadas, es poco. Recuerdo mi estúpida sonrisa al leer tus mensajes, recuerdo tu manera de hacerme sentir única y especial. No pude evitar volverme loca por ti. Incluso cuando todo se salió de control. Jamás me asuste por verte de aquella manera, la verdad tenia más miedo de no poder ayudarte, sin embargo, lo lograste.

Te ame desde el primer día. Ame a tus padres desde el primer día, incluso ame a Lisa desde el primer día... por que así son ustedes, transparentes y amorosos. Tus padres me adoptaron sin saber que no tenia a nadie más, no fue lastima, simplemente fue amor. Recuerdo las bromas de tu padre la primer noche que pasamos juntos en su casa. Aún me arde la cara de vergüenza mientras tu, solo te reías de mi.

Recuerdo el primer día que conocí a los chicos, estaba tan nerviosa y tu no dejabas de hablar de lo linda que me veía. Quería matarte en ese momento, pero gracias a ti, mi familia de dos personas se convirtió en una de once... en ese momento. Una familia hermosa de la cual depende mi salud emocional. No podría vivir sin ninguno.

Recuerdo...