Capítulo 19

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Majo

Entre a trabajar, hoy no tenia guardia y JK me había traído al trabajo, desde que le platique lo de la rosa lo he sentido un poco paranoico pero desde ese día no ha sucedido de nuevo. Tal vez fue alguna broma pero perdieron el interés. Dulce y yo recibimos a nuestros pacientes y nos separamos, no me tocaba trabajar con ella así que quedamos de vernos en algún descanso. La mañana fue tranquila hasta que una chica convulsionó, corrimos a darle los primero auxilios antes de que llegara el doctor. Una vez todo el orden salí por un vaso de café y me encontré a Dulce y a Ian en la maquina.

-¿Qué hacen, chicos? ¿Qué tal su mañana?- pregunté
-Hola amiga, todo tranquilo, no he tenido mucho trabajo.
-Hola, Majo. Yo solo tuve que asistir en una operación- dijo Ian -Deberíamos salir todos hoy, no tenemos guardia.
-Por mi esta bien- dijo mi amiga
-Claro, esta bien
-¿Qué sucedió con el mensaje? Me pregunto ella intrigada
-¿Qué mensaje?
-El otorga día recibí un mensaje de un número desconocido pero pensé que se habían equivocado.- suspire -Igual mi amigo es informático y si que sabe de eso. Le pediré que rastree el número, solo para estar segura
-Si, mejor.- dijo Ian -Me voy, entraran a otra operación en quince minutos. Nos vemos a la salida.
-Adiós- dijo Dulce y yo me despedí con la mano

Antes de regresar a mi trabajo le marque a JK

-Hola amor.
-¿Qué pasa, nena? ¿Estás bien?
-Si- me rei -solo quería avisarte que saliendo del trabajo iré a comer con algunos amigos de aquí.
-Esta bien, envíame la ubicación y te recojo ahí
-Si, me parece bien. Te amo
-Te amo. Nos vemos al rato.

Colgué y regrese al trabajo. Unas horas más tarde me reuní con Dulce en los casilleros, abrí el mío y en la puerta había pegada una rosa roja.

-¿Eres tu?
-¿Qué?, claro que no.
-No se pensé que podría ser una broma, pero ya es mucho.- mi teléfono vibro dentro del casillero y un nuevo mensaje apareció.

*Este pantalón se te ve increible*

Había una foto debajo del mensaje, era de él pantalón que deje en mi casillero. Alguien había entrado aquí y como si aún estuviera ahí, voltee hacia todos lados.

-¿Qué pasa?
-Estuvo aquí y reviso mis cosas- le mostré a Dulce la imagen y su cara fue de miedo.
-Esta loco
-Si, pero nadie más que los enfermeros de urgencias tenemos acceso a esta sala.
-Pero no es tan difícil entrar, cualquiera pudo haberse metido.

Salí de la sala y le marque a JK

-Hola, esta hablando al teléfono del Jeikeiiii!
-Amor, olvidé decirte.
-¿Qué pasa?- su voz tomó un tomo preocupado
-El día que llego la rosa me llego un mensaje de un número desconocido, creí que estaban equivocados así que no le di importancia, pero hoy llego otro mensaje y una rosa apareció en mi casillero.
-No cuelgues, reenviame los mensajes- eso hice
-No tengo idea de quien pueda ser.
-Ya se los envie a Hobi, el rastreara el número. Ve con tus amigos yo iré por ti.
-Esta bien.
-Nena.. cuídate. Si sucede algo, avísame.
-Si.. te amo- colgué

Llegamos al restaurante, era un lugar de carnes y cervezas, ordenamos algunos cortes y empezamos a beber, no me sentía tan cómoda, tenia una sensación fea en mi estomago y deseaba que Jk estuviera aquí. Cuando terminamos de comer no aguante más y le envié mi ubicación.

-¿Ya te vas a ir?- me pregunto Dulce
-Si. Me siento extraña.
-Claro, lo entiendo- dijo ella preocupada
-¿Ya te vas ?- pregunto Ian y yo solo asentí -Vamos te llevo a casa- su tono me resultó extraño, parecía más una orden que un ofrecimiento
-Hola, nena- sentí un beso de JK en mi frente. Al parecer estaba en la casa por que venía con otra ropa, venía vestido de negro con una chaqueta de cuero y su cabello que empezaba a crecer estaba peinado hacia un lado lejos de su cara.
-Oye ¿Qué te pasa?- dijo Ian, JK arqueo una ceja y contuvo una sonrisa, parecía no creer la reacción que tuvo mi compañero.
-Cálmate Ian- dije tranquila -Vamonos amor.
-¿Es tu novio? Me pregunto mientras me levantaba y JK envolvía ni cintura consu brazo. El es muy competitivo por lo que saber que alguien quiere a su chica, más que enojarse, él lo convierte en un reto.
-Así es- respondí y me despedí de todos.

Salimos del restaurante y JK soltó una carcajada

,¿Qué te sucede?
-¿Estás segura que él no es el de las rosas?
-No lo creo... no se
-Es un idiota, me encantaría romperle la cara.
-Oye, que agresivo
-Solo si fuera el que te molesta- se ríoy después puso su cara seria -¿Ya no recibiste más mensajes?
-No- dije subiendo al auto
-¿Ni de algún otro número?
-No, no me han llegado mensajes
-Bueno, vamos a casa- me paso su brazo por los hombros y caminamos al estacionamiento -Te extrañé
-

Yo a ti- voltee hacia arriba y me levante de puntas para darle un beso

Llegamos a casa, no teníamos hambre así que solo nos sentamos un rato a cambiar canales, cuando nos dimos cuenta que no había nada bueno que ver nos fuimos a acostar. Estábamos dormidos cuando unos fuertes golpes nos despertaron, me levante exaltada y JK ya se estaba poniendo un pantalón de pijama

-¿Qué fue eso?- pregunté
-La puerta- dijo y salió de la habitación. Me puse su playera que estaba en el suelo y salí atrás de él. No había nadie, JK se agacho y cuando enteo había una caja en sus brazos

Abrimos la caja y dentro había muchas rosas marchitas, estaban despojados o tenían el tallo quebrado. No había nota y no había ninguna otra información. Sentí miedo, parecían estar dañadas a propósito, sentí como si hubiera hecho algo para molestarlo. JK se dio cuenta y me abrazo

-No pasa nada, nena
-Pero no sabemos quien es..
-Estamos en eso- me acaricio el cabello
-Ahora sabe donde vivo y ni siquiera se quien es, no se de quien me tengo que cuidar.- me sentía muy alterada y con miedo.
-Hey- me levanto el rostro hacia el -aquí estoy yo, no te voy a dejar. Hobi y yo estamos investigando, no teníamos información para empezar hasta hoy que me dijiste lo del mensaje. Hobi rastreara el número y con suerte lo encontraremos rápido.
-Esta bien

Regresamos a dormir y mis sueños regresaron, esta vez veía la silueta del hombre perseguirte dentro de mi casa. Me desperté antes de que la alarma sonará y salí a la cocina a preparar el desayuno. La caja aún estaba en la mesa, la agarre y la tire al bote de basura. Tenia mucho miedo pero confiaba en que tenia a alguien cuidándome.

Destino: Lo que pudimos ser...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora