Capítulo 8

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Jungkook

¿Qué hice?.. la pregunta que repetí como veinte veces en mi cabeza mientras daba vueltas como loco en la sala. Vi su cara llena de miedo cuando se dio cuenta de lo que habíamos hecho, pero antes de eso, solo segundos antes, pude ver un rastro de ¿Deseo? ¿Felicidad? ¿Amor?... no se que era pero reflejaba lo mismo que yo había sentido cuando la besé. Se que no hemos pasado tanto tiempo juntos, como lo que sea que tenemos ahora, jamas había pensado en ella como algo más que una amiga o una hermana. No niego que me gusto, desde que Jin la presento supe que era la persona más hermosa que había visto en mi vida, pero jamás pensé en otra cosa, hasta hace unas semanas cuando la vi en el parque, la tristeza que vi en sus ojos por la ausencia de Jin me hizo sentir la necesidad de protegerla, pero sabía que estaba mal. No se si el miedo que apareció en su rostro después de besarla, fue al darse cuenta que también quería esto o al pensar en Jin. ¡Maldita sea!... golpee la pared de la cocina, me recargue en la encimera y respire hondo. Sabía que estaba mal, pero no me arrepentía, no me arrepentía en lo más minimo. Si él estaba dispuesto a perder a su chica yo no estaba dispuesto a dejarla ir.

Recordé la vez que Jimin y Tae pelearon por una chica, íbamos en el instituto y la chica iba en su salón de clases. Jimin se había acercado a ella, le ayudaba a estudiar e incluso le pasaba las tareas, cosa extraña ya que él jamás hacía la tarea. Yo iba un grado menos que ellos por lo que no supe por qué inició la pelea, pero un día simplemente pasó. Recuerdo que la clase apenas iba a comenzar por lo que los alumnos aún paseaban por los pasillos de la escuela, de repente todos corriendo hacia las escaleras. La verdad es que nosotros siempre fuimos los siete nada más, a pesar de no compartir clases, solíamos vernos en los descansos así que yo no era tan sociable y tampoco me interesaba lo que pasara con los de más chicos. Solían ser unos idiotas por lo general, lo cual me molestaba, fue por eso que cuando todos salieron corriendo yo ni siquiera me levante de mi asiento, hasta que unas chicas pasaron hablando y mencionaron a Tae y Jimin. No podían ser ellos, de ninguna manera. Me levante y camine hacia la multitud, mientras más me acercaba más gente se me quedaba viendo. Quite a unos chicos que estaba hasta delante del círculo de alumnos que se había formado. Cuando note que eran ellos los que peleaban a golpes corrí a separarlos inmediatamente, todos los chicos llegaron detrás de mi y me ayudaron a separarlos. Cuando caminamos por el pasillo Nam llevaba a Tae hasta adelante y Jin llevaba a Jimin ppr detras dw nosotros, amabos tenian un hilo de sangre en la boca y la chica por la que peleaban se estaba riendo junto a otro tipo. Definitivamente ella solo los habia ultilizado y no es que compare la historia con lo que sucede en este momento, pero recuerdo que cuando llegamos a casa de Nam, él los regaño. No es que Nam fuera nuestro papá pero era, de alguna manera, el más maduro y el que nos protegía, vi tanto coraje y decepción en sus ojos, que escuche atentamente todo lo que les decía, como si fueran palabras para mi también. "Si ustedes piensan que perder una amistad por una chica que no vale la pena esta bien. Entonces que hacemos aqui, por que yo creo que estamos perdiendo el tiempo. No necesito amigos que me golpearan cuando la chica que me gusta también le guste a alguno de ustedes" era verdad y hasta la fecha estoy totalmente de acuerdo con él. El dijo que no peleábamos por una chica que no valía la pena, pero en este caso, Majo vale toda la pena del mundo.

Me moje la cara y respire hondo unas cuantas veces más. No sabía como sería la reacción de ella y no la culparia si quisiera correrme en este momento. Tal vez quiera alejarse de mi y le daré su espacio, pero no pienso dejarla. Encendí la estufa para terminar de hacerle de comer, incluso si me corriera en este momento, debe comer algo. Escuche un ruido detrás de mi y me puse alerta a recibir cualquier cosa.. un grito, un insulto.. no llego. Voltee despacio y Majo tomó asiento silenciosamente en la barra de la cocina, regrese la mirada a la comida y simplemente no supe que hacer. Tome un plato y serví un poco de pasta con vegetales y un trozo de salmón. Camine a la barra y coloque el plato delante de ella, saque un tenedor e hice lo mismo. Los segundos parecían eternos y ninguno de los dos hablaba. Lentamente subió su mano y empezó a comer.

-¡Wow!- cerro los ojos saboreando su comida, pasó su lengua por sus labios y yo aparte la mirada. -Esto está delicio. Gracias pequeño JK- dijo como si nada hubiera pasado y yo empecé a sentir una inmensa rabia dentro de mi.
-No soy un bebé, Majo.- dije serio
-Lo eres- respondió restando importancia
-Deja de llamarme así, esto es en serio.
-No lo haré- picoteaba su comida con el tenedor sin comer realmente
-No me...
-Dije que no lo hare- gritó intwrrumpiendome y sus lágrimas empezaron a correr por sus ojos -¿Qué no lo entiendes?- levantó su vista hacia mi -Si empiezo a verte como un hombre perderé y tu tambien- Me acerque a ella y me coloque entre sus piernas. Era preciosa y yo estaba muy seguro de que había empezado a enamorarme como un loco.
-Si de eso se trata... Majo, yo perdí hace mucho tiempo.- ella levantó su mirada a la mía y pude ver su sorpresa, su desesperación y algo más, está muy seguro que ella empezaba a sentir algo por mi. Una lucha interna se desarrollaba dentro de ella y yo más que nadie se que esto era algo que no debía haber pasado. Jin era mi hermano, pero también era el idiota más grande del mundo. Se que irse no fue su elección, pero dejarla aquí si lo fue. Yo la habría llevado conmigo al fin del mundo.
-Necesito alejarme de ti un poco.- me dolió el alma pero lo entendía  -Necesito pensar en lo que esta sucediendo- levante una mano y limpie sus lágrimas.
-Lo hare, te daré tiempo. - no quería, de verdad no quería y no podia. No se como hare para estar lejos de ella y no se cuanto tiempo este dispuesto a esperar, pero tengo que hacerlo. No la voy a obligar a decidir pero si él  no regresa pronto, no me detendré. -Más bien- me corregí  -le daré tiempo a ese imbecil para que regrese por ti.. Se que es tu esposo y mi hermano, pero no puedo evitar esto- coloqué su mano en mi pecho- Si no lo hace, si no vuelve pronto por ti, el que regresara sere yo y haré que te enamores de mi. Haré que me ames como nunca amaste a nadie, ni siquiera a él.

Destino: Lo que pudimos ser...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora